sábado, 28 de febrero de 2015

POESÍA: SON HORAS Y ENTERAS

Por el parque el gato,
ovillo en la arena,
como ojos que miran
una gacela
que corre veloz, que vuela,
por las altas praderas.
Una bombilla se presta
a ese juego de escribir mientras
las sombras de la noche cercan
con sus bayonetas, apagadas velas,
a quienes se sienten cerca
sin darse cuenta
de que el reloj solo marca
las horas enteras.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: DE LO QUE QUEDA

Hay algo que te lleva, preso eres,
de aquello que con la mano te coge y en la mejilla te besa.
En la muerte de un mar con sus venas de poesía llenas
cuentan que un barco naufrago
y su carga
entera
se fue camino de esos fondos con peces de pecera.
Musgos en los ojos, agua en las arterias,
corales en el pelo,
dientes de cera
mascando nuestras ideas,
la muerte se acerca
tan tierna
que no hay tiempo para hablar ni para entonar otro poema
que no sea
el que ya entonó otro poeta
al que la muerte le vino
en una cuneta
con la cabeza llena
de ese vil metal que cuando entra
convierte la masa que es la inteligencia
en una mancha sobre la corteza
de los árboles silenciosos
de las marismas que llevan a otras tierras.
Santo: Dios, como se quiera,
el espera,
a que llegue el currículo de quienes ante el se presentan
pidiendo a gritos
que le lean
las últimas noticias de la prensa
en lo que tiene que ver con esas esquelas
que describen al muerto de una forma tan entera.
Me queda,
como quien algo espera,
tanto que decir
y tantas penas
que recojo velas
y vuelvo a esa reserva
espiritual donde el hombre piensa.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

LOA MARGENES DEL AGUA DE IDOIA ARBILLAGA



Fuente. http://olcadespoesia.blogspot.com.es/2014/10/los-margenes-del-agua-de-idoia-arbillaga.html
    Idoia Arbillaga, Los márgenes del agua. Madrid: Tigres de papel, 2014. 85 pp.

    El segundo poemario de Idoia Arbillaga profundiza, estiliza y amplía las líneas temáticas y formales de su anterior entrega (Pecios sin nombre, Amargord, 2012). Los márgenes del agua supone una inmersión, no siempre fácil y desde luego nunca tranquilizadora, en un mundo poético que al tiempo que nos es familiar resulta altamente desconcertante y perturbador, y nos obliga a afinar nuestras coordenadas artísticas y vitales.

    Este libro, marítimo en su esencia imaginativa y simbólica, se declara en busca de los márgenes desde el título. A la metáfora del mar como escritura, heredada de la tradición, se le añade la sorpresa de una ambigüedad gramatical (lo esperado serían “las márgenes” aplicado al agua) que abre el libro, antes incluso de ser materialmente abierto, a múltiples sugerencias que implican una escritura de la frontera, al margen, una escritura sobre lo que el mar arroja. Y el juego con el género gramatical / sexual no es inocente, como ocurría en el poemario anterior.

    En cualquier caso, la travesía no nos llevará por un mar sereno o clásico, sino por aguas revueltas y que lo revuelven todo. La fuerza de las imágenes nos conduce al lado más salvaje del surrealismo. Basta encarar el primer texto para encontrar afirmaciones como estas: “La lepra en el sentimiento, que lo descompone, como un alacrán corrupto que se nutre del hueso. La navaja-almendra, dulce pero afilada, también fue suya. Va rasgando mi bolso de mimbre y su inocencia” (15), donde reconocemos el eco verbal del plano inicial de Un perro andaluz y la estética de lo podrido que practicaron allí Dalí y Buñuel, aparte de las resonancias sexuales o la implicación de vida y muerte en un solo acto, que aquí se atisba, como la yuxtaposición de dos formas de ausencia. El mismo recuerdo del film surrealista aparece más claro páginas adelante: “Cristales y presencias rasgan la córnea del buey, que se anega de un cuarzo líquido, luminoso” (39).

