domingo, 13 de septiembre de 2015
POESÍA: PARA CUANDO LLOVÍA EN UNA YA PASADA TARDE
Y llovía
con tal mala suerte
que la tarde se quedó vacía
de gente por las calles.
Cuatro gotas,
solo un instante,
ni más ni menos, así se define, el agua que cae
confundida en lo que es,
para lo que sirve y de ella se quiere.
Las palomas volaron
en ese instante
que sintieron sobre su cuerpo
algo más que el viento helando su sangre.
Fueron las copas de los árboles
las que abiertas como paraguas muy grandes
recibieron ese bautismo que los convierte en fervientes adoradores
de los días cuando nacen
entre nubes y fríos aires.
Y la tarde que truena
y la tarde que en el cielo arde
antes de que las compuertas de los pantanos donde las nubes crecen
se izaran para dejar caer el fruto de su vientre.
Autor: Jose Vte Navarro Rubio
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