sábado, 17 de septiembre de 2016

EL BOLSILLO DE LOS POEMAS ¡COGE UNO! LA POESÍA VINTAGE 6

Conforme el calor arrecia
la noche inquieta
entra
como el filo de la navaja
esa
que corta el pan 
y siega
hasta las ideas
de quienes siendo vasallos
del estado que les tutela
se sienten traicionados
y así de  esta forma concreta
se rebelan
contra esa muerta lenta
de los derechos conquistados a base de darle leña
a quienes menejan
los gobiernos corruptos y a sus exquisitas clientelas.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: NO VUELAN LAS IDEAS

No vuelan las ideas,
vuelan ellas
las palomas eternas
de la torre alta
que es mi cabeza.
No vuelan
quizás sea
que ya secas las ideas
las alas de las palomas
que en mi interior vuelan
sean,
solo sean,
recuerdos
que en la noche me despiertan

Por la senda
de ida
y de llegada
ella
camina
tan serena
que el niño que en su interior lleva
es de quien escribe
el yo
que desde siempre le recuerda
que tuvo madre
y que esa madre muerta
es de lo poco que aun le queda

AUTOR: José Vte. Navarro Rubio

EL BOLSILLO DE LOS POEMAS ¡COGE UNO! LA POESÍA VINTAGE 5

No se
como comenzar este poema.

No se
si su vuelo será largo
como el de las cigüeñas
o si por el contrario
galopará como las gacelas
entre animales de otras especies
huyendo de la muerte, esa que acecha
tras cada árbol, en la sabana entre la alta hierba.

A estas horas revuelan
palomas en esos ojos que acechan
tras cada palabra que escribo
tras cada letra
de esas que quedan impresas
con tanta fuerza
que por nunca serán borradas de las paginas donde descansan
a la espera
de ser leídas por quien quiera.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

EL BOLSILLO DE LOS POEMAS ¡COGE UNO! LA POESÍA VINTAGE 4

Te haré un poema le dije
y te lo haré al instante
para que sepas todo aquello
que me pides
que a buen seguro tu sabes
que lo haces
para quitarte
ese peso que en tu interior arde.

Y de esta forma
el poeta
que solo sabe
de lo que le piden y de lo que el entiende
traza en un instante
un poema al alcance
de ese viandante
que en el poema busca, como si fuera un salvaje,
el aire, renovado que subyace
en esos versos que alguien
le procura como si los poetas fueran los médicos que curan los desastres
que recorren  el universo sin más arte
que destruir todo aquello que nos hace
civilizados en las polis-civitas de este Occidente decadente.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

EL BOLSILLO DE LOS POEMAS ¡COGE UNO! LA POESÍA VINTAGE 3

Este es un verso al instante
de esos que nace
en un sillón,
en la calle.

Los poemas con sabor
a vida
llevan en su interior, cosido al alma
un corazón que late.

La pequeña flor
solo es sobre el tallo en el que nace
el soplo que mueve el aire
ese que entra y sale
en el interior de nuestros cuerpos, a todas horas y en todo instante

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

EL BOLSILLO DE LOS POEMAS ¡COGE UNO! LA POESÍA VINTAGE 2

Vomita el ordenador
como si en el habitara un poeta de alambre,
tanto
y lo hace
de esa forma
en que uno aun siendo consciente
de la debilidad que en su interior se abre
continua,
así lo hace,
mientras no le falte el aire,
pulsando letras,
A,B,C,D,M,N.
hasta ese instante
en que ya todo dicho,
los puntos y las comas aparte,
el poema se acaba y comienza a nacer otro para cuando se acreciente el hambre.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

EL BOLSILLO DE LOS POEMAS ¡COGE UNO! LA POESÍA VINTAGE 1


En una maquina de escribir,
en la calle,
rodeado el poeta del olor a hambre,
nace
en un día cualquiera,
a cualquier hora, al instante,
ese poema, lanzado, en duro combate,
para ser
como el pasto que alimenta en los inviernos a los animales,
solo eso
que aun no siendo importante
sirve para seguir causando sensaciones deseables.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

EL BOLSILLO DE LOS POEMAS ¡COGE UNO!


Puede ser que el verso
que tu pides
sea al mismo tiempo mi verso.