    Estamos en el mundo de los Cantos de Maldoror, a los que se homenajea explícitamente en el poema “El palacio del placer oscuro” (30-31), al que sigue un eslogan rimbaldino renormalizado “Je suis un autre” (32). El poemario se sumerge así en la poética que da origen a la irracionalidad moderna y posmoderna, con el añadido del malditismo marca Baudelaire. Abundan los animales que pinchan o hieren: alacranes, cangrejos, mantis, situados por lo habitual en paisajes desolados, como los de Chirico, algunos de Dalí o Max Ernst, inquietantes, yermos, pétreos, obsesivamente compuestos por materiales corrosivos pero también blanqueadores como la sal y la cal (paronomásicos), probablemente con funciones metapoéticas: lo que da blancura y claridad también destruye.

    La lógica que rige este aspecto del libro es la onírica, entre el ensueño y la pesadilla, con la alternancia entre el versículo largo y los versos breves, que indican con su contraste el paso de un mundo a otro. Por ejemplo, a la sicodelia amable de “gozo de peces, / caracolas, algas y esponjas de cal violeta” sigue inmediatamente: “mas pronto se vuelve sima de océano baldío e infecundo, / roto de olas, seco” (17). Igualmente, las prosas que introducen cada una de las partes del libro forman una serie de continuidad tortuosa y están llenas de símbolos difíciles de desentrañar, enredados a sugerencias arcanas, fragmentos de sueños intensamente inquietantes.

    En esta línea hay zonas que recuerdan al Libro de las alucinaciones de José Hierro, como el poema “Acechados” (26-27), en el que respiramos una atmósfera coincidente con la mezcla de dos poemas de aquel libro “Alucinación submarina” y “Mis hijos me traen flores de plástico”. Incluso la tendencia de Idoia Arbillaga a evitar la aposición en favor de compuestos de acuñación propia: cuerpo-cobijo, aula-mar, beso-enredadera, se explica en ese ámbito de mundo alucinado y de fusión de realidades llevado a la gramática.

    Por contraste, encontramos poemas de fuerte impronta clásica: “El mar me mira” (21-22) donde parece que estamos ante el ponto homérico, guiados por metáforas de raigambre tradicional: “Va quebrando el buque la piel del mar”. Se trata, en este caso, de un mar divinizado, que mira como un héroe antiguo “engañoso varón, osado y sensual”. Pero en este refugio de clasicidad, llama en especial la atención el uso de la forma soneto; ahí la poeta demuestra sus dotes al remozar y dar un agua nueva a la herencia de lo libresco. Este divertimento con la tradición es legado del soneto barroco y conceptista de carácter burlesco, en que, como en una montaña rusa, se pasa de lo más elevado a lo más terreno, del lenguaje más sublime a la expresión duramente coloquial, aparte de licencias como el uso de la asonancia.

    Como no podía ser menos, se sigue por el poemario, y en respuesta a la metáfora del título, una meditación sobre el propio acto de escribir, que se hace explícita en el poema “Huesos encendidos” (28-29), donde la persistencia de lo óseo, calcárea materia seca, se enciende y se humaniza con la palabra verdadera, con el trasfondo del arrebato del fuego del mito de Prometeo.

    Y es que uno de los temas centrales del libro es la relación entre arte y verdad; relación que se condensa en una declaración de nuevo surrealista: "el arte, que no es arte / sin cópula con la verdad" (26). Ahí resuena Heidegger y su concepción del arte como desvelamiento y apertura hacia lo auténtico, pero servido en la bandeja tensa de una imagen que podemos rastrear en Breton:

Y que se entienda bien que decimos ‘juegos de palabras’ cuando son nuestras más seguras razones de ser las que están en juego. Las palabras, por lo demás, han dejado de jugar. Las palabras hacen el amor (“Les mots sans rides”)

Pero nuestra autora va mucho más allá: la verdad no surge del acoplamiento (en su acepción animal) de las palabras, sino que hay un sentido más allá de la verdad, que surge de su cópula con el arte, con una imagen más atrevida, que deja el “hacer el amor” de Breton como propio de un señor tirando a mojigato.

