sábado, 17 de mayo de 2014

POESÍA: ASÍ NOS VIENE HOY EL TIEMPO

 

Trasmite la noche fabulas
y cuentos de Samaniego.

En ese espacio concreto
en el cual una lampara me ilumina
desde un pequeño cielo
me entretengo
viendo pasar el tiempo
mientras diversos cactus
alojados en un macetero
se resisten a morir en su encierro.

Tan traído y tan llevado me encuentro
que si tuviera que decir algo
diferente a lo que estoy tocando con mis ojos abiertos
hablaría del tiempo,
del sexo de los ángeles,
de la Roma Imperial,
de la caída de aquel imperio
y poco más,
poco,
por ello me resisto
a ser allí donde la luz me llega por goteo
otra cosa que no sea
comentarista del tiempo.

Hoy lloverá y por ello
caeran chubascos diversos
que se ven llegar
desde los altos cerros,
mientras una masa de nubes negras
como un  tizón puesto al fuego
traen desde el Atlántico aguaceros
que se descargaran
con moderado aparato eléctrico
a lo largo de este día concreto
sobre la zona peninsular
cercana a la frontera lusitana
y si se esperan un momento
les recuerdo
que para mañana tienen que salir en Cataluña
con chubasqueros
y en Madrid sigan atentos
caerán calores tan intensos
que la Cibeles, con todo su aparejo,
relucirá tanto como el azul del cielo.

En el Mediterraneo pueden continuar,
lo mismo de lo mismo, disfrutando de un tiempo
que ya lo quisiera para sí
la Europa de Merkel
tan entrenada para cortar de seco
los disfrutes de los pueblos
y el estado de bienestar de quienes con su trabajo tienen ganado ya el cielo.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: DESDE LA GRAN ARMADA COMEMOS SARDINAS



¿Quién pide la palabra?
¿Quién anima?
Todos duermen y si algo les va en ello
a veces respiran.

La gran armada cayó víctima
de esa grandeza
que en los barcos se veía.

Maderas de España
con la savia matada
a fuerza de cortar cinturas
que convirtieron
los verdes vergeles
por los que saltaban las ardillas
en tierras desérticas
y en grandes hambrunas.

Todos duermen
mientras predican
las mismas políticas.
Ellos y ellas
son nuestras señorías
ante la visión de Europa extasiados
como si de allí nos viniera
el oro en carretillas.

Nada queda,
nada
y todo va a la deriva,
entre ellas sin más criba
la Europa construida
por Jean Monnet
con su arquitectura
de mancomunadas,
ahora,
respuestas negativas
que promueven el paro
y la incultura
y como quiera
que el asunto me anima,
dejenme que les diga
que en estos tiempos por algunos parlamentos desfila
el despotismo ilustrado
tirado por carros de una mula.

Desde el corazón de Alemania
convertida en buhardilla
con sonete de dos cuartetos
y dos tercetos,
con sus respectivas rimas,
¡Ay
la que se nos viene encima!

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EL SUR PIDE LA PALABRA


 

La era multipolar
me inquieta y a la vez anima
a descubrir el alma esa que yace escondida
y se rebela entre risas
contra el Sur de Europa. Grecia, España, Italia, y Portugal y si me apuran contra Turquía.
El Mediterraneo
nada tiene que ver con la Europa
sin fronteras a los puertos que le dan la vida
y a pesar de ello
y a sabiendas
de que sin el mar no hay salidas
los del Mediterraneo ciudadanos con mucha y buena filosofía
se ven abocados
a ponerse de rodillas.
Bienvenidos a Europa
la de la crisis con tan poca inventiva.
La de los grandes parlamentos
y la de las políticas racistas.
Bienvenidos me suena a marcha funebre con comitiva
de banqueros presidiendo el duelo
de todos aquellos países salvados de sus deudas continuas
para ser más esclavos si se puede todavía.
Los rostros de Buda, Jesús, Lacan, Hegel y Marx
no se el por qué animan
a que sigamos pensando
que el Sur pide la palabra tal y como Slavoj ZizeK profetiza.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ME LLAMO ROJO "BENIM ADM KIRMIZI"

