Buen oficio
a mi entender
ese de esponjar
más de una vez
la lana del colchón que descansaba encima del somier.
Todo era
hacer y deshacer
o al igual que Penélope ¡vaya mujer!
teje y destejer.
Feri desfer. Famoso refrán de nuestras vidas, que indica que se hacen y deshacen las cosas sin un fin en concreto (o sí) y que tiene su explicación: en un tiempo lejano, los colchones eran unas fundas rellenas de material blando y sobre todo de lana, pero claro, ésta se apelmazaba con el uso. El colchonero (matalafer) iba a tu casa, sacaba el relleno de los colchones y allí mismo en la calle, en la puerta de casa, sobre una tela que llevaba él y con unas varas (y un ruido de choque entre ellas), hacía y deshacía, esponjando la lana para que el colchón tuviera un mínimo de confort
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