sábado, 1 de marzo de 2014

POESÍA: TODO POR EL PUEBLO, PERO SIN EL PUEBLO



Me muevo entre dos vertientes
la que tira de mí
y me arrastra hacia una pendiente
de deseos
y de buenas bonanzas
con que reírme y disfrutar con las gentes
y la otra
cruel e inhumana
como unos alicates arrancado a la fuerza unos dientes
y entre una y otra
y entre el norte como montera y el sur como deseo creciente
uno que de la vida sabe más de lo que escrito está en cual cualquier almanaque
se pregunta ¿---? con interrogantes
¿Qué es del ser humano en esta sociedad que vuelve
a ser como siempre
aquella de todo por el pueblo y yo, como rey, por delante?
Muerdo a la memoria
allí donde a esta más le duele
y me entretengo jugando al guiñote,
al parchís y a las tres en raya,
de forma inocente.
Todo al final es un juego
desde que naces hasta que mueres
por eso lo mejor es disfrutar de la vida
y reírse
hasta allí donde no provoques
interferencias
con el resto de seres humanos
a lo cuales como mínimo debes
respeto y que éste no se acabe.

Autor: José Vte. Navarro Rubio 

POESÍA: CUIDADO CON EL PERFORADOR



viernes, 28 de febrero de 2014

POESÍA: CON LA MANO SALUDANDO


 

¿La vida qué es?
 ¿És algo o no es nada?

Una mano que saluda.
Un puño que se cierra.
Unos dedos que se alargan.
Unas espuelas sonando
al compás que uno por una calle pasa.

La guerra y las sirenas,
los aviones vomitando balas,
los tanques con sus cadenas
comiéndose el asfalto y las calles empedradas
y en medio
de todo esto
aquella temida Alemania.

¿Quizás no olvidaron nada?
¿Quizás resentidos están?
¿Quizás Europa se convierta en un campo de batalla?

La mano saludando
y al temido general cayéndole la baba.

En los campos de exterminio
y en los barracones con camastros de paja,
chinches, piojos, garrapatas
y prisioneros de guerra, mujeres, niños, ancianos y todo lo que les venga en gana
soñando con aquellos días en que dulces baladas
se oían en las calles
al tiempo, de los tiempos, de las mieses segadas,
en que un flautista con el pelo resbalándole por la espalda
y un guitarrista con pajarita y chaqueta de pana
y un joven con levita larga,
sueñan con un mundo sin fronteras
y con unas patrias
en la que los reyes solo sirvan para jugar a la baraja
y los generales de cualquier arma
para cantar las cuarenta
ya sea con una sota mojada en una palancana
o con un caballo criado con paja
que le cae por la piquera
como si fuera aquel maná que el pueblo de Dios mascaba
camino de su gran patria.


Autor: José Vte. Navarro Rubio

La piquera en Pinarejo se refiere a la pared en el techo de la cuadra por la que se dejaba caer la paja en el pesebre.




