lunes, 20 de junio de 2016

POESÍA: ¡VAYA CON AQUELLO DE LOS MALOS Y LOS BUENOS!

El malo y el lobo
me sabe a cuento
que ib< pregonando de pueblo en pueblo
un buitre carroñero
que solo buscaba comida que llevarse al cuerpo
con tal de satisfacer su hambre y dar alegría a su cuerpo.

Que vienen los malos,
caray con los buenos
tan melosos ellos
solo a la espera de caer sobre quienes son también cuerpo
de este, el nuestro,
sistema electoral con tantos entuertos.

Los malos y los buenos comen juntos
y de no saberlo, vaya voceras quien levanta este tipo de improperios
son amigos desde pequeños.

Los malos son los rojos,
así se desprenden y así lo leo
y los buenos
¿quién sabe donde hay un bueno con corazón puro y sin afán de querer para el solo el cielo.

Ni los malos son tan malos,
ni los buenos son tan buenos
Barcenas, por cierto,
que és?
Malo o bueno?

Los malos y los buenos
son como los melones de mi pueblo
que hasta no se les hace la cata
nadie sabe el sabor que llevan por dentro.

Bueno era y se llevó los dineros
a los paraísos fiscales, allí donde loa malos vivían del cuento.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

domingo, 19 de junio de 2016

POESÍA: LOS DESIERTOS QUE CRECEN EN NUESTRAS VIDAS



En los desiertos de nuestras vidas
las huellas estériles se pierden en las arenas,
pardo espectáculo de dunas
dándose la vuelta entorno asimismo o punto de partida.

El agua tesoro épico, sal, tierra, y fuego
es la comida
de quienes perdidos van al encuentro de ayuda.

Es una aventura
subir a las dunas
sobre los pies enterrados en las arenas resbaladizas,
a lo lejos las montañas
con árboles y sombras
son el paraíso en el cual descansan las dudas
ajenas a ese otro tipo de vida
que a escasos metros mata con una especial ternura.

La sangre espesa
es un veneno,
ya contaminado el cuerpo,
ya el coma ajustado a la cintura,
a la espera de que suban las temperaturas
y los cuerpos ya cansados se derrumben
y con ello llegue la muerte que siempre avisa.

No era un espejismo
esos árboles que despuntaban con sus ramas caídas
en forma de cúpula
bajo la cual descansar  y así cargar de nuevo las desgastadas pilas.

No era ese desierto
la tumba
del perdido
ni de quienes en ellos viven
de una forma altruista
siempre vagando con sus caravanas
cargadas de bienes que sirven para difundir la cultura.

Hacia las montañas nos lleva
la luna
que nos guía
es por la noche cuando se camina
teniendo como mapa las estrellas
que siempre marcan las rutas con una precisión tan grande que asusta.

La Estrella del Norte
nos guía
para cuando la luna se va a la cama
y la oscuridad más absoluta
vomita negrores que a pocos metros se convierten en la nada más absoluta.

Sobre la tierra habitan
escorpiones y víboras cornudas
es de locos caminar
por las arenas y en ellas trepar por las columnas de arenas casi movedizas.

El rocío de las plantas sirven para esta aventura
de sobrevivir en el desierto
solo con la ayuda de la experiencia que se adquiere tras una dura lucha
contra la naturaleza a la cual si la dominas
abre los caminos hacia otras aventuras.

Poesia: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ENTRES SERENOS LA NOCHE YA NO CAMINA



Duerme en la quietud de este instante
aquel sereno que irrumpía en las noches
con sus pisadas tan bien marcadas sobre los suelos de las calles vacías.

Nos llevaban hasta el lugar de donde venían las pisadas
el ruido de unas llaves
meciéndose sobre el espacio al lado de una botella
que el sereno, enjuto, con gorra adornada de estrellas estimaba tanto o más que su vida.

Transcurría aquella vida
la del sereno, alegre y fiel a su trabajo,
de puerta en puerta,
mientras nos regalaba unas buenas noches con sabor a despedida
y una mirada eterna
que se alargaba por el corredor de la finca, nuestra guarida.

