domingo, 14 de agosto de 2016

POESIA: HOMENAJE A FEDERICO GARCIA LORCA EN LOS 80 AÑOS DE SU ASESINATO


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En Granada tierras de baldío
ensucian de sangre su cara,
para un 19 de agosto,
ni misa, ni altares 
sin nada 
que se parezca 
a una ceremonia sagrada
cuatro cadáveres son enterrados
cada uno con su racimo de balas,
los agujeros al parecer delatan
el desenfreno y la venganza
empleada en matar a sangre fría
a quienes muy despiertos soñaban
con una vida pletórica
toreando toros en las plazas,
dando clases al lado de una pizarra,
o ya el  poeta
en la huerta de San Vicente su casa,
cantando a las alondras en el tejado varadas,
como si estas tuvieran en sus gargantas
parvas de seca y quemada paja.

Camino de Alfacar a Viznar
el viento ya ni habla
cerca de la Fuente de las Lágrimas
cesa el agua espantada
de caer por el caño
en el que se lavan la cara
quienes hasta el lugar se acercan
para ver en primavera
el verde de los campos
extendidos en ellos
sus camisas ensangrentadas.

Agosto vino loco,
tan loco andaba
que una lengua de fuego
iba de pueblo en pueblo
arrasaba
entre gritos de dolor,
y caras desencajadas
se mata.
Por aquí el café
se daba
a bocajarro en la cara
gota a gota
entre dolores que espantan
el negror y el sabor
del liquido en su taza
entra por los ojos
y con su sabor amargo empaña
los frutos incipientes
que cuelgan de las ramas.

En agosto
ls ovejas ya no balaban,
solo los lobos bajaban
de sus coches enfundando
pistolas bien armadas
de temibles balas,
el primer tiro por la espalda
y ya el segundo
que no hacia falta
allí donde la razón de ser
dicen que si falla
convierte a los seres humanos
en bestias tan malvadas
que hasta los animales salvajes
huyen en desbandada 
al sentirse amenazados
por los hombres de sucias barbas,
ojos vidriosos y en sus almas
cuchillos de acero
que cortan hasta la cara
del viento cuando pasa
cerca de ellos gritando ¡canallas!

En el día y hora señalada
en un reloj de pared
las agujas se paran
cuando el cortejo pasa.
Nadie en Granada da la cara,
mientras avanza la mañana
como quien nada quiere,
como si nada pasara
se llevan al poeta
que tenía a Granada en su mirada
como si fuera un criminal
con sus manos ensangrentadas
y en ello sin juicio ni faltas,
en una sala tomada por los salvadores de una patria,
así ellos se llamaban,
lo sacan camino del calvario
así estas gentes mataban
por amor a los suyos,
Judas delata, Pilatos calla
y los más desarmados cargan y disparan
sin más justicia
que la que un general aplica desde el campo de batalla

Agosto no es nada
y en Granada
ni se habla
ni se quieren historias ni batallas
que ensucien su Alhambra.
Tierra casi santa
le falta
un santuario
de rosas encarnadas,
geranios de patios colmadas
y fuentes de frías aguas
donde el poeta,
ya sus huesos del brillo de la luna que amaba
pudiera tener
su cabaña
entre limoneros y campos de dalias
con el Albaicín de cara
no fuera el caso
que el sol de sonriente cara
no fuera un reflejo
de aquel que en las tardes enamoradas
se quedaba quieto entre montañas
a la espera,
el sol aquel día no estaba
de que la tumba se abra
y de él se extraiga
a su enamorado poeta,
en Nueva York lo adoraban
y en su Granada
mientras unos 
lo veneraban,
otros
lo odiaban
 por no saber
ni sabían
el por qué lo mataban.

En todos los agostos
me lavo 
para el día 19 
de forma muy especial la cara
con agua de rosas y azahar 
se lavan
las heridas
así se rejuvenece el alma,
así 
el poeta vivo
así
sin nada
más que la piel 
y sobre ella cascadas de agua
siento pasar
por la cara
camino de los altares del alma
los poemas
con sus desgarradoras palabras,
versos rotos,
rimas calladas
ofrenda
 a quien solo soñaba con una nueva España
de sabiduría los ríos,
de cultura las fabricas,
de hombres libres
y de mujeres elevadas
a la misma altura de quienes las maltrataban.

Autor: José Vte Navarro Rubio

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