Desde siempre la ciudad,
ella con sus piedras antiguas,
anhela el retorno de aquellos días
en que las huertas en primavera se llenaban de voces, gritos de alegría y risas
de aquellas mujeres
que de La Alhambra salían
para llenar las canastillas
de frutas y hortalizas
con que adornar las mesas
en esas noches tan cálidas
que hasta la cera de las velas se derretían
sin necesidad de llama alguna.
Querer a Granada es tan fácil
y mas desde la lejanía
que aunque en ella no hayas estado
por ella darías la vida.
No se el por qué
ni se que es lo que me anima
a escribir sobre Granada
¿será que la primavera esta en su fase más activa?,
¿será culpa de esta tarde en que la noche se acerca sin prisas?,
¿será el rumor del agua de una fuente al caer en una vasija?
No importa el por qué
y si quieren que les diga
solo importa
porque solo tiene importancia en la vida
lo que sientas en el corazón
y lo que de verdad el alma te dicta.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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