Al tiempo en que Cervantes escribía precedieron sequías tan continuadas en la Mancha, que el Záncara no corrió cuarenta años seguidos; y este debió ser el motivo y esta la época del establecimiento de los molinos de aspas, pues en 1570 solo los había en el Pedernoso, que no bastaban para el pueblo, y en 1604 ya nos habla, como de cosa reciente y notable, de los treinta ó cuarenta molinos que había en el campo de Montiel.
Denominaciones y pasages geográficos hay en el Quijote
que necesitan alguna explicacion por lo que han variado las
circunstancias. Dos de aquellas son hoy desconocidas, á causa
de haberlas proscrito los autores y de haberse borrado la demarcación que representaban. La Mancha de Aragón, por
donde andaba el titeretero Maese Pedro, se llamó Mancha de
Monte Aragón hasta el tiempo de Florian de Ocampo; no
porque tuviese dependencia del reino de Aragón, ni del monasterio célebre de su título, ni de la villa de Montaragon;
sino por un cerro que habia en las sierras valerianas, nombrado Monte-aragon. Comprendía la parte de pais manchego que
media desde Belmonte á la sierra de Cuenca, agregado aho a á la Mancha alta.
La frase Asturias de Oviedo, que hoy parece un pleonasmo, era entonces necesaria para distinguir la parte occidental del principado de la mas oriental, que se decia Asturias
de Santillana; partición que se subdividia en las célebres
cuatro sacadas.
También ofrece dificultad la interjecion ¡voto á Rus! que
usa el decidor de Sancho. Quizás se refiera este estraño porvida
al antiguo castillo de donde fue natural Clemente Perez de
Rus, el primero que fundó casas en la villa de san Clemente
de la Mancha, á cuyo oriente legua y media subsisten aun la
aldea, el arroyo y la virgen de Rus.
De los del rebuzno únicamente puede decirse que era pueblo insigne hacia la Mancha
de Aragón ó por la serranía de Cuenca
Recopilación: Jose Vte. Navarro Rubio
Recopilación: Jose Vte. Navarro Rubio