martes, 6 de enero de 2015

POESÍA: PALOMAS EN UN BALCÓN



En el balcón de un piso,
con miras a una calle,
sin más transito que mis ideas
desfilando por el hilo de alambre
del que cuelga ropa que toma  del sol
sed y coraje
unas palomas viven su juventud
bajo el amparo de mi anciano padre
que siente por ellas
el último de sus amores,
ya para estos días
de un invierno que se abre
entre el horizonte siempre amenazante
y el balcón en el cual las palomas sacian su hambre.

Autor de la poesía: José Vicente  Navarro Rubio

POESIA: PEP DE L'HORTA




Manuel Sanchis martinez: Bandolerismo y Orden Público en el Reino de Valencia en tiempos de  Carlos IV (1788-1808):

En todos los pueblos, con el nombre de Pep de l'horta" vestido de labrador y con una gorra azul con belta encarnada de los que llaman de la libertad, leía una cridá con las intenciones  que se llevaban en cada caso y población, en el caso de Tous decía: Per ordre del tio Pep delOrta que ningun vey pague el dret de señoria baix pena de la vida, y així mateix que tot vey pose  tenda per vendre lo que vullga sense pagar res a ningú; y aixi mateix que tots los veins acudisquen a pendre la dacsa que no s'a pogut acbar de repartir, y es repartirá demá a les huit per el Alcalde baix pena de la vida

http://www.enciclopedia.cat/:

El bandolerisme, abaltit durant tot el segle, reviscolà i anuncià la que hauria d’ésser la seva edat daurada en la centúria següent. En aquest context de crisi tingueren lloc diversos avalots populars, d’origen fonamentalment alimentari. El primer, cronològicament, fou la revolta popular contra els francesos que tingué lloc a la ciutat de València el 1793: el primer motí es produí el 27 de febrer i foren assaltades les botigues dels francesos del carrer Nou i adjacents; el dia 24 de març es reproduí un aldarull similar, en què tingueren una participació destacada els llauradors de l’Horta. Malgrat el seu contingut xenòfob, la revolta fou moguda per un evident malestar social d’origen alimentari. Molt diferent fou l’avalot contra l’arquebisbe Francisco Fabián y Fuero, el 1794, en el qual tingueren un paper destacat el capità general duc de la Roca i la facció valenciana del capítol catedralici, enemiga del prelat castellà. El motiu directe del motí fou l’expulsió de les mestres valencianes que tenien càrrec de la Casa Ensenyança, que fundà l’arquebisbe Mayoral, les quals havien d’ésser substituïdes per unes monges ursulines franceses emigrades. Fabián y Fuero hagué de fugir de València el 1794. Molt més greu fou l’avalot contra les milícies provincials del mes d’agost del 1801. Aquestes milícies, contràries als vells privilegis forals, havien estat reglamentades per reial ordre el 1798, però fins el 1801 no s’avançà gaire en llur formació. Eren tremendament impopulars, i l’encarregat d’organitzar-les, l’intendent corregidor Jorge Palacios de Urdániz, es convertí en el blanc de les ires populars. El motí, larvat des de dies anteriors, en què hi hagué enfrontaments entre la milícia i el poble i caigueren alguns morts, esclatà obertament el 16 d’agost. La revolta fou alhora rural i urbana: un nombrós grup de llauradors armats assetjà la ciutat, que tancà les portes, mentre a dintre tenia lloc l’avalot del poble ciutadà. La noblesa local gestionà a Madrid la revocació de la reial ordre, cosa que aconseguí. Però seguí el motí contra les milícies la revolta camperola del mes de setembre. Els pagesos de més de quaranta pobles del País Valencià s’aixecaren violentament demanant la supressió de les càrregues feudals, sota la direcció d’un personatge imaginari —Pep de l’Horta—, que feia de cap de la revolta camperola. Aquesta es liquidà amb sis execucions i nombroses penes de presó i desterrament. Al començament d’octubre tot era ja tranquil.