CARRANQUE DE RIOS



Andrés Carranque de Ríos
 
1902-1936
Andrés Carranque de Ríos 1902-1936 Defensor español de la Cultura, poeta, novelista y efímero actor de cine, nacido en Madrid el 25 de abril de 1902, en el seno de una numerosa y humilde familia; fallecido en la misma capital, a causa de un cáncer de estómago, el 6 de octubre de 1936, al poco de comenzada la Guerra Civil. Aventurero en su juventud, autodidacta, en 1934, al publicar su primera novela, Uno, prologada por Pío Baroja (quien le califica de supergolfante), gustaba presentarse como anarquista; así, en el curioso reportaje autobiográfico que le dedicó Crónica: «Carranque de Ríos, ebanista, albañil, poeta, anarquista, artista de la pantalla y novelista». En julio de 1935 asistió en París al Congreso internacional de escritores para la defensa de la Cultura, impulsado desde entornos filocomunistas prosoviéticos y antifascistas. Estaba previsto que se alojase en París en casa del poeta René Crevel, a quien había conocido años antes en París y que había estado hacía poco por Madrid: al llegar a París tomó un taxi hasta la casa del poeta, en la rue Nicolo, pero «antes de que yo terminara de preguntar, la portera dijo simplemente, que monsieur Crevel se había suicidado el día anterior». En Heraldo de Madrid le publicaron un par de interesantes crónicas sobre tal asamblea («El Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura» [1] y [2]). Tiene el mayor interés su testimonio del estupor que se produjo en la delegación española cuando vieron aparecer a Don Eugenio d'Ors por el escenario del Palais de la Mutualité en la sesión de apertura (Ors vivía entonces en París). Lejos de alegrarse por tan angelical y armónica presencia, aquellos españoles defensores de la cultura pretendieron que los organizadores del Congreso impidiesen tomar la palabra a Ors («uno de los colaboradores preferidos de El Debate… el órgano de la reacción española, a cuyo frente está el Sr. Gil Robles.»). Pero la presidencia decidió no impedir la intervención de Eugenio d'Ors, aunque el Heraldo de Madrid prefirió no publicar, o Carranque no llegó a escribir, el relato en el que había prometido contar lo que sucediera en la previsible confrontación entre el reaccionario y quienes ya tenían entonces patrimonializada la Cultura como algo propio y privativo de las izquierdas: «Prometo un relato de lo que ocurra. El hecho de que el Sr. D'Ors quiera defender la cultura en una reunión de escritores de izquierda es un acontecimiento inesperado que debe pasar a la Historia.» (Lo que son las cosas: en 1953 fue nombrado don Eugenio d'Ors, catedrático de Ciencia de la Cultura.) En la necrológica de Carranque que publicó El mono azul, la revista procomunista de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura, le despiden como camarada: «Por eso, camarada Carranque, desde El mono azul saludamos hoy tu nombre, simplemente, con el puño en alto.» («Carranque de Ríos».) La editorial Espasa Calpe fue saldando en los años cincuenta y sesenta las tres novelas que tenía publicadas de Carranque, de manera que incluso sus obras llegaron a conocer reediciones durante el franquismo. En 1998, gracias a José Luis Fortea (quien en 1970 había ya defendido una tesis doctoral sobre Carranque) y al director de cine José Luis Borau (impulsor de Ediciones del Imán), se publicó en un volumen su Obra completa.
Bibliografía de Andrés Carranque de Ríos
1923 Nómada, Librería Fernando Fé, Madrid 1923, 96 págs.
1934 Uno. Novela, Prólogo de Pío Baroja, Espasa-Calpe, Madrid 1934, 226 págs.
1935 La vida difícil. Novela, Espasa-Calpe, Madrid 1935, 257 págs. Ediciones Turner (La novela social española), prólogo de José Luis Fortea, Madrid 1975, 264 págs. Ediciones Cátedra (Letras hispánicas 580), Madrid 2005, 352 págs.
1936 Cinematógrafo. Novela, Espasa-Calpe, Madrid 1936, 268 págs. En Las mejores novelas contemporáneas (tomo 9, 1935-1939), selección y estudios de Joaquín de Entrambasaguas, con la colaboración de María del Pilar Palomo, Planeta, Barcelona 1963, 1347 págs.
1970 De la vida del Señor Etcetera y otras historias, prólogo y notas de José Luis Fortea, Editorial Helios (Hechos y palabras), Madrid 1970, 157 págs.
1998 Obra completa, Edición, introducción, cronología y bibliografía de José Luis Fortea, Ediciones del Imán, Madrid 1998, 968 págs.
Bibliografía sobre Andrés Carranque de Ríos
1973 José Luis Fortea, La obra de Andrés Carranque de Ríos, Gredos (Biblioteca Románica Hispánica II, Estudios y ensayos 195), Madrid 1973, 240 págs.
Andrés Carranque de Ríos en el Proyecto Filosofía en español
1936 Carranque de Ríos. El mono azul, nº 8, 15 octubre 1936.

martes, 25 de febrero de 2014

EL DIAMANTE CULLINAN




Entre los diamantes famosos no por su historia pero si por su tamaño tenemos que destacar el diamante mayor en bruto que jamás se ha encontrado aunque de historia muy reciente. Se encontró en Sud África en la mina Premier con un peso de 3106 ct, de buena pureza y color y con forma irregular (cleavage).

Se dice que fue hallado en una inspección rutinaria por el superintendente Mr. Frederick Wells, quien al principio no se impresionó, probablemente pensado que podría tratarse de un enorme cristal. La piedra recibió el nombre de Cullinan en honor de quien inició los trabajos en la mina Premier.

Ningún particular podría permitirse el lujo de comprarlo, así es que la mina Premier accedió a venderlo al gobierno del Transvaal en 1907 por 150.000 libras, quien a su vez lo regaló a Eduardo VII en su sexagésimo cumpleaños. La renombrada firma Asher de Holanda fue la encargada de tallarlo.

