sábado, 4 de abril de 2015

POESÍA: EL UNO DE MAYO ¡QUIÉN DIRÍA!

Le duele la mirada,
se le hace dura,
como los callos
que en las manos significan
vida digna,
de esos hombres y mujeres
obreros y obreras, 
en nuestra jerga socialista,
de los cuales nada dicen
los libros que nos cuentan 
de carretilla
historias tan absurdas,
como los tratados 
y  batallas
y  los nombres en cursiva
de los muchos  monarcas
y de sus corrompidas  monarquías.

Los obreros 
y las obreras
y una fecha 
en un calendario festiva
cada día, 
por desgracia, menos significativa,
por aquello 
de con nosotros la fiesta no iba,
hasta que llega, 
ésta, 
la muerte activa,
de quienes 
ajenos se sentían
a esa deriva 
del barco que naufraga
y con él 
sus ahora desprotegidas vidas.

En la textura de su piel
le aflora alguna que otra arruga
mientras se siente inútil
todo por culpa 
de una cartilla
creada sin duda
para convertir al ser humano
en el número 
de una fría estadística
que el gobierno utiliza
para echarse encima
medallas siempre inmerecidas.

Eran unas lágrimas dormidas,
ahora sombras tenues
de color verde aceituna
que desbordadas se perdían 
por unas sonrojadas mejillas,
a pesar de ser uno de mayo,
tan dúctil este día
como la frágil mantequilla,
con olores a polilla
que nos sirve  para recordar
que la vida
siempre es dura,
con los más débiles,
no les quepan dudas,  
esas estimadas criaturas,
los obreros y obreras,
laboriosas hormigas
de un hormiguero
que si de alimentos se vacía
trae fuertes hambrunas.

No quieren los obreros
de mi poesía
la caridad pública,
ni quieren doblar las rodillas.
No quieren las mujeres,
que son del ser humano
todo en la vida,
sentirse mujeres públicas
en ese mercado laboral
tan machista
donde ellas, 
madres, 
abuelas, 
nueras, 
parientas, 
amigas 
e hijas
por haber nacido
con el estigma
que se recoge en las Sagradas Escrituras
se las trata indignamente
como si fueran del hombre 
su más queridas costillas.

Secas como las mieses
que sobre el surco esperan
abandonar 
lo que fue su fértil vida
veo a un hombre dormir
bajo un techo de cartón
que anuncia 
en su superficie imprimido en tinta
colchón de látex
bueno para las curvaturas
de las vertebras dorsales,
y útil
por añadidura 
para no coger malas posturas.

Me surgen molestas preguntas,
en un uno de mayo
que solo se debería celebrar
con pancartas 
en las vías públicas
y no en salones
con mesas repletas de comida y de bebida
y a lo mejor con sillas vacías
de esos obreros y obreras
de miradas duras,
a los cuales nos dirigimos
en una fecha tan significativa
pidiendo con ternura
fe en el futuro 
y en el presente cordura.

Cuando era niño
me entretenía 
viendo trabajar
a las laboriosas hormigas
y ahora cuando paso
por la puertas 
de determinadas oficinas
y veo colas inmensas de parados
me entra una cólera infinita
y tantas preguntas
que no hay renglones 
en libreta alguna
capaces de contener 
mi rabia infinita
por eso de ser socialista, 
de puño en alto,
casi caído para la lucha,
en un siglo XXI tan negado en eso de hacer conquistas.


Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

1 de mayo: ¿por qué se celebra?

Fuente: Carlos Sala:

La fiesta por excelencia del trabajador es el 1 de Mayo. En realidad es un día de huelga o día festivo, pagado por las empresas que, en general, discurre pacíficamente en miles de ciudades del mundo.

Sin embargo, en sus orígenes fue una jornada bastante tumultuosa.