Pep de l'Horta fou un líder revolucionari camperol en la revolta dels llauradors de 1801 al País Valencià, especialment a la comarca de l'Horta. Pep era el líder simbòlic dels camperols en la revolta contra els privilegis nobiliaris, una revolta que va comptar amb el suport de la burgesia i els artesans de la ciutat de València. Pep de l'Horta convocava a la batalla amb un instrument popular, la cargola. Existeix una cançó feta en el seu homenatge[1]

http://www.funjdiaz.net/:

Antonio Ariño ha estudiado las prohibiciones sucesivas sobre las manifestaciones de religiosidad popular en el Corpus valenciano. En el mismo año que Ortiz publicaba su volumen, se vetaban danzas y misterios en las procesiones. Para soslayar la procesión, se decidió separar ambas manifestaciones físicamente de la procesión: las danzas salían por delante, sin estar técnicamente integradas en la comitiva sacra. Para las danzas el golpe fue mortal, y como ya hemos visto, muchas no sobrevivieron. Sólo las más arraigadas superaron la crisis, pues su popularidad generaba una presión que las autoridades civiles y eclesiásticas no creyeron oportuno desafiar. Precisamente, los últimos años del siglo XVIII son de malestar social, el cual estallará en el avalot de I'any ú -motín del año uno, 1801-. Hay pequeñas revueltas campesinas, espoleadas por la presencia de Pep de l'Horta, una especie de Capitán Swing, que asaltaba los palacios señoriales y quemaba los registros de impuestos feudales.

Pep de l'Horta


Voy a contaros la historia
de un suceso ya olvidado
que sucedió por Valencia
hace ya doscientos años.
Era la vida en La Huerta
difícil, puesto que el fruto
del trabajo del huertano
al final le era negado.
La tierra era del señor,
que se la dio un soberano.
Para trabajar la tierra
el pueblo firmaba un pacto.
Por el pacto, el labrador
donaba un tercio del grano,
del arroz y del aceite:
Todo lo recolectado.
Los derechos de almazara,
de tienda, mesón, molino,
de nombrar alcalde y juez
eran derechos prohibidos.
Así vivió el campesino
durante cientos de años:
Si protestaba, la cárcel.
Si no, trabajo inhumano.
Fue en 1801
el vaso estaba colmado.
Labradores de la huerta
sienten un tambor sonando.
Es de noche, y en la calle
las puertas van golpeando
¡Labradores, a la plaza
vuestro tiempo ha comenzado!
Al toque del caracol
que es signo de amotinados
se van reuniendo en la plaza
las gentes de aquél poblado
17 de Septiembre
de 1801
Hay tumultos en Russafa
Alberic y Catarroja
El 18 en Alcàntera,
en Beneixida y en Càrcer.
El 20 en Silla, Sollana,
en Beniparrell y Alcàsser
En l'Alcudia de Crespins
en Guadassuar y Alginet
El 21 en Senyera,
en Benimodo y Carlet
Y, hasta por si uno no vale,
lo hay de nuevo en Alginet.
22, Benifaió
y es en Tous el 23
El 24 en Antella,
en l'Alcora y en Llombai,
en Alfarb y en Alboraia.
El 25 no hay.
El 26 en Sagunt
y en Otos, y el 27
en Llocnou d'en Fenollet
y también en Estivella.
El 1 de Octubre hay
en Albalat de la Serra
terminando en Catarroja
que el dia 2 repite fiesta
(Hubo en muchos otros pueblos
pero no consta la fecha)
El pueblo espera en la plaza
en que ha sido convocado.
Se adelanta un campesino
de los allí congregados.
- ¡Labradores, escuchadme!
Pep de l'Horta me ha mandado
para deciros que nadie
robará ya nuestro grano.
Que Pep de l'Horta dispone
que el grano ya requisado
debe ser todo devuelto
a quien tuvo que entregarlo.
Y ahora vamos, labradores,
juntos a recuperarlo.
Pep de l'horta dará muerte
a quien no cumpla el mandato. -
Y gritando el que callaba
y atreviéndose el parado
asaltan graneros llenos
del producto de sus manos.
Ya nunca será el señor
el amo de sus vasallos.
Pep de l'Horta se lo ha dicho
el labriego lo ha aceptado.
Y Pep de l'Horta está aquí
y, a un tiempo, está en otro lado
y las tropas que lo buscan
no saben dónde encontrarlo.
El que busca a Pep de l'Horta
sepa que lo busca en vano
que Pep de l'Horta es el viento
que huele a tambor tocando.
Pep de l'Horta es el labriego
que se ha atrevido a nombrarlo.
Pep de l'Horta son los pueblos
que supieron inventarlo.
Y, así, Pep de l'Horta vive
en la historia y los sembrados
y el labrador sabe cierto
que nadie podrá apresarlo.
(2001)

