Un arco hay en Granada
de nombre Elvira,
dos poetas muertos
y entre ellos
una amistad que no termina.
Uno al otro se miran
¿tu quien eres?
pregunta el poeta a quien le mira,
yo soy el otro,
aquel que busca en tu rima
un vals, una seguidilla,
un paquete de cigarros
una lágrima viva.
Ni el uno ni el otro
volverán a ver
ese Arco de Elvira
que parece la entrada
o salida
de una ciudad amiga
de la luna;
ni a esos luceros
que brillan
a esas horas inseguras
de una noche oscura,
en que se oye
¿y tú quién eres?
¿y tú que haces por aquí?
¿Que tal de Lorca?
¿la niña?
Ambos buscan
el escondrijo donde yace
el corazón caliente
de unas vidas.
En una cueva oscura
Sacromonte,
calle hacia arriba,
unas palmadas
por el aire se retiran,
se mueve una silla,
mientras unos tacones flotan
al son de una música.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario