sábado, 5 de octubre de 2013

POESÍA. A LA ERMITA DE SAN LORENZO MARTIR DE ALCALÁ DEL JUCAR

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A una legua de Alcalá del Jucar
se alza esbelta y casi nueva
la ermita de San Lorenzo Martir y también en sus tiempos iglesia de las muchas aldeas
que por allí había desperdigadas entre llanos y peñas.

Situada a la derecha del río Jucar
a una legua del pueblo en que el santo se venera
el rumor del agua casi la golpea
y aunque su aspecto es inmejorable hubo tiempos en que estuvo declarada en quiebra.

San Lorenzo era santo caritativo y austero
tal y como en el templo se representa
de ahí le viene el cariño que todos le expresan
con oraciones y canciones y procesiones de fe ciega.

Dicen las fuentes antiguas
que la devoción por él era grande y sincera
y que como consecuencia de una cierta negligencia
vino a hundirse
casi por dentro y por fuera
para alzarse otra vez nueva
y servir también de iglesia.

La ermita es de una sola nave cubierta
con bóvedas templadas
y pilastras que la dividen en tres tramos con pinturas que la llenan
de santos y ángeles de esbeltas cabelleras.

Hay que pasear cerca de la ermita,
y verla por fuera,
para sentir de la paz de esa parte del mundo
en que el tiempo se queda parado y no aprieta

Autor: José Vte. Navarro Rubio

 

POESÍA: DE PASEO POR EL MAGRO ENTRE L'ALCUDIA Y CARLET

 

No es un paraíso lo que la mirada alcanza a ver y contempla
aunque no lo parezca
es una sala de torturas por la que mi alma se pasea
desde que las injusticias pueblan el planeta tierra
y desde que aprendí aquella cantinela de que la letra con sangre entra.

Desde el puente por el que camino se ve una palmera seca
por culpa del picudo
que dentro de ella tiene su despensa.
Alta y espigada la palmera
ella era la reina de ese trozo de huerta.

Voy por una senda
junto a un río,
entre árboles de ramas secas
y de compañero en esta vuelta llevo un perro
que alborota a los patos con su presencia.

Unas cañas sobre el camino tienden un puente
que parece una pasarela
por la que las hormigas se pasean.

En el agua del río
corriente junto a mi muerta
el perro chapotea
se cree el rey
de esta pequeña selva
sin leones ni jirafas, ni cebras
y sin poblados de negros tocando tambores y durmiendo la siesta.

Ladra el perro pues le molesta
mi espíritu de poeta
siempre llevando en las manos una libreta
en la que desgajo a hachazos
el paisaje que mis ojos contemplan
para hacer con él
lo que quiera.

Una pluma sobre el suelo
de un ave que la perdió en una pelea,
un guijarro redondo que sale a mi presencia,
todo esto me suena
a aquella época de conquistas
en que un rey venido de fuera
usaba estos guijarros como artillería de guerra.

Lleva la senda entre rompientes,
y entre laderas,
en las que crecen arbustos
que de ellas se cuelgan
junto a árboles que con certeza
son como las almas en pena.

Lirios en la ribera y azucenas y junqueras
que se doblan ante mi presencia,
noble es su espíritu y se merece que se les trate con mucha delicadeza.

El agua del río se siente presa
del cauce que la marea
y entre engaños se la lleva bajo su tutela
a un nuevo hogar
donde dicen que viven las sirenas.

El fuego lame con su lengua,
el fuego mata con su presencia,
el fuego de la inquisición reducía a cenizas a quienes abrían los ojos a la ciencia,
y el fuego de las chimeneas calienta.

El fuego sobre la ribera del río Magro
se come la naturaleza
y deja reducida a cenizas a la naturaleza
para que vuelva a surgir libre y como quiera.

Cerca del área de recreo de l'Alcudia
cierro la libreta,
aquí se acabaron los poemas,
ahora viene acelerar el paso
pues la noche ya está haciendo acto de presencia.

Autor: José Vte. Navarro Rubio




POESÍA: EL HAMBRE MATA AUNQUE EN UN INFORME MÉDICO NO SE DIGA




Hambre de saber y hambre de vida
no, nunca hambre para morir ni hambre porque en el mundo se producen injusticias.

El hambre llama a las puertas
y se cuela por las rendijas
de las ventanas, entre las vigas
y se viene hasta allí donde los pobres del mundo
entorno así se cobijan.

El hambre llamó a un pobre
con treinta kilos de peso, incluidos la ropa y las zapatillas
y el pobre se murió
en la soledad más absoluta
acurrucado sobre una silla
esperando un almuerzo con el cual malvivir otro día.
Su pesadilla
era solo que tenía hambre y necesitaba de la solidaridad de quienes haciendo política
dominan y recortan de todo un poco que para los pobres es su agua bendita.

