sábado, 8 de julio de 2017

POESÍA: EN EL MES DE JULIO

Sobran en la tarde los caminos que llevan hasta allí donde el cielo se derrite por minutos,
sufre de calores inmensos el termómetro que anuncia
que es sábado tan solicito en este mes de julio,
tal como, lo quieren algunos.

Los campos con sus arbustos quedan a ambos lados de ese camino
por donde circulan los coches y no se detiene ni uno
para ver de cerca ese espectáculo diurno de los campos muertos así de seguro.

Y aunque brota el agua cerca y aunque los arbustos son malas yerbas que crecen a su antojo,
 así se siente uno,
entre campos secos casi el tallo desnudo
subiendo tal cual crece el mundo
y así nosotros somos en esos campos los frutos malditos que solo dan con creces disgustos.

Volvemos en los meses de julio
a los campos baldíos,
estériles sin más pedir que en ellos ser
para esos días en que se camina por ellos buscando a la vida sentido
parte del campo aunque solo fuera un viejo olivo.

Sin más que decir ni ofrecer a quienes se sienten cogidos por las garras del pasado
hoy por hoy sin más futuro,
que el campo seco con sus arbustos,
con su tallo creciendo y por allí un niño,
despierto él, tan seguro,
de que lo que ve es tan oportuno
que se van los campos convirtiendo en el alma muerta en el interior del cuerpo de un niño.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL TIEMPO NOS LLEVA, VAMOS DE CAMINO


El tiempo nos lleva, 
vamos
                                    [de camino,
hacia esos lugares ocultos 
donde se siente atraído
          [por las horas y los minutos.

 Así el mundo juega con el tiempo
y lo hace su amigo,
lo quiere a su bolsillo cogido
                            [con fino hilo.

El ascua es en el fuego el asesino
del tronco seco de leña
      [que ahora arden entre suspiros.

Y así la hoguera y el tronco y el tiempo
y los minutos y segundos                                   
           [se sienten eternos amigos
de ese hombre y de su destino
tan el uno con el otro
tan los dos tan sentidos
            [el uno con el otro  [y así continuo
echando leña al fuego
            [consumiendo los segundos 
            [en el tiempo que se tarda en abrir los ojos 
y así  poder decir que uno está vivo.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL BARRANCO DEL HOYOS EN JERQUE DE LUTO SE VINO A CUBRIR

Suena en el Barranco de Hoyos
una música sin fin
del agua que llega llevando tras de si
a la muerte que corre y que quiere convertir
el cauce en una fosa sin abrir.

Las risas de la mañana,
las palabras que van detrás del viento que se siente feliz,
se palpan tras descubrir lo hermosa que es la vida en el valle del Jerque,
entre helechos, castaños, cerezos, zarzas moras y la cruz de marfil
que la corriente arrastra, pavor, gritos y vino a ocurrir,
que la muerte no se resiste a dejar de ofrecer ese su oficio, como albañil,

Vi al niño,
y a los hermanos por allí,
a la madre en otro lado y al padre y así
la muerte y el luto
vuelven otra vez a convivir
de tal forma que el uno sin el otro nada serían si no fuera porque las dos estaban por allí,
una esperando y la otra tejiendo un manto negro sin flores, casi mandil,
con el cual dar sepultura a cuatro, eran así, los que en el Barranco de Hoyos murieron tras sufrir
una avalancha, ímpetu, que se negó a resistir, el empuje del agua, ola con hambre de mastín.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: HABLANDO DE TODO UN POCO




Mí tío era un hombre noble
se llamaba Agustín
salió poco del pueblo,
no lo hizo para la hora en que se vino a morir.

Siendo su padre Vicente
no sabemos el por qué de Agustín
tuvo que ser por un santo, San Agustín,
de postín.

Vivía allí donde las eras se juntan con el pueblo
y lo hacia sin sentir
el paso del tiempo ni lo que a él le podría ocurrir.

El futuro que todo lo arregla
no fue así
en el pueblo murió
y allí
se le vino a enterrar como el quería en el cementerio tiene descanso al fin.

Le gustaba la caza
y vivir
el día a día sin mas que pedir
que el tiempo suficiente para poderse despedir
de los nidos de perdices,
de la hermana liebre, de la codorniz,
del conejo y las torcaces,
de la urraca tan mala como una tormenta en el mes de abril,
del burro en su cuadra, de las golondrinas
y hasta del mastín que cuidaba las ovejas y dormía allí donde el pastor tenía su cubil.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio


miércoles, 5 de julio de 2017

POESIA: ENTRADA SIN TÍTULO

Esta es una de mis mejores entradas
disfrute con ella
y
si se encuentra a gusto
no siga leyendo
pues de hacerlo se romperá el embrujo.