    La presentación de la relación entre arte y verdad bajo especie sexual no nos debe sorprender en una autora que imprega su creación de una fuerte tensión erótica (ya pasaba en el poemario anterior); y si en la parte primera (“Ausencias”) el nexo se establecía entre los gemelos Veritas et Ars, en la segunda parte (“Presencias”) los gemelos se han convertido en Eros et Ars, con lo que alcanzaríamos la tríada platónica: Verdad, Bien y Belleza, si no fuera porque no se trata exactamente de Belleza. El erotismo de Idoia Arbillaga no la descarta, pero la considera solamente el efecto de un impulso mucho más oscuro y más violento. La tercera parte (“Redenciones”) está directamente compuesta por poemas eróticos cargados de fuerza no solo por su contenido sino por las imágenes de violencia, inmersión, rapidez, trallazos sísmicos con que se explica el deseo sexual, a lo que colaboran los finales lapidarios, donde el deseo llega a su cumbre en el mínimo de palabras: el monosílabo, la afirmación.

    La apropiación de la imaginería religiosa para la expresión erótica presente en “Mandamientos de la ley de mi amor” (51-52), en el remedo de la inmaculada concepción que supone “Hija de las aguas” (53-54) y más claramente en “Sacramental” (61) tiene también una amplia trayectoria en la tradición, y permite a la autora una inteligente prestidigitación entre el impulso místico y la provocación sacrílega.

    No quiero acabar sin mencionar la memoria, otro de los temas axiales de la poética contemporánea, y que aquí se imbrica en la necesaria relación entre arte y verdad de que he hablado, pues la verdad de lo poético depende muchas veces de la capacidad que tiene el arte para hacer vivir los recuerdos, sacarlos de su tiempo clausurado con todo su séquito de resonancias emocionales. En este sentido son ejemplares los poemas sobre los padres “La casa de los padres” (23-24) y “El corazón flotante” (el único en prosa, dedicado a la madre) (43-44), donde el estado de orfandad como un imposible regreso a lo primigenio y auténtico nos impone la verdad de la poesía en su rendención de ausencias

FERNANDO NOMBELA Y "EN ESTA LUZ NOSOTROS"

En esta luz nosotros

M

SOMEECARDS

POESÍA: EN UN CHARCO SE DIBUJA PARTE DE UNA VIDA

En el turbio charco,
calle desierta de una pasada vida,
una huella quedó circunscrita
entre anfibios e insectos que vivían
en el asfalto y junto a la cornisa
de una ventana desde la que se veían
sapos, ranas y salamandras saltando, entre el barro,  a su deriva
La lluvia equilibra
esas mis pesadillas
de unos años en que vivía
al sol,naciente de una dictadura
que prohibía
aquello que solo alimenta al alma
comos si fuera del trigo su harina.

El charco y la dictadura
son ahora
a años vista
dientes de esa trilla
que todo lo convierte en grano y paja
que la criba limpia
de polvo y granzas que a un saco se tiran.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POESIA: BANKSY Y SUS GRAFITIS EN GAZA




Frente a las puertas del infierno
el bronce de Rodín toma cuerpo.
Piensa el hombre.
el poeta remueve su cerebro,
la puerta abierta descubre la amargura
de quienes desde dentro
entre desconsuelos
esperan un mundo nuevo
Los grafitis de Banksy llenan los cuerpos
de los edificios destruidos
por los bombardeos
sobre paredes abiertas,
cuerpos muertos,
entre miradas y desconsuelos

Autor  de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

¿DE QUÉ COLOR ES REALMENTE?

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viernes, 27 de febrero de 2015

POESÍA: EL ESTADO DE LA NACIÓN.