Esto ha venido a ocurrir en Sevilla
donde las políticas sociales deberían pensar más en los pobres
y dejarse de tonterías.

Murió, Piertr Piskozub, víctima de la deshidratación y desnutrición
sin levantar sospecha alguna
después de ser desalojado a las 2 de la madrugada de una clínica
en la que se suponía
que debería haber recibido atención médica que hubiera paliado su posterior muerte repentina.

Despachar a un pobre a las dos de la madrugada
es un crimen
que debería mandar a la cárcel a quienes firmaron la hoja de salida
de ese hospital que a lo seguro que tenía camas vacías
y si no se buscan.

Pobres de todos nosotros
en este día de muertos por todos los lados,
gasificados como sardinas,
ahogados en las profundidades abismales a cuatro pasos de cualquier isla
y de los muertos de hambre
esos que nos crean mala conciencia al menos durante un día.

Autor de la poesía: José Vte. Navarro Rubio


Martes por la noche en Sevilla. Varios ciudadanos alertan al 112 de la presencia de un joven inmóvil en el suelo en la Avenida República Argentina. Servicios sanitarios y Policía Local acuden al lugar y trasladan al joven al Hospital Virgen del Rocío, donde se le da el alta sobre las 2.00 horas de la madrugada del miércoles. Los servicios de emergencia social del Ayuntamiento de Sevilla, alertados por el centro hospitalario, se hacen cargo del joven y le llevan al albergue municipal de la calle Perafán de Ribera, donde fallece sobre las 14.00 horas mientras esperaba sentado junto a la cola para el almuerzo.
Se llamaba Pietr Piskozub y era una de las casi 3.000 personas que malviven en las calles de la capital Hispalense; una de las miles de personas que acuden a los albergues de la ciudad cada día. Pero Pietr falleció allí, en la cola del albergue y aún se desconocen las causas de su muerte. Las preguntas sin respuesta de su caso ya están en manos del juzgado de instrucción número 5 de Sevilla.
El cuadro clínico de "deshidratación y desnutrición" ha sido apuntado por la concejala delegada de Familia, Asuntos Sociales y Zonas de Especial Actuación, Dolores de Pablo-Blanco, quien ha calificado el suceso como un "desgraciado caso extremo". Pero las causas del fallecimiento las dará con exactitud la autopsia y la investigación judicial abierta en el juzgado, que ya ha incoado diligencias previas al efecto. De momento, ha sido el Ayuntamiento de Sevilla quien ha ofrecido más detalles sobre la muerte de Pietr. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, también confirmaba este jueves que el joven estaba "totalmente desnutrido y deshidratado", lamentando "muchísimo" lo ocurrido y recordando que el joven había sido dado de alta en el hospital y que "acababa de llegar" al albergue municipal. De Pablo-Blanco recalcó, en esta misma línea, que "en el albergue estuvo sólo una pocas horas", subrayando que el Ayuntamiento activó su protocolo pertinente de actuación.
En el albergue donde murió el joven no quieren ni oír hablar del asunto; apuntan simplemente a ciertas "tergiversaciones" en la versión apuntada oficialmente hasta el momento y se remiten a lo contado desde el Consistorio.
Preguntada por la prensa también se ha pronunciado la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, quien ha defendido la actuación del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el caso, relatando que "esta persona estaba en la calle, se sintió mal, lo llevaron al Hospital, lo atendieron, respondió bien al tratamiento y cuando estaba mejor lo llevaron al albergue y allí ha fallecido", precisando que desconoce "exactamente las causas de la muerte" porque "en principio estaba respondiendo bien a los tratamientos que se le habían puesto". La posición de la Consejería es de "absoluta disposición" en todo lo que "en el marco de la investigación judicial" se desprenda pero guardan discreción tanto respecto a detalles de lo ocurrido como a datos relativos al fallecido.
Se llamaba Piertr Piskozub, vivía en la calle, no estaba bien y ha muerto en circunstancias poco claras que un juzgado tendrá ahora que esclarecer.

POESÍA: LAMPEDUSA Y ESA EXCLAMACIÓN DEL PAPA FRANCISCO: Sólo me viene la palabra vergüenza, ¡es una vergüenza!

 

