Borracha mi poesía,
esa que se esconde tras un velo,
me causa desvelos
pues el verbo fácil que se trascribe en algunos textos
sale a la luz
y en medio
de una falta total de orden académico
se rebela
como si estuviera en aprietos
contra todos aquellos
que se creen en posesión del orden perfecto.
No cree, dice mi poesía,
en nada de eso
que algunos llaman estilo y lo fundamentan en el hecho
de ciertos valores que solo sirven para amortajar a un muerto.
¡Viva!,
grita mi poesía,
todo aquello
que tiene que ver con la anarquía
y con el orden imperfecto
de las rimas
y del universo.
Por eso hoy y en Toledo
el poeta que no sabe de que va todo esto
se escuda tras ese velo
tras el cual él ve la cara de todos aquellos
que ante esta lectura se quedan perplejos.
Avanza la poesía
a través de ese desierto
de arenas y dunas de paginas en blanco y de versos inconcretos
y tras realizar la travesía y no encontrar ni tablas de la ley, ni ciudades con cencerros
se vuelve a Toledo
a esas horas en que su río, ese que le sirve de anillo en el dedo,
se para por unos momentos
para suspirar como aquel moro que perdió Granada
a manos de otros reyes que solo querían de aquellas tierras sus tesoros y sus misterios
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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