miércoles, 29 de junio de 2016

POESÍA DE LA "A" A LA "Z"

Si yo fuera diferente no escribiría poemas,
ni me levantaría de buena mañana para husmear la prensa,
ni me pararía en los semáforos
ni en los pasos de cebra
cuando cambian de color y pasan los viandantes camino de sus tareas-

No entiendo de la historia esa que nos lega
héroes con nombres que no caben en una esquela,

Me queda en esto de ser poeta
escribir una buena epopeya
con donceles y doncellas
asomados al espacio a través de unas rejas
en las altas almenas
de los castillos que emergen en nuestra memoria lisonjera
como si fueran lo único que vale la pena
de aquellas épocas llenas de estandartes y banderas.

Uno es como es,
y tal cual se les cuenta
fue civilizado en la buena escuela
aquella
del tarugo y la seca leña
con la cual encender la estufa con la que calentar las ideas.

Estoy en eso de acabar el poema
para comenzar otro
a la misma manera
que pasa el viento y deja
sobre el cielo estelas
que sirven de inspiración a quienes se sienten abatidos  por una trilogía que comienza
con la letra "a" pasa por la "i" griega
y finaliza con la "z"


Autor: José Vicente Navarro Rubio

















POESÍA: LAS GOLONDRINAS LLEGARON PARA CUANDO YA PENSABA QUE NO RETORNARÍAN

En la tarde con sus calores
suena una melodía
de bocas abiertas
sobre una cornisa
son las golondrinas
benditas criaturas
que en todos los veranos se acercan hasta esa su villa de barro, paja y arcilla,
con buenas vistas a una avenida
por la que circulan nuestras vidas.

El ave con sus plumas,
camisa a tiras,
blanco y negro, pía en la alta cornisa,
a esas horas de la tarde con el sol arriba, en su cenit, aureola amarilla, de luces profusas.


Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: APRENDAN Y SEPAN DE QUE VAN ESTAS AVENTURAS

Resultado de imagen de RAJOY

Sentí vergüenza,
esta no se cura.
Oí al tiempo, segundos en mi vida,
la voz patética, arrullo que desmenuza,
el cántico, promesa incumplida,
del hombre oscuro,
la semilla,
de algo que si germina,
es la peste, esa que termina
por devolver al pueblo con sus bellas aventuras
al lodazal de las pestilentes alcantarillas.

Su mirada perdida, su gesto, andaduras,
la de un Quijote,
con no más manchas que las que las que se adivinan
en el marco precioso de un País que cada día
se levanta con ganas de tener por encima
a alguien que divida el pan, la comida,
en trozos iguales, entre todas sus criaturas.

El se sentía en el balcón
arropado por las luces
el mesías
de una tribu
que hace años que camina
por los desiertos inhóspitos donde el sol y el calor castigan
a quienes en ellos viven o por ellos transitan.

La noche con sus  tristezas y alegrías,
se llevó algo más que horas,
se llevó las dudas
esas que nos atizan, golpes bajos en las costillas.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: VICENTE ALEIXANDRE Y NUESTRAS DESIDIAS

En un libro de poesía ya cansada la vista,
el libro sobre la mesilla,
unas gafas,
una silla,
un radiador parado por el que circula el polvo que entra a través de las rendijas
de una persiana de madera que da a un jardín de flores marchitas.

En la casa se acumulan años de soledades,
el poeta en ella construía
verdaderas autopistas de poesía.

Su mirada era parte de su vida,
la del poeta,
la del narrador de aventuras
viviendo años de angustias
a la búsqueda de su musa.

En aquella casa
sumida
en la oscuridad más abosluta
vivió el rey,
guardián hasta el día de su sepultura
de esas esencias,
tan puras,
que en ella, la casa de su vida,
resuenan, ecos, trazos, silabas,
del poeta, Vicente Aleixandre, Premio Nobel, en su día.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...