Era su tiempo, medido,
la última palabra,
el tono subido,
blasfemo, no limpio,
que se sentía en un debate que tenía perdido
el Dios
de los antiguos,
vengativo,
arrogante,
despiadado,
colérico, destructivo,
y amigo
de los vicios ocultos
que llevaron a España a ser el culo del viejo mundo.
Sus palabras
destripadas, a golpe de martillo,
sonaban, a sermón repetido,
y poco más
que a vuelo
de abejaruco
con fines poco ilustrativos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio


POESÍA: LENTO CAE EL DÍA

Lento cae
el día
en una primavera
que se anticipa
para hacer de Atila
con esos brotes verdes
de los árboles de la vida
que a la menor brisa fría,
matemática exacta de una ecuación con incógnitas incluidas,
se convierten en otra cosa distinta.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: LOS DESAHUCIADOS


Si te animas,
si te sientes fuerte en la lucha,
si sabes salgo de política,
si no crees en la justicia,
si sufres cuando ves a un pobre pedir ayuda,
si has estado en un hospital
arrinconado en un pasillo
como si fueras una sardina
enlatada en aceite de semillas,
si eres de todo un poco
y más de los que se crecen ante las injusticias,
seguro que eres de los que buscan:
Un mundo mejor
para aquellos que transitan llevando encima
la carga de esta crisis diseñada desde arriba.
Creo en lo que veo
y en aquello que mis poros respiran,
creo y me anima,
el ver a seres comprometidos
en cambiar nuestras vidas sobre este mundo.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: SIN COMAS Y SIN PUNTOS

Me gusta
nombrar a las cosas por su nombre
por eso digo
que soy ciudadano del mundo
y no pongo
comas ni puntos
cuando afirmo
que hay políticas bien hechas
que liberan al ser humano
de las mordazas
que ahogan sus ideas
y otras
en los mismos sitios
que lo convierten en marioneta
al servicio
del mundo,
que no quieren más libertades
que las que son
para su propio beneficio.
El pan que se come
con sudores se amasa
y con sudores el grano se siembra
y la espiga se siega
para cuando llega el estío.
Lo que hacemos y somos
a lo visto
tiene como caducidad
una fecha concreta
en un calendario
a la que cada uno de nosotros llega
a su ritmo.
Detrás de la muerte
la vida se esconde  en perdidos suburbios
y con ella
se apaga una vela
al tiempo que brotan
sobre los surcos
tallos verdes que aseguran el futuro.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: DE UN CUENTO APRENDIDO


Había una meta,
compromiso,
y algo escrito
sobre un espejo
en el que miraba
de continuo
apretando los puños.

Sabía por los cuentos
que me contaban de niño
que al final, con epílogo incluido,
siempre ganan los más comedidos,
pues tienen todo el tiempo del mundo
para medir las fuerzas de sus enemigos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

miércoles, 25 de febrero de 2015

POESÍA: Y LA LUZ QUE CAE

Y viene hasta aquí
la última sonrisa del día
entre calores que me entran
en un invierno frío
en que bandadas de estorninos
buscan su refugio
en una rotonda tan cerrada
como los bosques de enebros de los lugares recónditos de nuestro espíritu.

La cerrada noche
sin más pestillos
que mis ojos dormidos
afluye en el lecho que me sirve de refugio,
ya sin horas el reloj,
ya sin timbre de voz el  viento dormido.

Con la luz dormida
en los camastros de un cerrado hospicio
suenan los ronquidos, fuelle que aviva la llama del olvido,
de hijos que buscan a sus padres perdidos
en la geografía abierta de los libros de registro.

Y la luz que cae
en una noche para el olvido
de velas apagadas
y féretros vacíos
a la espera de la muerte
que espera en el frío
de ese continente perdido donde solo viven los espíritus.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

lunes, 23 de febrero de 2015

TERREMOTO CON EPICENTRO EN ALBACETE

Terremoto en Ossa de Montiel


Un terremoto con epicentro en Ossa de Montiel, provincia de Albacete, ha sacudido el centro de España este lunes. El temblor ha tenido lugar a las 17.16 (hora peninsular española) y se ha notado en varias provincias, según han confirmado en el Instituto Geográfico Nacional (IGN). El seísmo ha tenido una magnitud de 5,2 en la escala Richter, con datos del IGN, que señala que ha sido un terremoto de magnitud "moderada-fuerte".
El origen del temblor ha estado situado a unos 10 kilómetros de profundidad, lo que se considera "muy superficial", según fuentes del Instituto Geográfico Nacional. En concreto, la latitud ha sido 39.04 grados norte y la longitud 2.65 grados oeste. Minutos después, a las 17.27 (hora peninsular española) se ha registrado una réplica de 2,5 a 19 kilómetros de profundidad. Aproximadamente una hora después se ha detectado otra, en este caso de 3,1 en la escala Richter, y su epicentro se ha localizado muy cerca del primero