La meta era eliminar inclusiones y conseguir las piedras más grandes posibles. El diamante fue estudiado durante varios meses, finalmente en febrero de 1908 fue exfoliado por Joseph Aasher el más prestigioso de la firma. Marcó primero por donde debía exfoliarse el diamante, colocó su cuchilla de acero en la muesca previamente hecha y dio un golpe con firmeza.

Al primer intento la hoja se rompió por la mitad y el diamante quedó intacto, al segundo intento y tras la tensión, el diamante se partió en dos. Finalmente se obtuvieron 9 piedras grandes y noventa y seis pequeñas. 

El Cullinan I, pesa 520, 20 ct, perilla conocido como la Gran Estrella de África (fue hasta hace poco el diamante tallado más grande del mundo, ahora lo es el Golden Jubile de 545,67 ct, marrón fantasía, talla fantasía y pertenece al Rey de Thailandia desde 1966), se exhibe en la torre de Londres en el centro real. El Cullinan II pesa 317, 40 ct y es una talla cojín, está montado en la Corona Imperial junto al " rubi" del Príncipe Negro y también se puede ver en el mismo lugar.

Los diamantes famosos están unidos también a personajes famosos Elizabeth Taylor lucía el diamante "Taylor Burton" una perilla de 69,42 ct, se dice que Jaqueline Onassis se encontraba entre la gente interesada en este diamante. El diamante fue vendido por Cartier a Richard Burton en 1.100.000 dolares. Cuando la unión entre Elizabeth Taylor y Richard Burton se rompió la actriz vendió el diamante triplicando su valor inicial.



domingo, 23 de febrero de 2014

DE AQUELLOS BAILES EN PINAREJO EN CASA DE MIS ABUELOS ALLÁ POR LOS AÑOS 1932/33


 
 zambomba
 
Forma de incrustar el tronco de cardo sobre la piel curtida

De esas cosas que me cuenta mi padre, a sus 93 años, una de ellas tiene que ver con los bailes que se organizaban en casa de mis abuelos en Pinarejo, allá para el año 1932. Cuenta mi padre que se solían realizar en los fines de semana y que duraban hasta bien entrada la madrugada. El Truco con su acordeón amenizaba la velada y la única bebida que se servía era la tan famosa cuerva. Bien  entrada la madrugada mi abuela guisaba unas gachas con las cuales finalizaba el baile sobre las 6 de la madrugada. Se solía comenzar la fiesta bailando jotas y tocando las castañuelas las mujeres. Entre las canciones que recuerda mi padre se encuentran los siguientes estribillos:

Algunos versos cantables, hechos sobre la Copla:

Si vas a Calatayud
pregunta por la Dolores
que es una chica muy guapa
y amiga de hacer favores. 


Y otra, que es la siguiente:

 No hay quien pueda, 
no hay quien pueda, 
con la gente marinera. 
Marinera, pescadora, 
no hay quien pueda, por ahora. 
Si te quieres casar 
con las chicas de aquí, 
tienes que ir a buscar capital a Madrid, 
capital a Madrid, 
capital a Madrid, 
si te quieres casar
con las chicas de aquí. 
 
Otra versión de ella sería:
 
Dime dónde vas, morena,
 
dime dónde vas, salada.
 
Dime dónde vas, morena,
 
a las tres de la mañana.
Voy a la cárcel de Oviedo
a ver a los pacifistas
que los tienen prisioneros
esa canalla fascista.
Si te quieres casar
con la chica de aquí
tienes que ir a Madrid
a empuñar un fusil.
Dime por qué vas llorando
cuando recién te levantas.
Dime por qué vas llorando,
dime por qué ya no cantas.
Yo lloro por mis hermanos,
yo lloro por mis valientes
que los tienen prisioneros
en jaulas de fierro ardiente.
Dime qué llevas, morena,
en esa jarra cerrada.
Dime qué llevas, morena,
a las tres de la mañana.
Llevo la sangre que corre
por las llanuras de Soria
pa' tirarla a los fascistas
para que tengan memoria.

Hoy mi padre estaba esplendido de memoria y me ha hablado de una orquesta que se organizó en el pueblo y de la cual formaba parte mi tío Florentino que tocaba la bandurria. Otros componentes eran el sacristán del pueblo, Macandón, Marcial Mota, Joaquín López y Vicente Lafuente.

Entre los instrumentos musicales que se tocaban en el pueblo se encontraba la zambomba. Tal y como lo recuerda mi padre se realizaba con la boca de un cántaro y con una piel curtida de conejo o vegija de cerdo  y se usaba un tronco de cardo borriquero, sujeto a la piel con gramante para realizar la percusión. Entre los guitarristas parece ser que el que más sobresalía era Emilio el del Títere .