Podría ser que el verso
que nos ayuda a ser sinceros
solo sea,
es cuestión de tiempo,
suave por fuera y áspero por dentro
como los membrillos de mi pueblo.

El verso que quieres
es tan perverso
que solo sabe del amor aquello
que alguien trasmite con su cerebro
a un trozo de papel, tan frío, como un helado durmiendo
en un congelador bajo cero grado centígrado.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESIA AL RESTAURANTE VALL D'UIXÓ DE VALENCIA.

En Valencia hay un bar con solera
sus dueños son de Pinarejo
en él si entras te encuentras
con la Mancha
y dentro de ella
con La Manchuela.

Corren por sus mesas
como si todo aquello fuera una verbena,
las paletillas y las zarzuelas,
el ajo arriero, el gazpacho en su cazuela,
chuletas tan tiernas
que en la boca parecen delicias arrancadas al alma celeste de las estrellas.

Allí fuimos
un día de esos cualquiera
en que un grupo de trabajo queda
para hablar y profundizar en el conocimiento que lleva
de la distancia a la cercanía
y de esta
a la amistad perpetua.

Como si fuera
a las afueras de Valencia
se levanta el restaurante Vall d'Uixó
sobre una antigua senda
a ambos lados había, el humo todo se lleva,
campos y muy cerca
una alquería de paredes blancas
y tejas morunas con sus canaletas
que vivió su mejor época
para aquellos tiempos en que el agua brotaba de las acequias
entre cantares de los agricultores y versos de ellas
a una virgen moreneta
que para los valencianos y valencianas es como una madre que cuelga
de una cadena,
sobre el pecho la mejor de las medallas
que una valenciana luce en días de fiesta.

El codillo en la nevera
mejor
es que así sea
para comerlo después del aderezo
con esa sal germánica que lo deja
rosado como el vino que se bebía en las antiguas bodegas
ya las mulas en las cuadras comiendo paja seca
y los hombres en la mesa,
sudor en la cara, mirada serena,
en la garganta el vino tan fresco como la nieve de las altas sierras.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: RESTAURANTE JUAN XXIII DE BENIFAIÓ

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Entre la Font de Almaguer
y si se busca
en la Fuente de Muza
yacen entre las piedras 
tantas perdidas culturas
con sus puntas de flechas, hachas y pinturas
que si un día
de esos en que el sol se muestra amable en las alturas
vas de comida en buena compañía
en Benifaió, alquería árabe, de los "beni" hijos de buena "Hayyén familia,
sentirás el paso del tiempo, lividez absoluta, 
como si fuera la luz de un candil negruzca
alumbrando una sepultura.

Y volvemos, así es la vida,
un ir y venir
siempre al encuentro con esa musa
en una fuente
con una lápida romana votiva
en que un padre recuerda a su hijo muerto en alguna lucha
 y  altar dedicado al dios Mitra
donde hubo, nadie lo olvida,
una alquería, romana muy augusta,
con su mosaico, envidia,
de quienes por no tener no tienen otra cosa que la desdicha
de no ofrecer más raíz 
que la punta 
que saca a un lápiz
un afilado sacapuntas.

Y así entre trallazos
y desventuras,
huertas y grandes campiñas,
aguas estancadas, lago y camino romano perdido casi en una ínsula
uno casi resucita
en un restaurante que en eso de dar de yantar al pobre o rico que se arrima
le pone casi sobre las rodillas
preparados tan melosos que sus sabores perduran
gracias a sus cualidades nutritivas.

Tiene ese Restaurante que aquí se cita 
nombre de Papa
en el Vaticano investido de supremácia sacerdotal absoluta
Juan XXIII, así se denominaba
el "Papa bueno"
nacido en la zona de Bérgamo, en la Lombardía,
que entre otras cosas comía
la polenta de harina 
que le traían
amigos y amigas
junto con quesos de las más floridas queserías.
Digo queso Teleggio
curado en cavas de la Lombardia
o queso Rabiola de pasta fresca, casi cruda,
de especial y angelical blancura.

Volviendo a la angustia 
de poetizar una bien planificada comida
enseguida
damos paso a aquello
que decía un discípulo de la diosa gula
de repasar la carta que nos servirá de guía
en este día.

