sábado, 19 de enero de 2013

POESÍA: LA CANALLESCA SE RÍE DE ESPAÑA Y DE LOS ESPAÑOLES




 

                                   
Solo un verso
que me lleve,
una estrofa
que me inspire,
una poesía
que me enamore,
una palabra
que me queme
y una patada
que despierte 
a todos aquellos que mandan
y duermen a sus anchas
sin pensar que el pueblo sufre
y que ellos son
lo único que nos queda
para sacarnos de este profundo pozo
en el que hemos venido a caer
poco a poco
y sin remedio alguno
como una plaga
que se esparce
y es imposible contener de ninguna forma humana.

Solo quiero
eso
lo que tú
me des,
ya sabes
que yo no te pediré nada
en estos tiempos
de necesidades tan básicas
que hasta nos olvidamos
de cómo se llama nuestra Patria
y cuales son nuestros orígenes
en este espacio concreto
rodeado de mares,
llanuras y mesetas
como la de La Mancha,
y montañas aladas,
embrujadas y mitificadas por los historiadores en sus periplos y andanzas.

Hablo de España,
de la tuya
la que clama,
de la mía
la que reclama,
de todas las Españas,
de las que hielan la voz
y de las que duermen junto a uno
y te enamoran hasta el alma
cuando trabajas,
duermes,
descansas, 
respiras
y hablas.

La mente clara,
llana, dulce,
con sabor a nata,
a chocolate
y enrollada
a mi cuello y espalda
como si fuera
una bufanda de lana
tejida por una madre
con todo el amor de su alma
para una fecha señalada
en que se reune la familia
y se canta con todo el alma.
¡Esa es mi España!

España se nos muere,
nos la mata
un huracán mundial
y un atajo de ladrones
con traje y corbata,
y muy buenas palabras
que se nos llevan los dineros,
las ilusiones y las ganas
de pensar en el mañana.

España necesitada
hasta la médula
de gentes trabajadoras
y honradas,
sobrevive como puede
y nos llama
en los comienzos
de las mañanas
con un  trino
de ave enjaulada
que pide libertades
y se alza
contra los que desde el poder
nos engañan
con sus palabras vacías
como las grandes panzas
de esos niños
de las zonas del mundo subdesarrolladas
que nos miran con indiferencia
mientras se agarran
a la vida con muchas ganas,
fe y esperanza,
en poder sobrevivir
a esas hambrunas
que todos los años matan
a millones de seres humanos
por el simple hecho
de que la pobreza anida mejor donde las libertades faltan.

Me levanto
y me digo de eso nada
y salgo a la calle
y parece que no pasa nada
aunque la radio avisa
que la prima
de los quinientos no baja,
que la bolsa se atasca
y que el barco
llamado España
naufraga
en medio de unas aguas crispadas
y encabritadas
por vientos y marejadas.

Todo son
buenas intenciones
será por eso
que algunos ministros callan
aunque otros
meten tanto la pata
que mejor estarían
en sus casas
jugando quizás
al parchís o a la taba.

¿Dime tu
quien nos metió en esta historia
que no se acaba
y cuantas más vueltas se le dan
más hondo nos arrastra
hasta esas simas
donde ni la luz se propaga?

No fue la inteligencia humana,
fue la codicia
y la insensatez
convertida en guadaña
que todo lo siega
y todo lo mata
la que nos ha llevado
a esta situación tan delicada.

Políticos de poca monta
que solo miran
por sus bolsillos
y por conservar privilegios
de épocas trasnochadas
se sienten dueños
y con sus mandatos nos arrastran
a la intervención del Reino de España
y no pasa nada
ni a nadie se reclama
ni la justicia se aclara
ni nadie en España
sale a la calle para decir ¡Basta!

Me desperté
en la noche,
soñaba,
el sudor
por mi cuerpo resbalaba,
la sangre
la tenía helada,
le di al interruptor de la luz
y vi
que el despertador marcaba
las tres horas de la madrugada,
bebí
con ímpetu
un vaso de agua,
cerré
 los ojos,
y me dije
desde la cama
y en voz baja,
hasta mañana.