Ser niño o niña en un barco a la deriva
y no poder llegar a Lampedusa con sus mareas baja
para tocar con las manos la arena y sentirse en tierra libres de sus ataduras.
Un barco naufraga y los pobres que en el se hacinan
ven con ojos de sorpresa, por segundos, como si fuera una chispa,
lo peor de la vida que es la muerte repentina
a tu lado,
tocándote con las manos y queriéndote llevar a un Olimpo en el cual los dioses juegan con sus criaturas.
Lo ha dicho el Papa, ante el cual se arrodillan todos los estadistas,
con palabras graves para que no queden dudas
y  a pesar de ello el mundo responde con respuestas muy sospresivas
como si la muerte se pudiera medir con dinero o bonos o cualquier otra cosa que se les ocurra
a esos políticos del mundo tan aficionados a las estadísticas.
Pasaron de largo barcos a los cuales se solicitó ayuda,
quizás pensaron que estaban cansados de tantos extranjeros en esas sus islas
o quizás ocurrió que como la vida es tan dura
se dijeran para sus adentros "que sea otro el que cargue con esta pesadilla".
Extranjeros vienen a Europa de la cual siempre se ha dicho que es cuna de razas y culturas
y llegan buscando trabajo, libertad y lo mejor para sus familias.
¡Que dura es la vida!
cuando el hombre y la mujer
abandonas sus tierras y se despiden de sus familias
para ir al encuentro de otras formas de vivir que nosotros les hemos introducido en sus vidas
a través de los medios de comunicación  y de la propaganda activista en forma de cuñas.
Europa duerme y se deja gobernar
el sueño le enturbia como si fuera un vaso de vino tinto derramado sobre una camisa.
Algún día Europa se levantará de ese sueño que le produce pesadillas
y comprobará como las aguas marinas encierran cementerios sin cruces ni tumbas
de cuerpos enredados entre las cascos hundidos de los bajeles en las profundidades marinas
Ellos los muertos y sus amigos y familiares con vida se lanzaban a una aventura
en un mundo propicio y en un continente del cual presumían que los recibiría
con las manos abiertas y con unas ciertas dosis de simpatía.
Atino a decir la palabra Lampedusa
y me voy a un mapa para poner un circulo a esa isla
a la cual llegar es difícil
y más si te ponen una zancadilla.
Vergüenza es y así lo clama al cielo quien es de los católicos su figura más carismática y querida. 
Lampedusa y solo mi recuerdo para las victimas
que todavía a día de hoy muchas de ellas se encuentran en el mar perdidas,
Ocho mil son ya por esos lugares los tragados por la mar interpestiva
y ninguno de ellos tuvo culpa
ni de ser pobres y querer a toda costa salir de la pobreza en un plante tierra  con muchos desajustes
en todo lo que se toca y pisa.


Autor: José Vte. Navarro Rubio
 

viernes, 4 de octubre de 2013

POESÍA: ALCALÁ DEL JUCAR VERSIÓN POETICA DE LO QUE MADOZ DEJÓ ESCRITO

 
Todo lo que se cuenta en esta poesía se encuentra también  de otra forma escrito
en ese diccionario Madoz de 1844
que  sin entrar en más detalles suposo un gran avance científico
por darse a conocer lugares, personas, animales, personas y bichos.

Angosta era su ribera rodeada de precipicios
y grandes peñascos o ripios
mientras en la ladera oriental de una colina se arremolinaba un caserío
con casas  abiertas en la propia montaña a pico.

Posada tenía Alcalá del Jucar y escuela de niñas y niño
y una fundación debida a un párroco con muchos años de oficio
para dar limosnas y dotar doncellas para que fueran más queridas por sus maridos.

Su parroquia de San Andrés estaba asistida por cura y dos prebristeros
muy solida en su estructura y construcción de mucho mérito
para lo que se ve en otros puntos de los pueblos cercanos a Alcalá y su río.

La cárcel muy mala, para verla desde fuera,
desde dentro debía ser peor de lo dicho
pues a pan y agua los reos se mordían hasta los puños.

No eran así
la casa del ayuntamiento y del pósito
que un tal Belluga fundó con la intención de que el grano estuviera todo junto.

El agua potable venía tan de cerca
que en Alcalá nunca se ha padecido de sed
pues para ello estaban las fuentes y el propio río.

Entre ellas citó la de las Fuentecillas
que daban de agua medio pie cúbico
proyectándose en ella, a falta de papel, un molino.

En el cerro de la Horca
había restos muy antiguos
por ello pensaban los ilustrados
que a poco que en ellas se metiera el pico
saldrían de sus entrañas algo más que tiestos y pedruscos.

Tenía Alcalá del Jucar un molino
dicen que de los moros
que durante muchos siglos
estuvieron por estas tierras
trabajando de lo lindo.
Tal mal era el estado  de su castillo
que fue reparado construyéndose un gran muro.

Un puente de sillería de tres ojos muy antiguo
servía de camino
entre dos reinos
que se daban la mano
allí por donde pasaba un río.
Tres eran sus ojos
y cerca como si quisiera ser la amante del puente y darle besos de continuo
se alzaba el parque de la Rambla con más árboles que los que se cuentan en cualquier otro sitio.

En el cementerio bien situado
descansaban amigos y enemigos,
padres, abuelos, madres, nietos e hijos
desde los tiempo de los tiempos
y desde que el cristianismo alzó su bandera contra los infieles y enemigos de la fe en Cristo.

