domingo, 12 de enero de 2014

POESÍA: ENTRE LIEBRES, PODENCOS Y GALGOS EN PINAREJO HE PASADO UN RATO



Con tantas plantas y tallos de Pinarejo,
hojas, hojarascas, frutos y troncos de árboles comidos por los sapos que anidan en mi memoria
y se quedan tiesos conforme se van cumpliendo años.

Con tanta fauna silvestre corriendo por los campos, montes, laderas y vallejos
hasta llegar a los encaños
donde reponerse de los rigores en los largos veranos.

Con tanto desafiar al tiempo que todo lo convierte en humo blanco
me he pasado de largo
y para cuando he querido recular
para llegar hasta donde estaba de mi mano
me he dado cuenta ¡tarde, no, temprano!
que de esa fauna y flora de Pinarejo mucha de ella ya casi es un recuerdo de los más ancianos.

Zorras y perdices,
culebras y sapos,
liebres y conejos,
codornices y tábanos,
hormigas voladoras, ciempiés y alacranes colorados,
pinos, collejas, tomillo y chaparros,
trigo, avena, centeno, yeros, guijas, azafrán, espliego y pipas de girasol y de tabaco,
zumaque, cardos, grama, perales y manzanos,
vides, olivos, almendros, sabucos, nogales y abetos en la cuesta de la Horca esperando,
palomas, milanos, lechuzas, aguiluchos, búhos, golondrinas y pajarillas cantando,
burras, mulos, yeguas y caballos, toros, alondras y saltando un gato atolondrado,
lebreles, podencos, y perros cuidadores de ganado,
merinas y manchegas, cerdos chatos, conejos de la india, gallinas de no más de un palmo,
escobas amargas, escobones de barrer en la era los guijarros,
cardos borriqueros, aliagas a un cerdo chuscarrando, setas de cardo y níscalos soñando,
espliego en una caldera, mies en un carro acarreando y mujeres dando pecho a destajo,
pastores con su ganado, labriegos con el arado, mozos de vendimia y jornaleros a destajo,
misa en la iglesia, procesión por la Solanilla, medio subiendo y medio bajando,
mujeres rezando, amasando, sufriendo de los dolores de parto y hombres fumando caldo de gallina
y maldiciendo por ser tan pobres que no tienen ni para zapatos.

Todo esto ha sido en un rato
en que me quedé leyendo un poema
que trataba de un ser humano encadenado
que cuando vio la libertad tan cerca, casi con la mano tocando,
se ató más fuerte la cadena
pues tenía miedo a no poder morir de esclavo. 

Autor: José Vte. Navarro Rubio

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...