Este es un poema que se puede escribir en cualquier sitio,
un calcetín usado,
una zapatilla de correr millas y millas.
La apatía lleva como la calderilla
a sentir el ruido de lo que pasa por nuestras vidas
sin más osadía que menear las monedas y acumular tristezas,
es la alegría
como el esperma de las ballenas que tanto se codicia,
¡Acab y su lucha!
¡Acab y sus angustias por dar captura a una ballena asesina!
Decía un poeta casado con una musa
que quería,
quizás había visto alguna que otra película
de bodas celebradas en faros de costas por el mar zurcidas,
casarse en todos los faros del mundo con la misma novia
aquella que conoció mientras bebía una manzanilla
en la barra de un bar al tiempo que escribía,
llevado por la fogosidad de su frágil vida,
que en el alcohol,
bebida,
veía unos labios que se comían su risa.
Surgió un frío sujeto a una barandilla
y apareció el desnudo espacio
como si fuera el alma de una termita
abriendo nuevos caminos en el corazón de un madero convertido en autopista
por el que desfilaban suicidas
en las noches de los tiempos, en los días,
para cuando el frío entra en algunas vidas
y construye con las melancolías, nuevas teorías,
en un mundo reciente, con sabores a helado de vainilla.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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