Confinaba Alcalá con más términos
de los que se pueden encontrar en cualquier sitio,
entre ellos sin olvidar ninguno
tenemos a Alborea, a tiro, Casas Ibañez, con muchas casas y pocos obispos,
Ves, y no vuelvas chispado por el camino de vuelta a casa montado en un borriquillo,
Casas de Ves, para que sus vecinos duerman en ellas muy tranquilos,
Alatoz, con z de zorro y es que por allí la vista es capaz de seguir en vuelo a un halcón peregrino,
Jorquera, sin ningún calificativo y Recueja, con su bello paisaje se mire por donde se mire
desde cualquier ripio junto a un camino.

Sus tierras eran de todos los tipos conocidos
desde secano con mucho trigo hasta quebradas con arbustos y pinos
sin olvidarnos de las tierras del común con montes y pastos
en las que comían de lo lindo las ovejas que hasta ellas llegaban a menudo.

Aldeas tenía y tiene este pueblo tan distinguido,
todas ellas con pocos habitantes y olvidadas del mundo, entre ellas cito Heras y Zulema,
una casa de campo construida con mucho gusto
en la cañada de la Gitana con Aljibe incluido,
Casa de Cosme Pardo muy cerca de un camino
que a Alborea va muy derechito,
Casa del Cerro y la Gila, no rechisto,
y las casas del Conde, estas están por todos los sitios,
Piqueras, Peña-rubia, junto al santuario de san Lorenzo, tan bonito,
muy escasa de agua y con dos vecinos.
A 14 varas dicen que salió agua de un pozo a esos fines para ello construido
y en cuestión de minas miren por donde las hay de antimonio
y carbón de piedra para dárselas a los niños que se portan mal con sus padres y amigos.

El Jucar corría y corre por un lecho muy antiguo
entre grandes peñascos y laderas que no las escala ni un macho cabrío
y buena muestra de lo que se sabe por estos lugares tan primitivos
es que sus vecinos han llenado de olmos su ribera para que el gua en caso de diluvio
no se desborde y se quede quieta en su sitio.

Cinco presas regaban las fértiles huertas
y como cada una de ellas estaba en un sitio
comenzaremos a nombrarlas una a una y tiro.
La primera a una hora de camino en el pueblo de Recueja, buen sitio,
la otra sobre el puente de la villa ¡si amigo, cerca de Alcalá del Jucar!
¿saben por qué lo digo?
y las tres últimas en las huertas del Pardo, en Tolsa en un molino y en Don Benito.

Ya desde antiguo labraban las huertas los árabes
al abrigo de un gran castillo
que cerraban de puertas hacia adentro
cuando presentían algún peligro.

Cerca de la rambla de San Lorenzo estaba y está la ermita de su mismo nombre
en una pequeña altura, dominando el sitio y a ella concurría el gentío
para disfrutar del paisaje, adorar a su santo más querido
y beber agua de la fuente del Pocico Ochando, estrecho pero muy limpio,
en el abrevaban los ganados
y se hallaba en el camino
que conduce derechito a la Casa de Valiente, de los valientes y combativos.

Entre regueros y barrancos estaba al sitio
conocido con el nombre de Casa del Cabezo
para beber agua de otro pocico
y a media hora de camino estamos de coger buen ritmo
en los Pumarejos con olmos, huertas con frutales de sabor exquisito
regados con agua de dos fuentes con muchos cañitos.

Por el Norte era sus caminos llanos y poco frecuentados por amigos ni enemigos
y por el sur  ásperos como un membrillo
y de herradura de esas que se ponen a los borricos.

Para entrar en los pueblos los carruajes lo hacían a brincos
mientras los que iban dentro sentados en sus asientos respectivos
miraban a través de las cortinillas y cerraban el pico.

La correspondencia llegaba en sacas y se repartían a lomos de caballos bien cebados
con avena, cebada y poco trigo
y en estas tierras se producía de todo un poco y para ser certero en mi dicho,
geja, cañamo, panizo, azafrán y trigo,
también como es normal en la Manchuela  se producía por imperativo
cebada, centeno, avena, escaña, garbanzos y miel de abejas alimentadas a su gusto
de flor en flor como quien no tiene otro oficio
y hortalizas para hacer esos mojetes que quitan a quien los prueba  el hipo.

Frutales los había aquello parecía el paraíso
desde los manzanos, hasta perales, cerezos, moreras y melocotoneros
que pesaban algunos más de un kilo.

De esta forma pasamos al vino recio y caritativo
que se bebía en porrones, botas, pellejos y botijos
y con azúcar y frutas del tiempo en lebrillos
para refrescarse de los muchos calores y agobios continuos.

De fuera venían en carros de cuatro tiros,
arroz de la Albufera, bacalao de algún puerto marino
y aceite de oliva de los muchos olivos que en Albacete había en suelos pedregosos
ideales para este tipo de cultivo.

