Mi reino es de este mundo,
a él vine
y en él construí
como la nutría la presa sobre mi río,
ese de aguas que llegan
y se van
de continuo,
dejando para que me entretenga la voz ahoga, el murmullo
que necesito
para continuar reinando sobre lo mío.
Se que soy de este reino,
con tantos espacios conquistados
y tantos súbditos bajo mi servicio,
por
la cuchara que de cotidiano uso,
el papel del aseo, sin él peligra nuestro orgullo,
las zapatillas que me sujetan a las raíces de la tierra, alquitrán duro,
las gafas para ver hasta donde llegan mis dominios.
No hablo del espíritu, que no es mío,
ni de la inteligencia trabajada por una cohorte de malditos
usurpadores de poder a los pobres del mundo.
No hablo de los valores impuesto por imperativos absolutos,
hablo de lo que necesito, simplemente para continuar siendo de este reíno, mío.
Autor: Jose Vicente Navarro Rubio
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