Para San Juan
muy grandes hogueras
y nueces tiernas
Las calabazas
para quien las quiera
en la escuela.
Cabello de ángel,
dulce de primavera,
de Mallorca llegan.
El carbón que calienta
en la estufa y chimenea,
a lágrimas suena.
Cuentos y cuentas,
en una vieja libreta
de lobos llena.
La muerte cierta,
la eternidad por sorpresa,
todo me suena.
La tarde se acerca,
sin darme de ello cuenta,
nada me pesa.
Otra vuelta
a la rosca sin cabeza
de una botella.
Corta el pan
y reparte su tristeza,
bien si lo recuerdas
No pide nada
siente mucha vergüenza,
de él nadie se acuerda.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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