Así se comienza enseguida
con arroces marineros y con verduras,
y si me apuran
con platos de cuchara entre ellos, alubias,
y potajes de la vieja cocina,
rabo de toro, bacalao o calamares en su tinta.

Todo estos manajares desfilan
en una carta bien provista
de esos vinos generosos
que en el paladar son como una peladilla
si con ellos juegas a adivinar la madre caritativa
que de ellos hizo, dentro de una tinaja o cuba, 
cosa tan especial y exquisita
y de unos dulces
que si te los arrimas
a los labios sedientos  de frescura 
quedas envestido de por vida
casi de gracia divina.

Y así se llega
al principio que todo buen nacido necesita
que no es otra cosa que hospedaje en casa de comidas, 
buen servicio, educación la oportuna 
y si me preguntan
hambre de aquel que un Lazarillo maldecía
para los tiempos en que iba
de amo en amo, 
sin más alimento a su vista
que un mendrugo de pan
y un poco de vino tinto, casi pólvora liquida,
en una jarra de barro casi saguntina.

Ya estamos en ese caminar
de vuelta a la rutina,
con una especial quietud en las alturas
para cuando ya las tripas avisan
que en esto del comer
si abusas
agua, limón y azúcar,
tendrás que beber
te guste o no esta popular medicina 
hasta que por fin el sueño llegue
a la hora que él estime que es la más oportuna.   

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

viernes, 16 de septiembre de 2016

POESÍA: ALQUERÍA DEL BROSQUIL A LA LUNA DE UNA CIUDAD QUE DORMITA

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Así son las comidas
en una vieja alquería
a la luna de Valencia
en la huerta perdida
y al mediodía en ese lugar u orilla
con el nombre de Albufera a la vista.

Entre arroces y voces casi de ultratumba
caía, gota a gota, en copas bien servidas,
un vino blanco ¡qué delicia!
con sabor a olorosas frutas
y enseguida
sobre la mesa a la antigua usanza servida
con servilletas de tela, en mi pueblo rodillas,
tenedor, cuchara y cuchillo,
los comensales sus miradas enfilan
a tres entrantes con sabor a esa agua marina
que a poca distancia dormita
en un Mar Mediterráneo en el que pululan
por el cielo gaviotas entre graznidos que asustan.

Todo cae y todo termina
desde el vino
que con su sabor avisa
que la tarde es larga para quien de él abusa
hasta las tellinas
tan pequeñas, diminutas y enjutas
que de haberlo sabido un tal Cervantes,
manco dotado de una gran sabiduría,
hubieran formado parte de alguna de aquellas sus aventuras
en las que un tal Quijote hizo en un libro de las suyas.

Para mayor fortuna
a la mesa llegaban
cual tal doncellas en sus primeras aventuras
dos calderos con arroces que iban
desde la fina textura
del meloso con bogavantes en su salsa más primitiva,
caldo especies y hortalizas
hasta el seco, casi raspa de sardina,
como aquellas ollas podridas
donde la carne se comía
tal cual pato que de tan pobre que había sido su vida
se vestía
con la ropa que una cigüeña le cedía.

Y cayeron los calderos
y lo que en ellos iba
y así los postres, toda dulzura,
como la miel de las abejas
en un trozo de pan extendida
servían para apaciguar los calores
de una tarde que si se escribe con mayúsculas
poco desdice de lo que en latín se denomina
jovis dies, para cuando Nerón tocaba su lira.

Y no termina la comida
por mucho que se diga
y en ello los cafés
y algunas que otras bebidas
ponen un epíteto, con esdrújula,
a este día
en que una pequeña comitiva
de amigos, compañeros, compañeras y amigas,
brindan,
sin saber a que se debe tal hechura,
por volver a repetir la aventura
de dar la vuelta a Valencia,
y enfilar por una autovía,
para llegar a una vieja alquería
del Brosquil, se le denomina,
para más saber a la luna
de una Valencia que se olvida
que su Albufera y Dehesa son los pulmones que necesita
para seguir con vida.

Ya la próxima a la vista
cuentan las hadas de un cuento que felizmente termina
que si nos aplicamos en aquello de dar buen gusto a la gula
en Benifaió hay un restaurante con nombre de Papa de mucha altura
que por su buen comer asusta.