 
Lleva días
que el sol de Granada, frito con salchichas,
llega hasta este blog y así se respira.
Llueven entradas
y estas son desde Turquía
no se si de un visir
vestido con escudo de esos equipos de fútbol de nuestra liga
o de un romántico Orhan Pamuk
del cual se que "me llamo rojo"
y escribo con su savia estas lineas.
Encontrad al hombre me asesino
y os contaré todo lo que hay en el otro mundo,.
Entrad en el libro,
buscar la linea,
limpiar las gafas,
aclarar la sonrisa
y si todavía quedan dudas
leer el final
e impregnaros de sabiduría.
Porque no hay mentira  a la que no sea capaz de recurrir
con tal de que la historia sea hermosa y nos la creamos. ¡Atiza!

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ESCRITOS SOBRE UNA SERVILLETA DE PAPEL: GRACIAS POR SU VISITA


DIARIO DE UN AUSENTE
             I
Me llama lo que toco
como esos sufrimientos
de los cinco millones de parados y paradas,
arriba o abajo las estadísticas.
De todo esto aprendo
que solo vivimos una sola vida.
              II
Escribo sobre una servilleta
a falta de papel continuo,
el ingenio da para esto y algunas cosas más muy temidas.
Los límites imprecisos de mi propensa vida
me llevan a estos menesteres
mientras a mi lado un parroquiano se toma un bocadillo de tortilla.
              III
Puede ser que en ello,
hablar del origen de la vida
y de la humanidad entre comillas
allá algo de misticismo convertido en poesía
y más cerca
en aquello que nos sirve de parapeto y sombrilla
tantas ordenanzas y códigos
como pensamientos afloran
a la cabeza de una ardilla
entretenida desde siempre en trepar, comer
y saltar de rama en rama, sin más ni menos. Pesadilla. 
              IV
Dos libros en uno,
dos almas gemelas, amigas.
En el libro escondida
la clave de lo que cada uno a su gusto adivina.
La ciudad se esconde en esas páginas entre lineas.
Desde siempre
sin que nadie sepa a que se debe tantas preguntas sin respuestas
lo que importa yace sumergido en las cloacas
que sirven de refugio
a todo aquello que despachamos de nuestras vidas.
                V
Pronto vendrán las golondrinas
a anidar en unos ojos
convertidos en ventiladas cornisas.
Lugar este con buenas vistas
donde nacerán en el nido más golondrinas, crías.
Crecerán asomadas a esa ventana
sin más barrotes que unas ramas finas.
Desde este balcón sin cortinas
pían nuestras amigas y pían
cuando tienen hambre y sienten otros alientos de vida
clavar sobre el barro duro unas garras afiladas en forma de cuchilla.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ¿A QUIÉN?

 

El mismo marco para diferentes días,
sobre las macetas se mueve la vida.
Surgida ésta 
desde las profundidades de la tierra
toma aire y respira.
 
El tallo y su cintura
cogen fuerza y empujan
hacia arriba.
Van a la toma del espacio
y a la búsqueda del astro sol
que reina sobre la vida.
Dios de todo es.
De lo que irradia luz, calor 
y ceguera a quienes le miran.

La luz llega tan en silencio
y a ruego 
de mis descaradas preguntas
que creo se siente por mi poseída
cuando abro la ventana
y entra en mi alcoba íntima 
cogiéndome con fuerza y ternura.
Indiferente al lienzo
la luz que me busca 
no acaba de acudir esta mañana,
anda dormida.

Tiene veinte minutos para nacer.
La luz pasa su factura. 
Después 
un tono diferente tomará 
el baile de los grises, las aceras, 
el juego de fachadas. La distancia.
Por la oscuridad el hombre camina.

Es paciente. 
Ha dispuesto su lienzo en la mediana.  En una cornisa.

Coches pasan.
como quien pisa en una bodega uva.
              Es temprano. 
Enciende un cigarrillo. Comprueba 
de nuevo la textura, lo aceitoso  del óleo,
la paleta convertida en pastel de colores sin vela de cumpleaños alguna. Respira.
Sus cuadros no colgarán de pared, ni de techo ni de muralla derruída
pues viven de lo cotidiano y de la libertad que les da la luz del día.