En 1884, la Federación Americana del Trabajo se impuso la meta de pedir la jornada de ocho horas, y escogió el 1 de Mayo de 1886 como la fecha de inicio de esa reivindicación. En esos años, en Occidene había jornadas de 10 y 12 horas diarias.

Llegada la fecha, muchos obtuvieron su reducción de jornada. Pero 340.000 obreros no consiguieron esta promesa e iniciaron una huelga en los días siguientes para obligar a ceder a sus patronos. La policía intentó detener las manifestaciones en Chicago. Se produjeron más de tres muertos entre los obreros.

Días después 15 policías murieron al explotar una bomba lanzada supuestamente por los sindicalistas. Cinco sindicalistas fueron ahorcados. Tres condenados a prisión perpetua. La Internacional Socialista se propuso en 1889 reivindicar la jornada de ocho horas para todos los obreros del mundo, y se haría mediante una gran manifestación en todos los países en honor a los Mártires de Chicago. Se proyectó que sería el 1 de Mayo de cada año.

El día del Trabajo entre rusos y alemanes

Después de la Primera Guerra Mundial, se aceptó la jornada de ocho horas como un objetivo universal. No fue tan fácil instituir el 1 de Mayo como día de huelga porque se oponían rudamente las empresas y desde luego, no pagaban ese día de fiesta.

La Unión Soviética, bajo Lenin, decretó el 1 de Mayo día de paro nacional. Hitler llegó más lejos porque fue el primer país en decretar que el 1 de Mayo fuera un día de paro, el Día del Trabajo, obligando a las empresas a abonar ese asueto a los trabajadores, pero suprimiendo los sindicatos. Francia le imitaría obligada por Alemania durante la ocupación en 1941. Hoy día, es una jornada de huelga pagada en casi todo el mundo.

Paradójicamente, en EEUU no se celebra ese día sino el primer lunes de septiembre, el Labour Day.

POESÍA: EN SEMANA SANTA: VIERNES DE MADRUGADA Y EN UNA NOCHE QUE EMBRIAGA

Ya la noche pasa
y camino, sin tartanas, 
de las cinco de la mañana,
ella la noche se espanta,
de oír a tantos cofrades,
con largas sayas
por las calles vociferando
sus alabanzas,
a Baco, dios del vino,
ese que riega las gargantas
y enturbia las mentes
como el agua 
de las charcas
cuando en su seno 
se hunden las manos 
y estas se llenan de negras escarchas.

Las últimas voces
por las calles vagan,
ya las tallas
de madera labrada
relamiendo sus silencios
hasta la próxima Semana Santa
en que la pasión volverá a llamar
sin perder la calma, 
a las puertas de las casas,
de una l'Alcúdia
toda ella, tradición manda, 
otra vez en volandas
con sus calles
de observantes atiborradas, 
de fe,
no se sabe cuanta  
y de largas y endulzadas calladas.

Duermen
los santos y las santas, 
en sus andas,
en esta noche, 
Viernes de Semana Santa
a la espalda, 
toda ella,
Baco cuenta sus hazañas, 
tan a estas alturas embriagada.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

domingo, 29 de marzo de 2015

POESÍA: LA NIÑA SIRIA QUE SE RINDE ANTE LA CÁMARA DE UNA FOTÓGRAFA




La niña SIRIA no sabía
que no era el fogonazo de un arma
que se dispara
lo que le apuntaba.
La niña  se rinde 
ante una cámara
que ante ella solo lanza
un chasquido tan inocuo como el agua,
que solo sirve para fotografiarla.
La niña refleja el drama,
en su cara, en su mirada,
con sus brazos bien altos, 
tal como mandan las ordenanzas. 
Su pose me queda marcada
y no se me va del alma
por eso de ser civilizado
en un siglo que en nada se aparta
de esos otros siglos de historias que espantan.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio 


Fuente de la fotografía: 'eluniversal.com.mx/el-mundo/2015/ninia-se-rinde-ante-camara-en-siria-penso-que-era-un-arma-1088248.html'
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