Se daba ganado de cerda y cabrio,
en menos cantidad el lanar y escaso el bovino,
el mular de caballo, macho y mula de tiro
se utilizaba para tirar de los carro, labrar y trillar de lunes a sábado incluido
y transportar a los vecinos que acudían a las ferias sobretodo los domingos
y el de asnos y borricos para las faenas de arriería con puntos suspensivos.

Liebres, perdices y conejos
saltaban unos y unas por los caminos
mientras unos corren las otras vuelan cuando sienten el primer tiro
para refugiarse entre el arbolado y quitarse de encima el susto.

Industria se tenían
de lienzos, alpargatas de cáñamo bien curado por los artesanos de turno
y telar de lana para hacer mantas ya abrigos..

Bebían los de Alcalá aguardiente de Casas del Cerro
y también el suyo
muy escaso pero bueno para alegrar las veladas de todos los nacidos
y como no en época de mayos y de fiestas en honor de San Lorenzo,
patrón del lugar muy respetado y mucho más querido.

De todo vendían los de Alcalá desde Valencia a Murcia para sacar sus buenos dinerillos.
Marchaban a Andalucia a vender  lienzos por allí muy pedidos.

No me olvido de un molino y de harina un molino,
además del de Don Benito,
cerca de Casas de Ves con parada de cuatro ruedas y puente de madera no podrido,
muelen en él por ser de su gusto
los vecinos e Alborea, Carcelén y Casas de Ves juntos.

Su peor enemigo eran los malos caminos que dificultan la entra y salida de productos.

Fue conquistada a los agarenos a espada y hierro por un rey Alfonso VIII muy combativo
en una primavera con muy poco frío
hacia el año 1211, es decir, hace unos ocho siglos.

Para 1835 los carlistas al mando de Quilez hicieron por aquí más de un estropicio
saqueando y derrumbando puertas, pegando fuego y exigiendo exuberantes tributos
por eso el ayuntamiento en pleno se fugó ante el peligro de que los pasaran por el paredón
por no haber a la causa carlista contribuido.

Autor de la poesía: José Vte. Navarro Rubio




 

ALCALA DEL JUCAR Y EL DICCIONARIO MADOZ

 

