La Junta indica que no existe agua suficiente para los usos previstos en el planeamiento
La Junta de Castilla-La Mancha ha dado este miércoles otro paso para bloquear el almacén de residuos nucleares previsto en Villar de Cañas
(Cuenca) y que apadrina el Gobierno central. El Ejecutivo del
socialista Emiliano García-Page ha anulado el plan urbanístico municipal
que contempla y ampara la construcción del Almacén Temporal
Centralizado (ATC). La Junta ya había ampliado un espacio protegido cercano para impedir su construcción, algo que ha recurrido el Gobierno central.
Cuando a finales de julio el Gobierno de Castilla-La Mancha, en manos
del PSOE, inició los trámites para ampliar un espacio protegido para
las aves y bloquear así las obras del futuro ATC, en los despachos de
esta Administración otra duda rondaba entre los técnicos. Había sospechas sobre el plan urbanístico
aprobado por el Ayuntamiento de Villar de Cañas (PP) que ampara la
construcción del silo. La aprobación definitiva de este documento —donde
se contempla el desarrollo para los próximos años del municipio
conquense— data del 19 de junio. Es decir, fue ratificado por la Junta
cuando el equipo de María Dolores de Cospedal (PP) estaba en funciones y sabía que no iba a seguir gobernando esta comunidad.
Recurso judicial del Gobierno
El Ejecutivo central, a través de la Abogacía del Estado, recurrió a
finales de octubre el inicio de la ampliación de un espacio protegido
para aves cercano a la parcela elegida para el ATC. Esta ampliación
supone que el Gobierno no puede conceder los permisos a esta
instalación. Hace unos días, el ministro de Industria, José Manuel
Soria, calificó de “artilugio” esa ampliación. Soria reprocha al PSOE
que fue este partido el que inició el proceso para construir un ATC en
España. Sin embargo, fue el PP el que designó en 2011 Villar de Cañas.
Las dudas sobre el plan de ordenación de Villar de Cañas, adelantadas por EL PAÍS,
se centraban en que no se respetan los 2.000 metros que debería haber
entre la zona de edificación del ATC y los equipamientos urbanos
existentes y futuros desarrollos residenciales. Ahora, según la
resolución de la Consejería de Fomento firmada este miércoles, se añade
otro problema más: la falta de agua. Además de la construcción del ATC,
el plan municipal contempla que la población se duplique en los próximos
diez años y la construcción de un parque empresarial y un campo de
golf. Durante la tramitación del planeamiento, la Confederación
Hidrográfica del Guadiana se pronunció y sostuvo que "no se podría
acreditar la existencia de recursos hídricos suficientes para llevar a
cabo las actuaciones contempladas".
El Ayuntamiento ha presentado dos solicitudes, pero "el hecho de que
existan al menos dos concesiones en trámite no significa ni que existan
recursos hídricos suficientes ni que estén disponibles en el momento de
aprobarse un planeamiento", se indica en la resolución de Fomento. Por
ello, el expediente se cierra declarando "nulo de pleno derecho" el
acuerdo del 19 de junio por el que la Junta dio el visto bueno al plan
urbano. Que se declare nulo ese acuerdo significa que también se anula
todo el plan.
Los requerimientos contra este documento fueron presentados por un
Ayuntamiento vecino de Villar de Cañas, el de Alconchel de la Estrella,
en manos también del PSOE.
Fuentes de la Consejería de Fomento señalan que, tras la anulación
del plan, no se podrán acometer las obras del almacén nuclear, ya que no
existe el documento legal que las contempla. "La nulidad pleno derecho
barre todo el procedimiento", con lo que el Ayuntamiento "tendría que
empezar la tramitación de nuevo" para subsanar los errores detectados,
indican. Pero la falta de disponibilidad de agua puede ser un escollo
importante.
Las mismas fuentes, sin embargo, señalan que el Gobierno central
tendría una vía para sortear esta anulación: que el Estado declare estas
obras de "excepcional interés público".
El cambio de Gobierno en Castilla-La Mancha ha puesto en una
situación complicada al proyecto de almacén nuclear, previsto para
albergar en un mismo lugar los residuos radiactivos de las centrales
españolas, que ahora mismo guardan en sus instalaciones. Antes de las
elecciones regionales de mayo, habían surgido dudas técnicas sobre lo acertado de los suelos elegidos. A pesar de estas incertidumbres, el Consejo de Seguridad Nuclear concedió la autorización previa, que valida el emplazamiento designado.
Los problemas llegaron desde el flanco político. El PSOE de
Castilla-La Mancha, que llevaba años criticando la designación de Villar
de Cañas, llegó a la Junta y empezó a buscarle las vueltas al almacén.
La principal razón por la que fue elegido este municipio a finales de
2011 entre los ocho aspirantes fue que contaba con el apoyo del
Ayuntamiento y de la Junta, ambos gobernados por el PP entonces
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