lunes, 7 de abril de 2014

POESÍA: EN EL REÍLLO, CUENCA, VINO A RESUCITAR FRANCO ANTES DE QUE EL GALLO VINIERA A CANTAR

El PP cambia el nombre de una calle por el de Generalísimo, su anterior denominación







El Equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Reíllo, en Cuenca, ha decidido cambiar las placas de la calle José Mondéjar, que fue maestro del pueblo, para volver a ponerle el antiguo nombre de calle Generalísimo.

El Partido Popular se salta así el acuerdo de cambio de nombre adoptado por la anterior corporación socialista en sesión plenaria el 19 de enero de 2008, una medida acorde con la Ley de Memoria Histórica. Mondéjar, además de maestro, fue alcalde de Reíllo desde 1963 y 1972.

 EN EL REILLO VINO A RESUCITAR FRANCO ANTES DE QUE EL GALLO VINIERA A CANTAR

No hay mayor barbaridad
que quitarle una calle a un maestro
para dársela a un general
y para decir más
si este es Franco
¡Vaya genialidad la de algunos alcaldes con vara de mandar!

Esto ha ocurrido en el Reíllo
por obra y gracia
del Partido Popular
y desgracia de los demócratas del lugar
que a buen seguro no estarán tranquilos
con este desaguisado
impropio de quienes tienen que velar por el interés general.

En La Mancha, Cuenca,
y donde vaya usted a parar
en esa Castilla
que cada vez se parece más a la Cospedal
pueden ocurrir cosas como estás
y muchas  más,
todo es cuestión de tener paciencia
y, ya sabe a disparar
con la pluma o maquina de retratar
a buen seguro que se espantará

Con lo tranquilo que estaba Franco
en el Escorial
y tiene que venir todo un equipo municipal
para desenterrar sus restos
y colocarlos en mitad
de una pared a falta de pintar con cal.

Esto que aquí escribo
es para que todos ustedes vean
que en el Reíllo algunos son más fachas
que en ningún otro lugar
y todo sin necesidad de cantar
aquellas canciones de índole militar
que se escuchaban hasta en las fiestas de tomar y guardar.

No se de los méritos del maestro, Don José Mondejar,
pero por pocos que fueran
seguro que no mandó fusilar
a ningún español o española o nativo del lugar.
¡Bien seguro de ello pueden estar!

El Reíllo salta  a la palestra
y  lo hace a sabiendas de que ocupará
las primeras planas de la prensa nacional

A uno que es conquense
le da por vaticinar
que si algún día pasa por el Reíllo
pondrá en el coche la cuarta marcha y acelerará
no fuera el caso,

de que despertara el generalísmo
y lo mandara arrestar, por no decir más.

Buenas noches y a descansar
que en el Reíllo
seguro que estarán a estas alturas de la noche,
casi ya,
unos dispuestos a cenar y otros a brindar con champán



Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EL SUPERINTENDENTE MONTORO



Objetivo cumplido
eso parece decir Cristobal Montoro.
El objetivo es fabricar pobres
para que sigan consumiendo
de los contratos basura
y de esos alimentos que se dan en forma de cartillas de racionamiento.
Políticas nefastas
las del superintendente Montoro
que quiere convertir por arte de gracia
sus errores en aciertos.
Poca vista tiene Montoro
por lanzar sus dardos
contra Cáritas todo porque al parecer deja en evidencia a su gobierno.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EL EXODO



No es por otra cosa
que por trabajar y ganar dinero
o escapar de la guerra y de las garras de los políticos con caras de sabuesos
que hombre y mujeres
con el cuerpo marcada por el sufrimiento
prefieren la muerte que el destierro
en el monte del Gurugú. Tan cerca y tan lejos
de donde el mundo civilizado
ese que tú y yo tocamos con los dedos
anuncia con carteles luminosos al mundo entero
que allí se encuentra el progreso.