Comencé a soñar
en esta España,
maltratada,
arruinada,
palmo a palmo codiciada,
violentada
y asesinada a tiro de pistola
y por la espalda
y ello me produjo un gran pesar
y luego una falsa calma.

La calma fue pasajera
en esa mar brava
que de mi se apoderaba
y enviaba
hacia unas playas
de arenas doradas
y pensé que soñaba
pues no tenía los labios salados
ni peces en las barbas,
ni bañador a rayas,
ni barca,
ni caña de pescar
ni nada de nada.

Volví a las andadas
como pude y me vino en gana
y vi una España desmembrada
que de si mismo se apenaba
por no darse cuenta a tiempo
sus huestes gobernantes
que las democracias
necesitan ser repensadas,
y trabajadas con mimo y ganas
para no quedarse desfasadas.

Esta no es mi España,
al menos la que yo pensaba.
España por desgracia
se nos va de las manos
y se nos acaba
como cuando te bebes
un vaso de agua
y compruebas
que su última gota resbala
y se esfuma
como por arte de magia
entre los dedos
hasta ir a yacer
allí donde el suelo todo lo para.

Dolor me produce
mi patria.
Dolor profundo
del que mata,
del que hiere
el corazón
y saja
hasta las palabras
para convertir todo
por donde pasa
en una improductiva
tierra quemada.

La juventud
en paro,
la sanidad
deteriorada,
la educación
maltratada.
Nada se escapa
a esa maldición bíblica
que nos aleja de la tierra prometida,
Europa
ella se llama,
y en ella
y a nuestras anchas
nos hicimos europeos
a ultranza
y de ella
si te marchas
te vas con la ruina a cuestas
y con cara de mal alumno
al que han dado calabazas.

¡Ay está España,
quererla, amarla, respetarla!
Que no todo sean banderas al viento e himnos
y que más allá
de las palabras
haya algo más
que alabanzas.
   
El futuro incierto
esta lleno de trampas
que nos han clavado
en el corazón
de nuestra patria
y no sabemos de esta forma
lo que a la vuelta de la esquina
por infortunio nos aguarda.

Por ello tenemos
que sellar alianzas
y caminar juntos
en pos de esa meta
de la cual no sabemos
donde se alza
pero que a buen seguro
nos espera
en cualquier repecho de ese camino
que se abre en un siglo XXI
que me parte el alma.

Atenazada
mi alma me reclama
algo más que palabras
y yo le digo
en estas horas de la noche,
ya la vista cansada
y la cama preparada
para dar descanso al cuerpo,
que no tengo ninguna esperanza
y que por delante veo
muros y montañas
difíciles de franquear
y que esta apuesta
por una nueva España
es cosa de esa juventud
que ha sido engañada.

¡Juventud despertar, clamar,
alzar la palabra
que por lo menos los que mandan
sepan lo que os pasa!
No os dejéis llevar
por los falsos ecos
y demostrar que vuestra sangre
no esta abonada
por los mismos nutrientes
de los poderosos apátridas
de esta Patria
que agazapados esperan
sacar tajadas
y más tajadas
sin importarles
lo que a vosotros os pasa.

Nunca el viento sopló
en estas nuestras tierras
de una forma más descarada.
Son malos vientos,
ventiscas y nevadas
que nos traen
negras borrascas,
leyes injustas
y una sociedad
más deshumanizada
en la que las desigualdades
tan mal encauzadas
y tratadas
volverán a convertirse
en elevadas, agrestes
y macizas murallas
y en prebendas
en forma de dádivas
a favor de esa clase privilegiada
y retrograda.

Más que nunca
las ideologías son necesarias
al menos para defender los derechos
de las diferentes castas
que nadie diga
que la política
no hace falta
pues es básica
una vez revisada
y regenerada
para levantar España.

Hacen falta
por encima de todo
políticos de casta
que defiendan el buen nombre de España
lo demás son patrañas,
en estas tierras desamparadas
sometidas a los avatares
de los mercados internacionales
de las altas finanzas
y a las garras de esos desaprensivos
que juegan a enterrarnos
sin darnos tiempo a una defensa honrosa.