POESÍA: VIAJANDO EN EL TAZÓN DE ORO DEL SOL



Emerge la sombra de la duda
asomado a una mañana reluciente de sol
que acompaña
y un tenue chasquido
rama de árbol que se resquebraja
rompe la monotonía
y alcanza
a que fijemos la mirada
y nos olvidemos
de la calma
bajo la cual duermen
a sus anchas
los longevos fumadores y bebedores de Vilcabamba.
Aborígenes Tasaday viajan
en la taza de sol
entre las miradas
de quienes pasean  bajo esta calma
de un día en que los Reyes Magos ya marchan
de regreso a sus casas
montados en relucientes corceles de cabezas calvas y narices chatas.
En la nada
de lo posible, siega la guadaña,
los vicios y la muerte
buscando la inmortalidad sana del alma.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: RESTA POÉTICA





La última vía muere
en una estación desierta de poemas
como si el reloj de su fachada calenturienta
pintada de blanco por fuera
todavía estuviera
marcando las horas
que guiaban mi camino hacia una escuela
en la que aprendí las primeras letras
segundas y terceras,
todas juntas,
algunas feas y otras bellas
convertidas en facturas, redacciones, cartas rotas y frágiles poemas.
Un blog de poesía te cierra las puertas,
mata un poema,
¿será vanidoso ese Dios
que se siente por encima de todos el amo de una cosecha
que en mi pueblo los judas usan para hacer con ella
sopas mugrientas
en la que las palabras se vomitan
como si fueran
el estiércol aun caliente
con el que se abonará alguna retorcida conciencia?
Calcula mal
quien un botón aprieta
y como vigilante de una tienda
se come los alimentos que le llegan.
Mientras esto digo
los Reyes Magos acechan y
ya la noche alejándose a caballo
en el cielo se contemplan
aurigas que agitan las riendas,
mientras Selene persigue a Endimión
y las estrellas pintadas en una crátera
inocentemente se hunden
absortas en la contemplación de su belleza
en los pastos de las aguas eternas.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ECHANDO UN VISTAZO



¿Qué nos diremos en un futuro
cuando volvamos la vista al pasado?
De este presente me quedo
con las esperanzas
no perdidas
en que nuevas luces
brillen
y sirvan
para devolver la cordura
a quienes nos han llevado
a este espacio concreto de subdesarrollo económico y cultural
tan dañino
para la sociedad que hemos construido
a golpes de talonario
que tenemos que devolver.
De todo lo que recuerdo
que en mi memoria habita
quedan retales de dictadura
cohabitando con silencios
que ahora me parecen
como el pan caliente de una tahona
bocado delicado que no puedo dejar escapar.
Contar es poco
pues por mucho que se diga
por el camino se pierden detalles
que al desfilar por mi mente se resisten en salir de su encierro
para llenarse de aire fresco.
Cosas simples son
todas estas a las que nos referimos,
si no se explica
que en los gobiernos de los pueblos
las dictaduras son  un mal ejemplo
que se paga con todo aquello
que luego sirve para llenar libros
que cuentan los dramas de quienes sufrieron condenas y castigos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

lunes, 5 de enero de 2015

POESÍA: VOLANDO SIN MÁS

Por aquellas llanuras
y mesetas de rosas congeladas en la mirada de una niña,
por aquellas alturas de buitres rondando sobre cuerpos desnudos
sin ropa encima alguna,
por aquellas tierras,
ahora y siempre cautivas,
vuelan libertades
que unos y otros se adjudican,
por poner nombre a las cosas
sin más alternativa
que la victoria o muerte
que siempre termina del lado de quienes sienten la tierra suya.
¿En nombre de quién?
 En nombre de la semilla, que brota y se extiende,
amapola que riza
los pelos de quienes tranquilos caminan
entre campos que llevan a paraísos de remotas ínsulas perdidas.
En nombre de tantas cosas
se juega con las vidas
que cuando el viento se levanta y las nieves caen sobre las montañas
el cielo avisa
que las guerras no son buenas y para cuando finalizan
quedan rencores y rencillas
con los cuales sacar punta a futuras disputas.
Y la mujer herida,
por lo que es su vida,
en la oscuridad más absoluta,
esa que se respira
como si el alma de las mujeres no tuviera cabida alguna
en el mundo que es origen y a la vez partida.
¡Oh tierra,
que como si fuera mía
la quisiera llena de esa paz
que cuando se respira
es de todas la mayor dicha!

