En este otoño
cada vez más comedidas mis preguntas y respuestas
las hojas de las ramas de los árboles que ahora me llegan
caen sobre el suelo que se llena
de algo más que no sea papeles y botes sacados por algunos vándalos de las papeleras.
Se desprenden las hojas
verdes por dentro y marrones por fuera
y como si fueran
las manos de un director de orquesta
flotan sobre el aire
y se acunan con tal vehemencia
que yo diría que cantan salmos al Niño Dios que en el suelo las espera.
Este es un otoño que por los ojos me entra
como si más allá de donde me llegan mis comedidas preguntas y respuestas
no hubiera
más espacio firme
que la losa de una tumba
y una inscripción en ella:
"nació para vivir
y para que todos en ella creyeran
y murió en la flor de la vida
sin llegar a vieja.
La Constitución es en este otoño
largo y sin agua
como un pozo en el África negra
el arma al que se acogen,
no hay mayor desvergüenza,
esos que colocan cuchillas a las verjas
y luego van a misa para lavar sus ofensas.
Autor: José Vte Navarro Rubio
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