sábado, 11 de abril de 2015

POESÍA: A LA "CHINCHA COJA"

La expresión "Chincha Coja" la recuerda mi padre que tiene 95 años. Dice que en Pinarejo los niños y niñas jugaban a sacar un tejo, trozo de vasija de cántaro, de un círculo marcado con un palo en el suelo. El juego consistía en pegarle con la puntera del pie al tejo hasta que este finalmente salía fuera del círculo. Ganaba el que pegando menos veces con la puntera del pie lograba que el tejo saliera fuera. Mientras se le pegaba al tejo, la otra pierna, izquierda o derecha, se mantenía encogida sin tocar el suelo, como si el jugador estuviera cojo. A ello se debe la siguiente poesía:

A la chincha coja
juega ella, juega él,
cerca de un pozo
cuyas aguas no se dejan ver.
Salta y le pega,
salta otra vez,
hasta que el tejo
se ve,
lejos de ese círculo
donde la niña que juega a la chincha
para no perder
lo deja caer
tan lejos del circulo
y con tanta rapidez
que gana la prenda
con que
a la chincha y sin querer
en Pinarejo su plaza invita a disfrutar de eso viejo placer
que es jugar a la chincha
e intentar no perder.

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio

viernes, 10 de abril de 2015

POESÍA: EL UNO DE MAYO DÍA DE REENCUENTRO

No hay nada más duro
que ser obrero
en las minas
que visten de negro
el corazón noble
de los mineros
que por dar con su trabajo
a los países más progreso
mueren bajo la tierra
sin más derechos
que homenajes a destiempo.

No hay nada peor ¡cierto!
que ser jornalero
al son que mejor le va
a quienes con su sufrimiento
sacan pecho
en despachos vacíos de sentimientos.

No hay peores enemigos
para los que luchan
por su sustento
que los malos acuerdos
y los hachazos
que pegan los malos gobiernos
podando derechos
como si los trabajadores
fueran los culpables
de todo aquello
que a un país le pasa
en un determinado momento.

Trabajadores son
y para ellos
siempre hay un recuerdo
en un día 1 de mayo
no sujeto
al dogmatismo ciego
de quienes se visten
con piel cordero
para que no se les vea
el lobo hambriento
que rugue en el interior de su cuerpos.

Son los trabajadores
el pulmón de acero
de Blas de Otero
El corazón fuerte.
de Miguel Hernández
no cediendo.
El músculo y el nervio
de Vicent Andrés Estelles,
tan lleno,
de todo aquello
que da vida a un pueblo.

Son tantos los trabajadores
y tantos
los que no tienen derechos,
y tantos
los que en la lucha mueren
y murieron,
que el día 1 de mayo
se debería celebrar siempre
a las puertas de los cementerios.
Póstumo homenaje
y merecido recuerdo
a ellas y ellos,
protagonistas sin saberlo
de ese día 1 de mayo
en que celebramos el reencuentro
con lo que somos y seremos,
trabajadores endebles
al son que impone  
este actual gobierno
recortando más y más derechos. 

Autor de la poesía: José Vicente Navarro Rubio
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