La noche que se arrastra va dejando 
los colores. Quitando sus andamios, 
permitiendo que la luz 
descifre los perfiles, inunde la distancia 
y sus humos caídos sobre el espacio sean algo más
que lo que un catalizador analiza.

Un guardia pasa. 
El silencio lo rompe una sirena.
Bala la noche.
Rebuzna el día.
Maulla la tarde.
Caen al suelo hojas verdes
muy atraídas
por la tierra ¡Que injusticia!

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: NOCHES SIN SUEÑO





              I
En esta madrugada, 
sin nada en especial,
ya casi a punto de levantarme por necesidad
quedo quieto en la cama unos segundos
para oír el silbido 
de la cafetera de Oroley
que conservo como si me fuera en ello la vida. Madurez.
No se el por qué.

No es domingo,
podría serlo, 
no lo dudo. 
El sol ciega lo que quiero ver.

De ser, 
estaría hablando de otro asunto
pero son las seis de la mañana
y a mí   alrededor
duermen por aquí, 
sin más entender,
desperdigados en un universo, 
pequeño a más no poder,
cada uno a lo suyo, 
dos no pueden ser,
el resto de la familia,
todos a la vez,
incluido el perro que ronca y estornuda mientras sueña, 
vaya usted a saber en que.

Silba la cafetera como un tren.
Se detiene el tiempo lo justo, así es,
para que recoja el café
tan negro como la pez.

             II
“Horla City y otros”
¿a saber cual será el último verso?. ¿De qué?

El poemario comienza
con Tita Merello, preludio,
y continua con Hollywood, meca del cine en su tiempo mudo, lo fue.

A lo que respiro
fue en el año 1961
cuando el que les habla 
a su entender
dejó las secas a más no poder 
tierras de La Mancha
por todo aquello que en los libros de la época se puede leer
sobre la España rural y el hambre que se venía a padecer.

             III
Me miro
y a lo visto
estoy hecho de trozos de humanidad
que el tiempo va colocando en su sitio justo
sin parar.Me lleva una máquina de tren.

Todo sale
de ese cesto de la ropa
del cual me sirvo
para vestirme todos los días de lunes a domingo. Todo así es,
ensuciar para lavar y al revés.

                  IV
Todo otra vez
 me lleva a pensar en la muerte
mientras bebo agua de una fuente
que nace justo al lado de un camino
que no volveré a recorrer. 

Casi seco el caño
mi existencia como ser, imperfecto desde Caín y Abel,
no servirán para saciar la sed
de ningún otro nacido o por nacer,

               V
La noche trasmite
las primeras noticias
de lo que el día traerá entre sus alas que al viento le sirven de red.
Un coche vomita pasajeros y maletas
como si su vientre estuviera lleno de sensatez.
La noche y el coche
bonito guión de no se qué.

               VI
Llego a casa
tras descender de un vehículo que me trae
y tras una copiosa cena
que predice sed y más sed.

Al tiempo llego
de escuchar en la televisión un informativo
programado para no hacer daño al gobierno de turno del PP.
Todo en este país
gira entorno a lo que se nos quiere hacer ver.

              VII
Sé que dentro de poco me levantaré
y me iré directo a mirarme en el espejo para afeitarme esa barba que no para de crecer.
Sé que me lavaré
desde los pies a la cabeza con agua tibia y gel.
Sé que saldré a la calle
y sé
que ese clichet de burócrata saciado de sensatez
me llevará hasta allí donde debo como profesional ejercer.


              VIII
En ese recibo que miro
solo hay  números. Abstractos ellos. Cojonudos. Lo sé.
Intuyo.Diluyo. Me sumerjo en mi tenacidad por saber.
En mí nace un interés
por descubrir ese pequeño mundo
al cual nos hacemos nada más  que abrir los ojos para ver
todo aquello que ante nosotros acaba de nacer.

                  IX
Me niego a ser
la bestia.
el carretero,
el carro,
la carga
y el camino
a través
del cual caminamos hacia la vejez.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

  
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