Relacionado con este tema en la  Revista de Folklore número 301, he encontrado:

 
Sólo en Colmenar de Oreja encontré zambombas construidas a conciencia para durar no una, sino muchas navidades. Para ello no se ata directamente la caña, el carrizo, cardo, o chupón de olivo al pellejo en cuestión, sino que se amarra a él una pieza de madera de unos cuatro centímetros de largo, que tiene aproximadamente la forma de un corto cilindro rematado por un largo y agudo cono. La pieza se hace siempre en madera dura, generalmente membrillo, y la llaman en Colmenar el palillo. La parte cilíndrica tiene una acanaladura en todo su derredor para que ajuste en ella sin moverse el bramante que la fijará a la piel o pellica de cordero o conejo con que allí fabrican las zambombas. Al dar la vuelta a la piel, tras de esa última operación del atado, y después de haberla asegurado bien tirante con clavos al borde del barril, queda bien firme y derecho el cono del palillo, en el centro exacto de la boca del recipiente, dispuesto para insertar en él las cañas secas que van desechándose a medida que se abren por el uso. Estas zambombas se construían con esmero, decorándolas a veces con tachuelas doradas, y llevaban una correa o soguilla que permite colgarlas en bandolera para tocar de pie con ellas.

En otros rincones de la geografía madrileña se utilizó la vejiga del cerdo para construir la zambomba. En Guadalix de la Sierra se la llamaba incluso zambomba, como ya vimos, y en Humanes de Madrid o Cenicientos la decían milicina. En los pueblos que limitan con Ávila lavaban bien la bolsa de la orina y la dejaban en agua durante dos o tres días, e incluso en algunos lugares como Pelayos de la Presa le añadían un chorro de vinagre: Para que se limpiase bien y quedase más fuerte; mientras que en Cenicientos restregaban la vejiga en la ceniza del hogar antes de soplarla y endurecerla, para que se pusiera más fuerte. Una vez curada la vejiga (29), se cortaba en trozos suficientemente amplios como para cubrir con holgura la boca de las cantarillas, sujetando en su centro la caña o vara de olivo que allí tocaban no con la mano, sino con un estropajo de esparto humedecido (Cadalso de los Vidrios, Fig. 7; Cenicientos, Pelayos de la Presa).

El secreto para que la zambomba retumbe está en no dejar nunca pliegues de la piel o la vejiga en el borde del recipiente; por ello, y antes de reatar el gollete con tomizas o bramantes, es menester que dos o más operarios repartan bien la membrana y estiren con fuerza hasta que el palillo (Colmenar de Oreja), la caña, la vareta de olivo (Cenicientos), la varalisa de sabuco (sambucus nigra) o retama (sphaerocarpa) (Navas del Rey), el carrizo (Villanueva de Perales), el cardo santo (cnicus benedictus) (Camarma de Esteruelas), el cardo borriquero (onopordon sp.) (30) (Pedrezuela) queden enhiestos y verticales. Para que la zambomba no pierda, mientras se la está tocando, el sonido profundo que la caracteriza, es menester que el parche esté siempre seco, y para ello suele colocarse inclinada a fin de que el agua sobrante que se desliza por la caña, no caiga en el parche, sino que gotee en el suelo (31). Ya vimos que, aparte de la vejiga del cerdo, las pieles más usadas en la fabricación de zambombas fueron siempre las de cordero, conejo y liebre, pero eran también muy estimadas al efecto las de gato, y especialmente, la de ardilla, que en Cenicientos llaman jardas (32).

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: LA NOCHE ME LLEVA POR ESTOS CAMINOS



La noche con su voracidad.
¿No se de donde le viene
ese su apetito?
Transforma todo
y convierte el polvo en oro liquido,
En la oscuridad reinante
se ha perdido
el canto dulce
de un pequeño pájaro
prisionero de su nido.
Se oye
cual martirio
el piar solitario de ese pájarito
en el nido
muerto
de hambre y de frío.
Hasta los lamentos
parecen más profundos.
¡Ay Jesús!
La muerte por la noche
parece descansar sobre otros principios.
Murió en paz
y arropado por los suyos,
murió sin enterarse
en la cama
mientras dormía
y recitaba
de forma continua,
me voy contigo.
Lo sé
así es la noche
y así de ella escribo.
También la dulzura
tiene sus momentos más decisivos
y como si fueran taza de café con leche
se sorbe poquito a poquito
como si hubiera miedo a que se acabaran esos momentos tan íntimos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio
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