El movimiento de tierras se ha notado en Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha y Madrid. No ha habido daños materiales ni estructurales, salvo algún incidente "leve", como la caída de piedras en algún vehículo, según señala el Ministerio del Interior después de haberse puesto en contacto con la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha y el 112. Como medida preventiva tras el terremoto se mandaron cuestionarios para saber si se habían producido daños, pero los responsables de Protección Civil de las zonas afectadas no comunicaron ningún efecto de consideración al IGN
Entre los últimos terremotos que han sacudido España destaca el que asoló la localidad de Lorca, en Murcia. El seísmo de este lunes se ha producido, precisamente, en la misma falla, que atraviesa la meseta
El 11 de mayo se produjo en Lorca un terremoto de magnitud 5.1, que fue precedido de un movimiento sísmico de 4.5. Una de las diferencia entre el temblor de Albacete y Lorca, que causó tantos daños y víctimas, está en la profundidad. El seísmo de Albacete se produjo a 10.000 metros de profundidad; el de Murcia, a 1.000. Ossa de Montiel, situado a 83 kilómetros al oeste de Albacete capital, tiene 2.500 habitantes. Es el pueblo de acceso a las Lagunas de Ruidera.

                                                          Epicentro del terremoto. 

"Vibraba toda la casa, temblaban todos los vasos y platos, las lámparas, y los perros no paraban de ladrar", explica Rafael Mora, de 55 años, vecino y juez de paz de Ossa de Montiel. Los primeros testimonios recabados por este periódico descartan daños personales y materiales.

Los servicios de emergencia del 112 en Madrid han informado de que cuatro edificios de Torrejón de Ardoz han resultado afectados. Los Bomberos de la Comunidad han acudido al lugar, donde están trabajando, y se ha desalojado a los residentes, pero no hay heridos. Tras los exámenes pertinentes, los vecinos han podido volver a sus domicilios tras no detectarse daños estructurales en los inmuebles, según ha informado fuentes de Emergencias 112 y municipales. Entre las 17.19 y las 18.23, el servicio de emergencias en la Comunidad de Madrid ha recibido 420 llamadas.

domingo, 22 de febrero de 2015

POESIA: EL HUMANISMO SOLIDARIO




















En la situación actual de crisis socioeconómica y de valores donde vive inmersa la sociedad contemporánea ha irrumpido con pujanza un pensamiento cultural internacional que defiende, con apasionado entusiasmo y desde la heterodoxia estética, la importancia del compromiso con el hombre, su problemática y sus conflictos. Humanismo Solidario. Poesía y compromiso en la sociedad contemporánea, desde una postura serena y equilibrada, reúne a algunos de los poetas más relevantes de España, Hispanoamérica y en algunas zonas del Magreb nacidos a partir de 1950 que reivindican con su poesía, partiendo de distintos plan teamientos estéticos e ideológicos, la paz y solidaridad universales. Todo ello desde la conciencia compartida e imperiosa de volver la mirada al ser humano sin imposturas, de un deber real, un comportamiento ético y un posicionamiento reflexivo como eje transmisor y preservador de la fraternidad entre los individuos, constantemente manipulada y cercenada en estos tiempos de miseria moral en que los poderes fácticos pretenden degradar a la persona a mero espectador pasivo de su propia existencia. Esta antología, con un minucioso estudio previo en el que se analiza la poesía escrita en español desde los años sesenta hasta la actualidad, revela que el escritor es un ciudadano responsable que, cuando la injusticia y la deshumanización azotan, pone su sensibilidad, su inteligencia y su pluma al servicio de la sociedad plural revelando que es más lo que une a los poetas en lo ético que lo que los separa en lo estético. Porque el hombre y sus urgentes necesidades priman sobre cualquier querella literaria cuando lo que está en juego es el más preciado de nuestros bienes: la libertad.
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