Tránsitos los de nuestros
días
que van desde el
nacimiento
hasta el mismo instante
de la muerte, justo en ese momento,
y entre medio
queda con o sin sintonía
todo aquello
que hicimos y de lo cual
persiste en el recuerdo,
poco o mucho, nada, o
quizás algún remiendo,
dependiendo, así es la
vida,
del precio justo que
tenga ese clavo ardiendo
al cual nos referimos
en esta poesía con tanto tiento.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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