En las noches se despiertan viejas sensaciones
que anidan en las ramas de la inteligencia,
aterrizan sin necesidad de ninguna encomienda
en la azotea donde la mente se nutre de ideas
viejos proyectos, historias antiguas y bellas,
casi telenovelas, películas rodadas sin más estrellas
que las propias sensaciones que a uno le llegan
cuando tranquilamente y sin saberlo
sueña.
Es el sueño
parte casi inmortal
de nuestra conciencia
y con él
sin más necesidad de echar leña
vivimos otras vidas
en la tranquilas aguas que llevan de lo real a lo irreal en un tren de primera.
¡Sueña
con lo que quieres,
exterioriza los sueños
y brega
por aquello que anhelas
no te quedes con las ganas
no sientas como bostezan!
Sueña,
para alcanzar tu estrella,
para ponerte al mundo por montera,
¡sueña!
que la vida es bella
y está tan llena de nuevas ideas
que el que no sueña
se convierte en esclavo de las ideas
de aquellos otros que contigo sueñan.
Autor; José Vte. Navarro Rubio
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