El agua del mar le anima
mientras ella,
que se sabe guapa y querida
por una tropa de soldados
sin mando alguno que sobre ellos ponga cordura,
estirada sobre la arena
y todo el sol sobre su pecho,
cara, pelo, brazos, pies y cintura
toma del sol sus rayos
y del resto de cuestiones
que trae el día
un poco de crema
para las arrugas,
tinte para el pelo,
agua, te y verduras.
Es verano y en la costa
algunos hacen su fortuna
ligando en la playa, en el bar y allí donde se mueve una falda
y se escucha
una voz femenina.
Igual da que sea en el mercado,
tintorería, café, discoteca, estanco, quiosco o panaderÍa
el playboy del cual trata esta poesía
se las ingenia
todos los días
para comer de caliente,
beber sin freno ni cordura,
trabajAr lo suficiente
para comprar pantalones y camisas
y dormir a partir de las siete de la mañana
pues la noche es muy dura.
En España el turismo
desde siempre sirvió
para que nos llegaran divisas.
por esos los españoles nos sentimos agradecidos con esa Europa que nos envía
a sus gentes para que aquí disfruten como nunca.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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