Ajeno,
tan distante,
algo recorre su cuerpo
duerme sobre el suelo frío,
las mantas son su cuerpo
un perro.
Con su hocico,
sin más movimiento
que el silencio
a su alrededor casi un misterio,
el perro
espera ese momento
en que alguien diga
¡vamos!
para levantar el cuerpo
mirar fijo
a quien le despertó del sueño
e irse a la puerta para indicar que es el momento.
Ahora es ese momento
ya el perro gimiendo
de dar por acabada esta poesía
y salir al encuentro
de esta mañana en que los pocos de nieve viven en mis recuerdos.
Autor: Jose Vte Navarro Rubio
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