No es por otra cosa
que no regresar con las manos vacías a sus pueblos
que hombres y mujeres se encaminan a las vallas para escalar los primeros
esos metros que hay de un lado a otro de lo que ellos llaman desencuentro.

Las vallas del mundo
rompen a los pueblos,
matan a las gentes, son como un infierno,
para aquellos seres humanos
que huyendo de la desesperación, del hambre y del desconsuelo
recorren los montes, selvas y desiertos
a la búsqueda como Moisés, aquel patriarca del antiguo testamento,
de un país en el cual ser libres y poder exclamar: ¡Lo conseguí a pesar de los muchos intentos!

Las barreras y fronteras,
las alambradas con sus púas y cuchillas de acero
son esos impedimentos
de los cuales se sirven algunos pueblos
para quitarse de encima a todos aquellos seres humanos que hasta ellas llegan huyendo
tras dejar en cualquier punto de África el hogar en el que nacieron.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

domingo, 6 de abril de 2014

POESÍA: GOLPE TRAS GOLPE Y POESÍA TRAS POESÍA




Nada de esto rima.
la mujer desnuda
y el cántaro lleno de agua cayendo desde la cabeza hasta las rodillas.
La rosa con sus pétalos
en una habitación llena de recuerdos
en la que resalta a simple vista
una vieja fotografía.
Una cierva corriendo
tras un cervatillo que se cree salido de un cuento
mientras come nocilla.
Una ola expandiendo caracolas, caballitos,
garabatos que no entiendo y podridas sandías.
En el cielo
lleno de estrellas
en un mes de abril que camina cuesta arriba
una paloma vigilando
el reloj de una torre
que marca las horas para su desespero mientras la arrullan.
Y una luna graciosa
saliendo entre las nubes marchitas
como si fueran los pezones de una mujer
dando a su hijo pecho mientras marcha a la vendimia.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: LA TINTA EN EL TINTERO SE MUERE DE RISA



Decía el poeta
aquel que se comía,
a falta de otro tipo alimentos,
sus propios versos,
que necesitaba siempre al lado a la mujer de su vida
y al mismo tiempo,
vaya con el poeta y con su filosofía,
a la mujer lejos ¿Que es lo que perseguía?
No se lo que quería el poeta
ni para que escribía poesías como quien hecha la siesta y se levanta para ir a misa
pero lo bien cierto era
que para cumplir con ese deseo
se le quedaba en el tintero mucha tinta
al tiempo que callaba y tragaba saliva.
Él a si mismo se escribía
con lo que la curvatura del circulo de forma matemática se cumplía.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA ¿QUÉ ES LA VERDAD Y POR QUIEN FUE DICHA?

 
La otra,
la verdad que daña me produce risa.
Es solo el consuelo el que nos llena
como si fuéramos remeros rompiendo las aguas en una alcantarilla.
Las verdades son a veces mentiras
y cuesta diferenciarlas
y dependen de quien te las diga.
Hay verdades a medias
que por si mismo se desacreditan
y verdades tan grandes que es imposible saber por quien han sido dichas.
Todas las verdades tienen su parte positiva
y también la negativa. Polos opuestos estos que pueden helar hasta las sonrisas.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EN LA CIUDAD DEL RESISTENTE

 

Si dormir pudiera la ciudad
lo haría eternamente  y con el sueño se llevaría sus tragedias
tan inmensas como los océanos y los mares.
Pero la ciudad no duerme
ocupada está en parir disparates
y vomitar de forma convulsiva las pesadillas que invaden las vidas de sus habitantes.
Ya sea en rascacielos en las grandes avenidas,
chabolas en los suburbios sin agua, luz ni alcantarillado por donde correr la inmundicias,
o en viviendas unifamiliares con jardines y guardias jurados vigilando de noche y de día,
en todos los casos  los habitantes de las ciudades
hacen sus deberes cada día
en eso de cumplir las leyes,
pagar los impuestos, recibos del agua, luz y muerte en alguna compañía.
La ciudad del resistente
no existe de forma activa,
se ve, se toca,
pero falta conciencia colectiva.
Solo existe en la mente ¡vaya desdicha!
Vencidos somos. La victoria no esta escrita.