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

domingo, 4 de enero de 2015

POESÍA: LA ISLA DE KIRRIN



Eran muchas mis dudas.
Kirrin isla
surgía
allí donde nació una pandilla
de cinco
a los que se suma
mi apuesta
por  una aventura
que yacía
en libros escondidos
que acrecentaron mi cultura
sin leer El Quijote
ni más libros de filosofía
que aquellos que ante mis ojos pasaban
llenando mi mente de conjeturas.
Con los cinco crecí
en Kirrin
donde las noches son profundas
y los días
como sabanas blancas extendidas
que dejan ver la luz
que desde un faro surca la bonita bahía.

Autor de la poesía: José  Vicente Navarro Rubio

POESÍA: DE UN POEMA Y UNA ARDILLA



Llueven sonrisas que al caer en tierra
alimentan surcos que darán vida
al tiempo que en el viejo almacén de granos germinó una semilla
sobre una estantería de libros viejos de poesía.
Se hunde la reja sobre la tierra y crujen en ella preguntas
que el poeta adorna con ojos de lince y mirada de ardilla
que trepa por un árbol que le lleva a la rama de la que cuelga una nuez, madura en su día.
Llueve y nada termina en el surco ni en la estantería
pues el poema se hace con peas de tierra dura
que el poeta desmenuza como si fuera una ardilla comiéndose de su interior la sabrosa pulpa.
El ser del poema germina
al tiempo que se va de vacaciones la luna
en días de cóleras encendidas en el alma del poeta
que adornando a su poema se inventa una nueva vida.
Cruda y sin más aliento
que los que recibe en las catacumbas
surge de nuevo y madura
el poeta que se creía enamorado de la vida
y la vida que se le demuestra desnuda
como la de esa ardilla
que trepa por el tronco a sabiendas de que por allí arriba está su comida.
Sin alimento muere la poesía,
no germina el grano,
no come la ardilla.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POEMA: A YU XUANJI Y SU POEMA: VIDA ESTIVAL EN MI MORADA MONTAÑOSA



No encuentro un lugar donde depositar una sonrisa,
me llueven lagrimas de los dedos
que aterrizan en esta página blanca por ahora solo de trazos y de tinta.
Asilos con luz eléctrica comprada a una maldita compañía
arrojan mi sonrisa a los silos donde dormitan
las viejas teorías
que hablaban de un mundo más justo,
algo que me creía.
El jardín marchito de la escuela
termina
allí donde unas niñas cantan canciones que salpican
en las pantallas de plasma del televisor que en una sala repleta de chucherías
hace de Gran Hermano
mientras sus padres sueñan con una mejor vida sin lucha.
Cruzó el río de aguas podridas
que lleva a la otra orilla
en una barca que lleva como timonel de altura
a un viejo amigo que sabe mucho de teología
y en esa compañía
la radio anuncia
más rebajas de impuestos para que suba el  nivel de nuestras vidas,
algo que no me creo
al tiempo que leo esta poesía
en un libro que se titula Fabricación de Islas
mientras saboreo un poema que indica que por allí en la China
hubo mujeres con música en las tripas
que destilaban placeres que ahora nos parecen conquistas.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro rubio

POEMA: "Vida estival en mi morada montañosa", de Yu Xuanji (China, 844-869)



Me he mudado a esta tierra de los Inmortales.
Por doquier florecen plantas silvestres.
Delante del jardín, los árboles extienden
sus ramas que me sirven de tendederos.
Sentada ante el manantial,
dejo flotar la copa de vino.
Frondosos bambúes ocultan
la senda con barandilla
que lleva a las alcobas.
Vestida de seda ligera,
leo entre un montón de libros.
En los ratos libres doy paseos
en mi barca decorada,
recitando poemas a la luna.
Me abandono a la corriente:
El viento me ha de llevar
de regreso a casa.

Yu Xuanji, incluido en Antología de poetas prostitutas chinas (Siglo V-Siglo XIX) (Visor Libros, Madrid, 2010, ed. y trad. de Guojian Chen).
Fabricación de las islas  de Aurora Luque
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