Es la una de la mañana como un clavo,
el perro durmiendo,
y por el deslunado entran los lloros desconsolados
de un bebe al que algo le hace daño.
En la finca mientras unos duermen
otros están desvelados
esta es la película de todos los años.
Que si junta.
Que si pagos.
Que si las vacaciones se están acabando.
Que, que, que, que..........................................que asco,
todo el año esperando que llegue el verano
para luego verlo pasar casi en paños.
En el paseo hay columpios y castillos flotantes para dar saltos,
puestos de vendedores africanos,
terrazas donde cenar o comer helados,
paseantes, cansados, extranjeros, y paro de contar para volver al caso.
La montaña me deslumbra por su encanto,
el agua me produce reparos
y el llano me resulta monótono y pesado.
Con este análisis es casi mejor comenzar hablando del trabajo
para acabar con aquello
de bien venido sea el verano.
Se puede comprobar
es este mi caso
que en lo mío solo hay un cierto desencanto
fruto de eso que tiene que ver con todo lo que llevamos entre manos.
Autor: Jose Vicente Navarro Rubio
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