Autor: José Vicente Navarro Rubio  

POESÍA ¿QUIÉN ERES Y DONDE VIVES?



De que sirven las palabras y los gestos
en la ciudad cerrada en si misma
que se protege de la miseria de sus pobres creando guetos y arrabales
mientras en la otra orilla
hasta las plantas de los parques florecen de forma diferente y más viva.
Una pared invisible
que solo ven aquellos que se sienten molestos por conforme les trata la vida
se extiende entre esas dos orillas
y ¡ay de aquel que traspase los límites impuestos!
 pues se encontrará con la parte menos dulce
de ese ser ciudadano con derechos recortados en función de quien eres y donde vives.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

sábado, 5 de abril de 2014

POESÍA: LA RAZÓN PURA



Sé que llegado un momento
descubriré al ser que llevo dentro.
Una llama me lo dice, la razón tiene su parte de culpa.
Cuando escupo descubro
en mitad de esa simiente perdida en un campo sin frutos
los aleteos constantes del tiempo
cerrando ventanas abiertas
y abriendo puertas que llevan hacia incógnitos destinos.
En la ausencia de todo
siempre queda como castigo
la memoria con su retorica,
lo escrito como verbo divino
y las fuentes de la razón pura,
aquellas que así criticó Kant, para especular con todo lo anteriormente dicho.
Menosprecio de la razón
la iglesia con sus sambenitos
y aquellos que así se llaman defensores de los derechos
prohibiendo que las libertades
corran de boca en boca
y de aldea en recondita selva con sus fuentes desconocidas donde nacen los ríos.
La vida pendiente de un hilo
y la carne viva mientras no muere el espíritu
dando forma al cuerpo
entorno a los huesos y músculos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: SOPORTAR Y PERSISTIR

 

Se venden frases hechas
a kilos,
entre ellas las de humoristas y políticos,
condes, escritores, religiosos, militares, campesinos,
cada una a lo suyo,
así fueran dichas con motivo
de algo que tiene que ver con sus respectivos trabajos y oficios.
Hay frases lapidarias
de esas que sirven para ver el mundo
tal y como determinados personajes nos lo han referido
y frases con tanta guasa que se ríe uno
a no ser que vengan cargadas de mensajes ocultos.
En esto de la mensajería al  minuto
y de la conexiones inalámbricas
hay que andar con mucho tino
pues lo que dices y haces recorre el mundo
en décimas de segundo.
Platón, Séneca, Cicerón, Ovidio
todos están retratados para consumo
de quienes necesitan de una cita para adornar sus vocabularios o escritos. 


Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: A LA BUSQUEDA DE UN LIBRO

 

Busqué el libro, Delirium Tremens,
y ande por las sendas
de lo prohibido.
Me entretuve
como quien a sabiendas de que es cazador
llega tarde a su destino
y cogí de las páginas
de una librería de viejo, Iberlibro,
un nombre, el tuyo,
y de allí salió,
como quien busca cobijo
en las estanterías de una librería
en la cual florecen frutos,
ese libro,
al cual tú te refieres
y del cual yo he tenido el gusto
de leer algún poema
sin necesidad de irme hasta allí
donde los poetas viven a su gusto
en el Olimpo.
Delirium es lo que me ofrece
esa página de Internet
con sabor a café extraído
en las selvas del olvido
y su precio 55 euros
con algunos céntimos, portes excluidos,
me parece mínimo.
Sería lo justo
que cada uno, de nosotros,
los que nadamos sin ser vistos
entre corrientes de países pobres y ricos
tuvieramos nuestro oasis
plantado de palmeras datileras
por las que corrieran ríos
de leche y de exquisitos frutos
pues solo quedan,
en este paraíso perdido
que alimentamos
con nuestros suspiros,
cada vez más, amigo,
los bien situados y al abrigo,
de los vientos del Norte,
esos que delatan, bienvenidos,
a los cazadores furtivos,
los que están bien armados
por las editoriales, amiguismo,
y los otros,
yo,
entre ellos incluidos,
los que lanzamos pedradas
y nos asomamos a los ojos
del mundo,
para decir,
entre espantos, leopoldinos,
lo que sentimos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ¿LA CONSTITUCIÓN PARA QUIEN SE HIZO?