Datos de la localidad:
vecindad con ayuntamiento de la provincia y audiencia territorial de Albacete (7 horas], partido judicial de Casas  Ibañez (2), adm. de rent. y arcíprestazgo de Jorquera (2), ob. de Cartagena (22 horas á Murcia , residencia de la silla episcopal), ciudad g. de Valencia;  está situada en la ladera oriental de una colina en una pendiente escarpada, á la  margen izquierda del río Júcar , del que la separa una angosta ribera, rodeada de  precipios y peñascos: las casas, abiertas en su mayor parte á pico en estos, son lóbregas, sin desahogo ní ventilación, de donde proviene la fetidez que  se nota en el pueblo y su insalubridad, pues son frecuentes las calenturas  pútridas é intermitentes: las calles escalonadas , sin permitir un espacio que  pueda servir de plaza, son resbaladizas, tortuosas é incómodas, y solo la que  bordea al río, denominada Nueva, espaciosa y casi recta: hay una posada, escuela de niños (de 50 á 60) y otra de niñas (20), y una fundacion para dotar  doncellas y dar limosnas, debida á un cura párroco, que al efecto dejó  algunas huertas con esta carga, de cuyo beneficio disfruta también Alborea  alternativamente, como se dijo en su art. : la iglesia parroquial (S. Andrés), es sólida,  de bastante mérito, y está servida por el cura y dos presbíteros; la cárcel  muy mala, y regulares la casa de ayuntamiento y el pósito ("fundado por el cardenal Belluga), que forman un solo edificio; el agua potable es del río y de fuentes;  muchas de estas desaguan en él por la derecha, sin utilizarse; otras sirven para  regar huertos, y en las Fuentecillas, que son varias reunidas que dan como  medio pie cúbico de agua, se proyectó no ha mucho tiempo construir un  molino de papel. En el cerro de la Horca, situado en la parte superior N. de la  población, se advierten las ruinas de otro pueblo que debió ser considerable,  cuyo nombre y demás circunstancias no han llegado á nuestra noticia; el antiguo  castillo de moros fué reparado en la última guerra civil , añadiendolé un fuerte  muro y otras obras para la defensa de la villa. Pasado el río por un puente de  sillería de 3 ojos, sólido, y quizá el mejor que cruzan sus aguas, se encuentra  el paseo dé la Rambla con muchos árboles de adorno, y el cementerio bien situado. Su término confina al Norte con Alborea y Casas-Ibañez; Este con Ves y  Casas de Ves ; Sur con Alatoz , y 0este con la Jorquera y Recueja: su travesía de N. á  S. es de 21/2 horas y otro tanto de E. á O. , y está cortado de O. á E. por el  río Júcar que !o divide en dos partes casi iguales: la del N. es llana, de secano, pero muy productiva; y la del S. algo quebrada, floja, con sierras bajas  cubiertas de pastos, arbustos y algunos restos de sus pinares, y largas tierras  del común de vecinos, destinadas también á monte y pastos, que no es bastante  á consumir el ganado lanar que se cria: en la parte del N. se hallan las aldeas  de  las Heras y Zulema (V. sus art.), la casa de campo dicha Cañada de la Gitana  con un buen algibe, y la Casa de Cosme Pardo en el camino que va á Alborea,  con bueuas tierras, que formaban un vínculo, y pozo de agua potable, y en  la parte del S. las ald. Casas del Cerro y la Gila (V.) y las casas de campo  llamadas del Conde, Piqueras, Peña-rubia y alguna otra de poca  consideración: esta última, situado en la confluencia de la cañada de la Gitana  con las ramblas de Alatoz que unidas entran en el Júcar por su derecha, junto al  santuario de San Lorenzo, es muy escasa de agua y solo tiene dos vecinos de los  5 ó 6 que antes contaba: en 1817 se abrió en ella un pozo buscando agua, que se encontró a las 14 varas, asi como algunas vetas de carbon de piedra, y  la mina de antimonio que no se beneficia. El Júcar corre por un lecho  profundo abierto al través de peñascos v laderas escarpadas, sin que sus  desbordaciones puedan causar grandes daños, porque le sirven de dique las  raices de inumerables olmos colocados en sus margen: sus aguas tomadas por  medio de cinco presas, una, la superior , en el pueblo de Recueja á una hora  al O. , otra sobre el puente de la v., y tres mas abajo en las huertas de Pardo y  molinos de la ald. de Tolosa (V.) y D. Benito, riegan a la fértil vega. de 3 horas de long. aunque estrecha, que media entre el r. y el arranque de  los  peñascos, cuyos riegos asi como los de Jorquera y v. de Ves datan sin  duda  del tiempo de los árabes, que cultivaban estos terrenos al abrigo dé los cast.  que levantaron en los tres puntos. A la der. del r., en su parte superior, y á  1/2 leguas al O. de la población se encuentra en una pequeña altura la espaciosa y  bien conservada ermita de S. Lorenzo, cuya festividad, que es la de mas  nombradia del partido, se celebra en su dia con fuegos artificiales y gran júbilo del inmenso gentío que concurre: el sitio es delicioso; domina una gran  porción de la pintoresca ribera, y por él desemboca en el Júcar la rambla de  S. Lorenso , caudalosa en tiempo de lluvias, próxima a la cual hay una fuente  de esquisita agua, y un pozo llamado Pocico Ochando, que sirve de  abrevadero para los ganados, y se halla en el camino que conduce á Casas de  Valiente. También se encuentra á la der. del r., á 2 horas de la v. la Casa del  Cabezo en suelo cortado de regueros y barrancos, con un pozo que la surte  de agua, y los Pumarejos, (á 1/2 hora), que son unos huertos "abiertos con  notable industria entre quebraduras y vallejos, y que regados con el agua  abundante de dos fuentes, crian buenos olmos y frutales. Los CAMINOS en la  parte del N. son llanos, pero poco frecuentados; los de S., ásperos, de  herradura; las entradas del pueblo peligrosas, ¿ inacsesibles á carruajes ; el paso del r. lo es también en todo el espacio que corta la jurisdicciónpor haberse  inutilizado el camino que se conoció con el nombre de Puerto Seco, que era  el tránsito para Requena y otras v. La CORRESPONDENCIA se recibe tres  veces a la semana por una hijuela de la adm. de Jorquera. PRODUCCIÓN PRINCIPAL: las  principales son , azafrán y seda: esta pasa de  2,000 libras y el azafrán de 1,400. También sé hace cosecha de avena, a, centeno, guijas, garbanzos y miel: se siembran pocas  legumbres y hortalizas, y los frutales (que podían cuidarse y limpiarse con  mas esmero; son perales, cerezos, ciroleros", melocotoneros, moreras, algunos manzanos: el vino que falta se importa, así como el arroz, aceite   ; se azafrán , seda , cáñamo , hortalizas y otros frutos del  país; las maderas del olmo, que se utilizan para la fabricación de carros, sou  estimadas hasta en Valencia y Alicante: el ganado iauar es escaso , y mucho  mas el cabrío y de cerda: el mular, se emplea en las labores del campo , y el  asnal en la arriería: hay caza de liebres , perdices y conejos: POBL. : 658 veciudad  2,883 alin.ind.: la agricultura, fabricación do lienzos muy bastos y de  alpargatas en que se empla la mayor parte del cáñamo de la ribera , algunas  lelas de lana basta, y muy poco aguardiente en calderas ó alambiques  movibles que se ílevaa á casa de los cosecheros de vino. El trafico se limita á  llevar á Andalucía algunos lienzos, y á los pueblos de la carrera de Valencia  los géneros expresados: en dicha ciudad son muy estimados los cañamones que  produce el suelo de esta r . , porque alli escasean por cogerse el cáñamo en  yerba: hay dos tiendas de ropas ordinarias bastante provistas , y las  necesarias de mercería para el surtido del vecindario; y á las inmediaciones un batan y dos molinos harineros , ademas del de D. Benito, situado en los  confines con Casas de Ves, el cual tiene una parada con 4 ruedas, y un buen  puente de madera con machones de sillería reedificado poco ha: á él  concurren á moler los veciudad de Alborea y Casas de Ves , de la izquierda del r. y  Carcelen de la der. RIQUEZA PRODUCCIÓN PRINCIPAL: 10.888,309 reales; IMP. 545,048 reales ;  CONTR. 40,283 reales Esta v., como todas las del partido, ganarían mucho si se  hiciese practicable para carruáges al transito de N. á S. del terr. de la  primera, colocada en una situación aislada, por lo que sus frutos no tienen la  salida que lograrían en aquel caso. Fué conquistada del poder agareno por el  rey D. Alonso de Castilla en la primavt-ra del año 1211. Ocupada por las  tropas carlistas al mando de Quilez en 28 de julio de 1835, estas corrieron sus  calles, derribando las puertas de las casas, saqueando y pegando fuego  donde mejor les parecía: impusieron una exhorbitante contribución , y el  ayuntamiento se fugó por no poder pagarla, escusaudo asi el haber sido fusilado.

