viernes, 10 de enero de 2014

CAFE SOSPESO O CAFE PENDIENTE: INICIATIVA SOLIDARIA


 Cafes Pendientes
El caffè sospeso (también ahora conocido como suspended coffee en el mundo anglosajón) es una tradición centenaria originaria de Nápoles, que había caído en el olvido hasta que, en 2008 (¿casualidad o premonición por los años difícles que vendrían?), el periodista Luciano De Crescenzo publica un libro epónimo que resucitaría esta práctica:“A Napoli quando una persona è felice, invece di pagare un caffè ne paga due, uno per sé e uno per il cliente che viene dopo. È como offrire un caffèe all’Umanità…”. El caffè sospeso es sencillamente un acto altruista por parte de un cliente: toma un café y paga dos, dejando el segundo a disposición de otra persona. La solidaridad es, más que nunca, un elemento clave en los momentos que vivimos: puede ser un panadero que regala sus invendidos al final del día, una persona que decide comprar un bocadillo para dárselo a alguien en la calle, o pagar un café por adelantado para quien no se lo pueda permitir.
Con la recesión, esta iniciativa se ha extendido a más países, sobre todo los que cuentan con inviernos muy fríos, desde Bulgaria a Rusia, EEUU, Canadá, Australia donde varias plataformas se han ido implementando paulatinamente en las últimas semanas o en Inglaterra de la mano de Starbucks. Ser participe de esta acción, además de cumplir con fines solidarios, es también una manera de publicitarse e incrementar sus ingresos para los bares y restaurantes que se adhieran.
Este movimiento llega ahora a España bajo el nombre de Cafés Pendientes, una iniciativa llevada a cabo por Gonzalo, un especialista en marketing online que decidió aprovechar sus conocimientos para promover la idea. La pagina web cuenta con un mapa donde podemos ubicar de un vistazo los establecimientos que participan en esta iniciativa a nivel nacional y toda la información necesaria para locales que deseen sumarse, acogiendo a personas en situación de pobreza o sirviendo cafés en vasos desechables.
Tonino Guerra fue dramaturgo, novelista, poeta y guionista, Vittorio De Sica, director y actor y Federico Fellini director y guionista. Los tres italianos. Los tres vinculados al cine con trabajos comunes.
Vittorio murió en 1974 por lo que la anécdota que circula por las redes sociales, de ser cierta, tendrá mínimo 40 años.
Se dice que Tonino narró a sus compañeros lo siguiente:
"Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés - pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?"
Fuera Tonino, Vittorio, Federico o la mismisima Sofía Loren la que contara la anécdota lo importante es que seguramente sería verdad.
Si, porque está tradición existe. Apareció en Nápoles. La gente paga un café caliente al que lo necesite y no tenga recursos para permitírselo. El pagador no conoce a quién está invitando. La esencia de la solidaridad.
El caffé sospeso se ha mantenido, extendido más allá de las fronteras italianas y por fortuna se ha ampliado el concepto a la alimentación. 
La ONG La rete del caffé sospeso (La red del café pendiente) ha instaurado el día 10 de diciembre como el día del Café Pendiente pretendiendo  volver a situar a la solidaridad en el centro de la vida humana.

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