En un andén alguien espera
que pase el tren de su
vida
para matar su
desconsuelo.
Bajo las sombras de los
plataneros,
Bajo la sombra misma, ya
la noche cayendo,
de pie y con cigarrillo
en la boca que le hace de lucero
y signos de muchas
interrogantes
en su entrecejo
un hombre se siente,
tiene miedo,
de esas sus pesadillas
llenándole el alma de
negros presentimientos.
El silencio de la noche,
la tardanza del tren
correo,
el miedo a lo que pueda
ser,
el ruido de las vías como
si llevaran en su interior el pito de un sereno,
la luz de unos faros
moviéndose al compás del viento
el silbido, al tiempo
que el encargado de la estación levanta una bandera,
indican al hombre que
espera bajo el platanero
que se aproxima el
momento
de poner en orden su vida
o de salir en el tren corriendo.
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