Hasta aquí vengo
para reírme,
todos los días me muero
de risa por dentro.
Me río cuando veo
al cartero
intentando dejar una carta en un buzón
y no encuentra el nombre
en el casillero.
A las 8 de la mañana
comienza este especial celo
de hacer posible lo imposible
para ello me cubro
como si fuera un caballero
en un torneo
de la ropa más adecuada
para el momento.
Ahora estoy atento
a lo que me dicta ese genio
que llevo dentro
por eso vengo
hasta esta isla
donde viven mis pensamientos
para reírme de todo lo malo y bueno
que ante mi ha pasado para darme celos.
Es cierto
que hasta vengo para reírme
y lo hago con respeto,
tacto,
y un poco de sentimientos
pues el mundo no está
para que las risas se conviertan en duelos,
quebranto este que para mi no quiero.
Asi vamos cogiendo
lo que nos da el tiempo
ahora naranjas,
mañana pomelos
y repitiendo
mañana tomates
y seapués caramelos.
Todos los momentos
son buenos
para hacer uno lo que quiere
hasta prestar dinero
quien solo te ve
con ojos de mochuelo
para aquellos días con candados en el cielo.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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