¡Avanzar!
Siempre entre la niebla
masticando pan
sin más levadura
que la palabra libertad
y sin más calor
que el que nosotros le podemos en nuestras bocas dar.
El pan nuestro de cada día
nadie nos lo tiene que regalar
es un derecho innato del ser humano
el poderse alimentar con dignidad.
¡Avanzan ya!
Entre las sombras los vengo a rescatar
de la celada
que se cierne sobre ese lugar
donde casi a ciegas
y tanteando para ver por donde se puede andar
se adivina un pequeño remanso en el cual poder descansar.
El pan, siempre el pan,
como alimento de los pobres
y las bulas para rescatar
a los ricos de tenerse que privar
de la carne que les hace diferentes de las otras clases sociales
situadas por debajo de su pedestal.
¡Avanzar para caminar!
Siempre avanzar
aunque el día no de para más
y aunque la noche amanezca en una total oscuridad.
El pan para alimentar
estómagos agradecidos
y para saciar
a todos los que jamás recordarán
un día en sus vidas
en que les haya venido a faltar
¡El pan!
Duro como el metal.
Blando y con sabor a la tierra donde se viene a criar.
Caro a veces de encontrar.
Origen de las desigualdades que oprimen a la humanidad.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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