Autor: José Vte. Navarro Rubio


domingo, 11 de septiembre de 2016

POESÍA: A UN AYER QUE TODAVÍA TRANSITA POR MI CABEZA

Y en eso puedo decir
que el ayer todavía transita por mi cabeza,
entre olvidos voluntarios
que solo  sirven para poder decir
que hubo otra existencia
allí donde uno fija la atención 
y le comienzan a aparecer imágenes deseadas
a las que ponemos nombre, lugar y fecha.

Tras la puerta medio abierta
el humo llena los espacios
en los que los hombres hablan y juegan
a ver quien levanta la piedra más grande,
a ver quien más siega,
a ver quien es más fuerte en eso de labrar las tierras,
a ver quien usa menos la inteligencia en mirar hacia el futuro
y pegarle una patada al presente aquel de mierda.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: AQUEL BESO EN TIMES SQUARE AL ACABAR LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


0000000 g

Murió Greta
y George
vive
a la espera
de que también le llegue su fin.

Un beso fue
y en tal acierto
ella vestida de blanco,
pureza,
no se pudo resistir
al empuje del marinero
que sin saber
ni predecir
lo que vendría a ocurrir
dejó una imagen
imposible de repetir.

Oportuna la cámara
dio con ese objetivo,
uno entre mil,
del beso
y así
bien cogida,
George y Greta,
los dos de perfil,
la fotografía,
serviría para plasmar
de una guerra
su fin.

Ya muerta Greta,
la fotografía
se volverá a repetir,
como icono que es
de un final,
para los Estados Unidos
y fuerzas aliadas
feliz.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: ENTRE SUEÑOS

Nada existe más allá de lo concreto, 
solo el miedo
tiene cabida en esa parte del cerebro
que entre consejos te dice
como buen amigo que es de quien se sabe su sujeto,
quieto.
No avanza el bosquimano 
más allá de donde señala con el dedo
y a pesar de ello
unos locos con sus naves se metieron
en un Océano plagado de monstruos pétreos.
Las grandes batallas que algunos ganaron 
lo hicieron por ese miedo
a perder y saberse muertos 
o quizás prisioneros
de los demonios que habitan tan dentro
que uno es como una gran bola de acero
siempre dando vueltas alrededor de un espacio concreto
del cual si te alejas puedes quedar atrapado en las telarañas que quitan el sueño.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: LA CASA DE LA MORALEJA EN PINAREJO

Por allí la noche será como las de otros tiempos,
todo tan quieto,
la tranquilidad convertida en parte de los cuerpos
habitando hasta en los lugares más reconditos del cerebro.
Dicen que La Moraleja
vivió jornadas de fuego
como si una lengua se hubiera ido comiendo
todo lo que por delante pillaba en su hambriento vuelo
por los campos cultivados, por los rastrojos sedientos,
por las ramblas recubiertas de cardos secos,
por las vaguadas con guijarros como gibas de camellos.
¿No se hasta donde llegó el fuego?
He leído que para julio, 
mes en que los calores toman hasta los nichos de los cementerios
surgieron llamas y que en Pinarejo
donde nunca ardió más paja que aquella que en la lumbre calentaba un puchero
en un paraje, aldea en su momento,
en la Cañada de la Moraleja se inició un fuego
poco voraz, le duró el aliento,
solo lo justo para que la noticia haya quedado en eso que se llama un susto pasajero.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: SE REPITE LA HISTORIA

No he leído en ningún otro libro
que el que aquí voy escribiendo
otras cosas sobre mí que no sean
aquellas que se recogen entre lineas
en horas en aguaceros
en esos momentos en que uno permanece a la espera
de que las calles estén limpias
para poder salir. Desde siempre vengo saliendo
para cuando el sol se pone a lo lejos.
Se repite la historia,
con sus actos reflejos
acomodo de las personas
a todo aquello
que por ser conocido es de fácil manejo,
para el cirujano operando y cosiendo,
de la misma forma
lo hace el ser domesticado por el paso del tiempo
ya sujeto a unas dinámicas que le imposibilitan tomar nuevos vuelos

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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