Yo quiero volver
a sentir a España
en el fondo de mi alma,
que suba por  mi cuerpo,
que llene mi alma
para que por el corazón
corra esa sabia
con la que a veces se impregnan
los campos y valles
de malditas batallas.

Yo quisiera querida España,
que en todas las tierras
y en todas las casas
desde las más bajas
a las más altas
al ser pronunciado tu nombre
se levantaran
todos los hombres y mujeres
para gritar ¡Basta!

Me lleva
tu rumor,
me alaga
tu mirada,
me deslumbra
tu presencia,
me inquieta
tu tardanza,
me molestan
tus silencios
y me falta
ser como un grito
en la montaña,
una voz que clama,
que maldice,
que desgarra,
que penetra,
que agarra,
que sueña
y que se levanta
de buena mañana
pensando que tu nombre
es sagrado
como esa tumba
en la que descansan
nuestros seres más queridos,
esos que nos faltan
y para los que hay
de vez en cuando
flores y alguna palabra
corta,
medida,
apropiada
y medio silenciada
por el rumor 
de las tardes cabizbajas
impregnadas de terra sigillata
decantadas,
desengrasadas
amasadas
moldeadas a torno,
secadas,
barnizadas,
pasadas por el horno,
y apiladas.

Solo un verso,
una estrofa,
una poesía,
una palabra
o una patada
son los que hacen falta
para que te pongas en marcha,
para que te levantes,
para que alces la mirada,
para que te creas
que el futuro es tuyo
y que el nombre
de España
no es una entelequia abstracta
que no va contigo
porque tú
de todo ello pasas,
ahora,
antes,
después
y mañana.
Recuerda 
a pesar de todos los pesares
que España te necesita
y te llama
y que solo te pide
tu palabra.

Levanta
y alza tu mirada,
vete
como si fueras a la carga
de la caballería montada
y empuña
tus armas,
que son la voz
y la fuerza de la razón
esa que nunca falta
cuando hablas con el corazón
y con el alma.

Arriba la cara
y la frente despejada
con ganas de trabajar
y de levantar nuestra Patria
nos alzamos
de buena mañana
sin que nada
ni nadie nos desvíe
de esa misión sagrada
que solo se puede realizar
desde dentro de España
con ilusión y ganas
y que se llama dar la cara,
y gobernar sin desequilibrar la balanza
a favor de los que más tienen
y menos se desgastan en esta batalla.

La juventud llama
pide y nos reclama
que avancemos
al encuentro de soluciones
en todos los días
y en todas las horas
ya que en ello nos va el futuro
y España depende
hoy más que mañana
de esa juventud
que mira desconsolada
como el horizonte se acaba
y ante ellos se abre
un precipicio
con aguas turbulentas
y poco claras
que arrastran
hacia fronteras inexploradas
a esas fuerzas económicas
y finanzas 
que son el sostén
de nuestra Patria.

Ellos,
la juventud nos reclama,
nos pide alianza
y nosotros les debemos dar,
sin pedir a cambio nada,
la posibilidad de poder aspirar
a gozar de los mismos estados de bienestar
que ha disfrutado España
a lo largo de las últimas décadas.

Negro futuro
a todos nos aguarda
y más negro es el presente
de esta España
acorralada, traicionada,
arrojada y maltratada
que me despierta por las mañanas
y acompaña
a todas las horas del día
sin pedir a cambio
otra cosa que no sea
comprensión y una mirada clara
que le deje entrever
que tu la amas
y estás por acompañarla
hasta allí donde el alba
nos perfuma las mañanas
y viene a morir
ya con la luz del día avanzada.

Por ella,
por España
lanzo esta proclama
sin esperar
 a cambio de nada
y lo hago desde la certeza
de que hace falta
repensar nuestra convivencia
mas allá
de esas fronteras naturales
que desde siempre
supusieron una traba
para llenarnos de cultura,
y de esa luz
que los humanistas derraman
para hacer a los hombres y mujeres
más libres pensadores y más demócratas.

Autor: José Vte. Navarro Rubio (Escrita en mayo del 2012)
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