Él sabia de nosotros
más que de su propia vida,
se alimentaba de la calderilla que le llegaba, propina miserable,
que solo daba para un cuartillo de ese vino,
luz primera y última, en su alma,
quizás solo eso fuera lo que buscaba,
así yo le veía
entre sombras,
 emergiendo en el momento más oportuno,
espía inocente, delator en alguna garita,
pobre ser inquieto,
tan tranquilo como el chuzo con el cual se sentía
caballero medieval en su castillo
ejerciendo el derecho de pernada que por justicia divina le pertenecía.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: HISTORIA DE UN POEMA POCO OPORTUNO

A estas horas duerme el pueblo
domesticado
casi mascado por los elementos que le vienen
cual riadas arrastrando
los ramajes y los troncos de los árboles abatidos
por la fuerza de la corriente
que baja siempre buscando los mares, infectados de preguntas.

Así es y se entiende
que la oscuridad acompañe desde siempre
a los silencios de las noches
en los que las calles se quedan vacías
y las casas se conviertan en tumbas
donde solo habita el tiempo
que nos queda para salir otra vez a la vida
como corriente de luz
que se alarga desde el espacio hasta allí donde posamos nuestra mirada.

A estas horas cae la gota de agua
en la fuente de una plaza
donde abrevan los caballos y mulas de otros días,
ahora ventiscas que se aproximan
para instalarse en las cuevas vacías
allí donde se transformaba la uva en vino
entre paredes de cal muerta,
derrumbe incesante de los cimientos del mundo
sobre el vino que corre de vaso en vaso
antes de que Noe construyera su Arca
y nos llegara el Diluvio, con sus aguas,
sin más elementos adjuntos,
que esos árboles abatidos con los que se adornaron las primeras palabras
de este poema tan poco oportuno.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ESE BLOG QUE VAMOS CONSTRUYENDO



Nuestras vidas están descritas
por nosotros mismos
en las páginas de un blog
que poco a poco vamos escribiendo.

De la misma forma que nos alimentamos
vivimos,
así de simple es la existencia,
todo lo demás,
aquello que hacemos
son tan solo detalles
que para nada interrumpen
ese cotidiano transcurrir
entre ocurrencias que penden de papeles que cuelgan de las puertas de unas neveras.

Nos aferramos a lo que somos,
nos vestimos con lo que hacemos
y así construimos
el edificio en el cual se albergan
nuestras vidas
tal y como las hemos concebido
con sus reformas interiores,
y en ella
los abatimientos y torturas instaladas
en las más oscuras de las habitaciones,
con las alegrías asomadas a grandes ventanales
por los que entra la luz y el aire que respiramos.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: DE LOS OTOÑOS QUE SIEMPRE LLEGAN Y DE LA VIDA

Resultado de imágenes de otoño

Que tristeza la de los días cayendo uno a uno,
ya transformadas nuestras vidas
en hojas secas desprendidas de las ramas de los árboles
en los otoños inventados por la naturaleza
sinónimo de muerte
al cual recurre la naturaleza para fortalecer su vida.
Así transcurre nuestra existencia,
sin más meditación que el uso social que a la vida le damos
nos introducimos en ese ir y venir,
de un lado para otro
como si todo lo que tuviéramos que hacer
pendiera de escaparates y vitrinas
y nuestras manos fueran el instrumento inventado
para alargar nuestra existencia
hasta donde el destino nos tiene deparado.
Es ese alto en el camino, la muerte, obligado y forzoso
y está tan bien inventado
que cuando se llega a él
lo hacemos a pesar de que nuestra idea fuera otra,
es así que cada uno de nosotros
tenemos nuestro final de la vida en ese camino señalado,
sin más alquimia
los secretos que tienen que ver con nuestra existencia
se guardan allí donde mueren los astros
y sus cuerpos se convierten en ese polvo estelar que vemos
en las noches en que nos ciega con su resplandor la luna.

Autor. Jose Vicente Navarro Rubio




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