No llegaran los silencios a ser tan largos
ni las urracas a comer sobre las niñas de mis ojos;
no llegaran las bubillas a poner su nido
en el florido rosal
de un río
que corre tan cercano como puede ser este instante mismo.
No llegaran los cazadores a enfilar al pequeño cervatillo,
ni los cazadores furtivos a pone sus trampas
en ese campo que yo cuido.
La vejez
como juez y ventrículo
y cerca, tan cerca que oigo su arrullo,
la niñez
destapada esta, sin tapujos,
de todo aquello a lo cual llamamos conformismo.
No llegaran los ultrasonidos de un AVE
a cruzarse en mi memoria
pues odio los ruidos
ni los caminos cortados, veredas y otro tipo de santuarios marítimos
a ser en mi memoria fuente de conflictos
porque algún terrateniente con esos derechos que solo para ellos la justicia hizo
se crea con derechos a hacer lo que quieran en sus protegidos cortijos.
Volverán los Tribunales Supremos
a ser Cortes únicas de reyes, príncipes, pero no de mendigos.
Todo volverá
menos la justicia esa que en la Constitución se plasmó a bombo y platillo
para que todos seamos iguales
y todos tengamos los mismos principios.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: LAS GUERRAS Y SUS COMPROMISOS



En una casamata, fortín, trinchera,
floren los vicios
aquellos
y estos
todos juntos.
La muerte con su aliento
negror, pasividad e infortunio
se acerca a través de un camino
junto a un precipicio
y llega entre sudores a la entrada a ese maldito sitio
en el cual la pesada maquinaria
que lanza obuses como castigo
saca su cañón por un orificio
entre temblores a los cuales responde un silbido.
La guerra se abre tras cualquier telón
de los muchos teatros del mundo.
Los actores son sujetos activos,
los directores, generales con trajes llenos de insignias y botones de oro y plata macizos.
Todo
como en la compra
tiene su precio justo e injusto.
La guerra también ocupa ese sitio
al cual hay que poner en su lugar
y en esto que les digo
yo procuro llegar hasta el final para saber cuando se firmará el armisticio.

Autor: José Vicente Navarro Rubio 

viernes, 4 de abril de 2014

POESÍA: ENTRE INQUISIDORES Y MARTIRIOS

 

Siempre termino maldiciendo.
De haber nacido
en aquellas épocas de inquisidores poblando el mundo
a lo buen seguro
que hubiera fenecido
en la hoguera tras sufrir martirio
o quizás,
vaya uno a saber,
lo que duelen los alfileres en las uñas
o los dientes incisivos de un roedor comiéndote los intestinos,
me hubiera rendido después de pasearme en carro con sambenito.
Suerte
la de los toreros,
gladiadores en un circo,
mineros en las profundidades de un túnel con olor a cierto gas grisú,
saliendo ilesos en eso de ejercer su oficio,
todo lo demás
por mucho que les diga y ustedes se vengan conmigo a la mesa de las ideas floreciendo en un libro
solo es
cual martirio
ansias de hablar y comunicar aunque solo sea por un minuto
su disgusto
cuando oye a ese Ministro de nombre Montoro decir barbaridades que me saben a martirio.

Autor: José Vicente Navarro Rubio
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