Ni en el peor de los relatos,
ni en aquellos cuentos macabros
que de pequeño oías
y te hacían por la noche dormir con los ojos clavados
en el pomo de la puerta
como si por la casa andaran fantasmas clamando sangre fresca y dedos a la parrilla asados.
Así es la historia
que algún diario de España ha levantado
de 250 cuerpos hacinados
en un departamento de Anatomía
como si estuviéramos en otra época de la historia
y lo que nos están contando fuera un chiste de Gila o de Arevalo.
Yo no me lo imagino
y ustedes no se lo que estarán pensando
pero al parecer la historia es tan real como que hoy es martes,
vísperas de un miércoles de trabajo.
¿Tanto cuesta
tener los cadáveres de esos donantes o seres abandonados
en un lugar digno
bien etiquetados
para que el uso que se haga de ellos
sea el más adecuado?
A lo visto y por ver
el mundo está muy mareado
y para que vean de que va el asunto
les tengo que decir que en lo que se refiere a este caso
todo esto me da mucho asco.
Recuerdan aquella película de Frankiestein,
yo la recuerdo
y creo que con lo que dará de sí este caso
se puede fabricar un drama o una buena obra de teatro
para que las generaciones venideras puedan tener un conocimiento más exacto
del horror que se esconde en algunos sótanos.
Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio
La Universidad Complutense ha abierto un expediente informativo para aclarar el hacinamiento de cadáveres en un departamento de Medicina, aunque ha asegurado que “el problema de personal” que provocó la acumulación de restos ya se ha resuelto y que esta misma semana se comenzará a retirar los cuerpos.
El Mundo
ha publicado que las instalaciones del Departamento de Anatomía y
Embriología II de la Facultad de Medicina se hacinan 250 cadáveres sin
control ni higiene.
La universidad admite el problema, que achaca a la falta de “dotación
de personal en los últimos meses debido a la etapa de recortes que
establecían una tasa de reposición cero en la plantilla”, problema que
“ya ha quedado resuelto”. “En los últimos días, el citado departamento
había alcanzado un acuerdo con una empresa funeraria para la retirada de
los restos humanos que se habían acumulado, proceso que se llevará a
cabo esta misma semana”, añaden. La Universidad Complutense critica que
se hable de “un falso museo de los horrores” y mantiene que el proceso
de donación de cadáveres está “perfectamente regulado”.
Fermín Viejo, profesor y exdirector del Departamento de Anatomía y
Embriología Humana I, explica que en su área la situación es
“completamente distinta, ya que todos los cuerpos almacenados [un
centenar] están perfectamente clasificados, identificados y guardados
garantizando las condiciones de higiene y el respeto”.
Una empresa funeraria es la encargada, en el caso de este
departamento, de incinerar aquellos cuerpos que, tras ser utilizados por
los alumnos, son inservibles para trabajar y en ningún caso es el
departamento el encargado de incinerar los cadáveres.
Viejo aseguró desconocer qué es lo que ocurre en el Departamento de
Anatomía II de la universidad, dado que ambos funcionan de forma
independiente y no comparten instalaciones.
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