POEMA DE LAS SEIS DE LA MAÑANA DE UN DÍA QUE APRIETA



Me llega un respiro leve y suave de olor a tierra
en un otoño desgajado como rama seca
del árbol que en mi crece y da vida a mi presencia.

No recuerdo el momento, ni el día, ni el segundo
en que esa estrella errante que brilla en mis ojos
se puso a alumbrar  mi entendimiento y me hizo humano
desde los pies a la cabeza.

Quizás fue, así lo sea, antes de nacer
y de hacer acto de presencia con protocolo incluido
de golpe en el trasero y llanto indicativo de enhorabuena.

Es noche de tormentas, sin sueño,
y con muchas interrogantes viajando en un vagón de tercera
donde se apiñan con un cortejo de dudas
a cada cual más grande.
en un tren sin parada que nos lleva
a los confines de las ciudades
para arrojarnos en esos vertederos de materias desechables, contaminantes y peligrosas
por los secretos que encierran.

Como se ve  a poco o nada más
que uno se alumbre con una linterna
le salen a flor de la piel
todo lo que dentro de si mismo lleva.

Con poco, con nada se activa la maquinaria
de la inteligencia
y ahí queda en una noche negra
sin estrellas
solo con aparato eléctrico de una compañía eléctrica
este monologo de hombre que así mismo se busca
y al cual si le tocan las peras
hace saltar chispas a las mismas piedras

En un habitáculo donde se oye al silencio jadear
me surgen unas preguntas
de las que no espero respuestas
¿nos tendrán por tontos los políticos?
¿pensarán que sus mentiras pasan desapercibidas
y que no las creemos
por el simple hecho
de que comulgamos con algunas de sus ideas?

La noche con sus intrigas
vuelve a rondar por mi cabeza
al tiempo que maulla un gato y se oye con fuerza
el ruido del motor del agua potable
y los gritos de las paredes
como si los materiales con que fueron construídas
no estuvieran contentos con la vida que llevan.

Pasa un coche de repente y por pasar
a esas horas en que la calle está desierta
lo hace despacio como si no quisiera
despertar a nadie y aguar alguna fiesta.

En la noche amiga
uno a si mismo se encuentra,
con casi nada,
con solo verse en un espejo
y contar en el las arrugas de su cara,
esas que nos distinguen por fuera
de lo que fuimos y somos, de lo que seremos
y de lo que nos queda de mirarnos en el espejo de nuestras vidas
para continuar contemplando con tristeza
esa huida hacia adelante, esa carrera,
en la que ganar parece imposible
pues la muerte siempre se lleva pegada a los talones
contando uno a uno los días que nos quedan.

Pongo fin a este monólogo
por falta de espacio y caída de la bolsa de las letras universales,
entre maullidos de un gato
que se aleja, aleja, aleja,
buscando ¿qué busca el gato?
la gatera.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

jueves, 3 de octubre de 2013

POESÍA: EL CASTILLO DE ALCALA DEL JUCAR EN LA ALTA PEÑA



Vienen y se estrellan las nubes sobre el castillo de Alcalá del Júcar,
vienen de verbena y allí se quedan para saborear la fiesta
cansadas  de cruza los espacios y de ser temidas por lo que en su interior encierran.
En la alta peña
comidas por el viento y la lluvia sus laderas,
destaca por su hermosa cabellera
ese castillo construido para que hiciera de defensa de los habitantes de aquellas tierras
y a fe lo que lo hizo sin preguntarse siquiera
quienes eran, los unos y los otros, ni por qué usaban de la fuerza de las armas si todo era
tierra quemada y pobres viviendo de sus miserias en las cuevas.
La historia, cruel como solo ella, se cierra
y cuando sus páginas se abren lanzan fuera tanta mierda
que da miedo el pensar en otra cosa que no sea en los pobres de ellos y pobres de ellas.
Castillo regio
en la Castilla Manchega
y para más señas en Albacete circunscrito para que todos lo vean.
Desde el castillo se domina todo lo que alcanza el tiro de una gran piedra
rodando sin descanso hasta llegar más allá de donde los ojos de un centinela
son capaces de distinguir nada que no sea polvo y más polvo
y detrás de la tormenta
en aquellos tiempo siempre venían los soldados de la gleba
luciendo armaduras y escudos y calzando sus piernas con polainas y largas medias.
"Al-Kala" de un rey
que suspiraba por ella
mientras ella que era muy bella
solo quería que el viento y el sol y la luna y las estrellas la poseyeran.
Es por eso, solo por eso,
que el rey murió de celos
mientras ella
siempre más joven y siempre más bella
continuó viviendo
en el Al-Kala de un rey que suspiraba por ella.

Autor: José Vte. Navarro Rubio


POESÍA: ALCALÁ DEL JUCAR ENTRE UN PEÑÓN Y UN FALDÓN


Entre un peñón y un faldón
se alza Alcalá del Jucar desde los tiempos en que alguien pensó
que el lugar era bueno para rezar y adorar a Dios.
Alcalá esta allí donde los silencios anidan en el corazón
y solo el rumor del agua en su descenso por la hoz
le viene a romper su voto 
entre cantares que las aguas recogen de los lugares por donde la corriente pasó.
Agua en su descenso y caída,
agua se adivina en sus remansos y en las fuentes siempre activas.
Agua que dicha cuando en la boca se deposita,
agua, agua, en Alcalá del Jucar, bendita,
en la iglesia de San Andrés y en su ermita.
Las noches en Alcalá del Jucar son casi siempre noches parisinas
pues no hay torre con más fama 
ni pueblo más orgulloso de su forma de vida
que la torre Eiffel y esa maravilla que es Alcalá del Jucar
desde donde el sol despunta hasta donde el sol se esconde tras su diaria y corta vida.
Un eco nos lleva de peña en peña
y de una a otra punta de las tierras de Alcalá del Jucar
y el eco dice: ¡Soy del Jucar!
mientras la tierra retumba en un  otoño que avanza y en un invierno que se adivina,
todo por culpa de esas hojas secas, ya de los árboles caídas,
que tapizan las calles, jardines, paseos y riberas de los ríos sin muchas prisas.
Alcalá del Jucar 
en sus otoños de muerte 
e inviernos de fríos hasta en las uñas,
de primaveras iluminadas 
y veranos a la sombra de las parras soñando sin más ataduras que te cae un racimo de uvas.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

  

POESÍA: SE DEJÓ ALCALÁ DEL JUCAR CONTEMPLAR DESDE UN PUENTE ROMANO TODO DE PIEDRA

 
Crucé las tierras
como quien va a la conquista de un trozo del mundo sin espadas, ni cañones,
solo con una libreta y un bolígrafo de punta fina
con el cual poder describir aquello que ante mi vista me producía sensación de sorpresa.

De l'Alcúdia a Alcalá del Jucar
cuesta arriba y cuesta abajo  viajé callado y esperando que se acabara la carretera
y por fin se abrió ante mi
el pueblo que se debe al milagro de unos hombres y mujeres
que apostaron por su supervivencia.

Se dejó el pueblo contemplar desde el camino que lleva  a un puente romano
todo de piedra
de un río tan lleno de vida en sus riberas
que me dio miedo cerrar los ojos por lo que fuera.

El coche nos llevó entre galopes  suaves
por unas calles que antes fueron fuertes laderas
de una montaña tan abierta
que sus entrañas salen a la luz del día
desde ventanales que se cuelgan sobre una hoz que así mismo se confiesa
ser heredera
de otras hoces y de otras muelas
en el camino que va desde su nacimiento
a su desembocadura en Cullera.

Río de puentes de piedra trabajada y de madera, de hierro y acero y de poleas
colgando de un abismo y a la espera
de que un trotamunos por ellas pase
para gastarle una broma de esas que no se olvidan por mucho que el tiempo pase a la ligera.

Las tierras son iguales si no se trabajan y esperas que de ellas broten frutos
con que llenar tus alacenas.

En Alcalá del Jucar las tierras denotan que sobre ellas se derramó sangre
y sudor de hombres que vivían siempre pensando en como sacarles más de una cosecha. 

Autor: José Vte. Navarro Rubio


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