POESÍA: EN EL MAR DE AGUAS TRANQUILAS


Se levantaba el polvo del camino
en el ambiente casi se comía el calor que del cielo descendía
hasta allí mismo donde uno transita
camino de una Albufera que se abre a corte de cuchilla
con tal de que sus aguas vivan libres y sin más cerrojos que esos que le puso la vida.

Nace la Albufera, en una superficie  que si se estima
es el mar de aguas tranquilas
que en los albores de las mañanas se muestra a quien lo mira
como el espejo de una pared llenándose de nuestras vidas.

Una acequia llega hasta allí donde sus aguas se juntan
con las aguas de un lago que la anima
a salir de su cauce e irse en su compañía
hasta las matas donde anidan aves que en ellas se sienten protegidas..

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL CORAZÓN DE LA TARDE SUENA A CALDERILLA

El corazón de las tardes suena a calderilla
a sonidos de motores de coches que circulan como chispas
a risas y más risas,
como si la tarde fuera en el día a día de las personas
algo más que simples horas perdidas.

En las tardes aprendí a dar sentido a aquello que más quería
y así como si las tardes llevaran en sus bolsillos escondido calderilla
salgo a la calle a sabiendas de que en ellas hay tanta vida
que si te llenas de ellas, se respira, sabores perdidos que anidan
allí donde las tardes se cuelgan de los ojales de nuestras camisas.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio


                             

POESÍA: NO ES VERDAD NI MENTIRA

No es lo que se piensa.

No es ni verdad ni mentira,
es según se mire una mitad a medias
y si en algo te estimas
es tu vida
la que arrastras desde que un día viniste a nacer
y otro día creciste y en ello echaste a volar desde lo alto de una cornisa.

Uno recorre los senderos por los que trascurre su vida
y ve  a lo lejos un pueblo de blancas paredes y se imagina
que la cal es la sonrisa que el tenía cuando salía a la calle y veía
el transito que había de labradores abajo y arriba.

Uno se anima a pasear por los campos
y a disfrutar entre los surcos como si las semillas
todavía bajo el suelo se fueran a quedar allí de por vida
y en ese caminar casi a la deriva
uno se para y camina y camina
como quien tiene prisa por llegar a esa meta para sentarse en un poyo o silla
y ver pasar por aquella calle, la de sus mejores días,
a las buenas gentes, aquellas que iban al campo con una gran sonrisa.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: SOMOS DE LOS RELOJES SUS MANECILLAS


Gira la vida lentamente
o si de otra forma se mira, rápida, si en ello te animas,
a salir a los caminos y a disfrutar de esas buenas vistas,
por las tierras de La Mancha, por las sierras y villas,
lugares todos estos tocados por una mano de tal guisa
que gira la vida
tan lentamente o tan deprisa
que uno que a la calle sale se maravilla
de lo mucho que a la gente le gusta
disfrutar de esos momentos en que los amigos se saludan.

Somos los verbos que sirven para dar a las frases algo más que sonrisas,
quizás pronombres con tildes y silabas,
somos en las horas perdidas de los días las manecillas
de los relojes que caminan salto a salto conquistando parcelas prohibidas.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: CORRE EL AGUA CON MUCHA PRISA

y así suena la tarde
y así ella camina
cuando abres una ventana
y en la otra acera la de los ponientes y pesadillas
una moto resuena como si sus tripas
fueran a explotar producto de la ira.

Uno camina
y en la tarde se deja llevar hasta allí donde brilla
la luz que deja pasar el agua sobre el fondo donde se depositan
las risas de los niños cuando pasan cerca de la acequia y miran
al agua que corre con muchas prisas
camino de La Albufera donde ser alimentado, comida

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: A TOLEDO QUE TAN CERCA SE ADIVINA

A Toledo y tan lejos se adivina que se escapa de la mano,
ya cerca de su puente por donde un rió desciende
camino del mar que la quiere ver de cerca
para comerse su risa en el agua cristalina

¡Quién no llora a Toledo!

A Toledo le lloran todos los días
aquellos que hasta ella se acercan
para ver de cerca esa maravilla
que es la ciudad y sus gentes,
todo ella suena a bronce que no a calderillas

Tan grandes los silencios,
tantos sus misterios,
olor a tierra que fue en la historia lugar de encuentros,
así ella se ve, así se siente,
todavía viva yo la quiero, todavía ella así se coge de la mano de quien camina
por sus plazas llenas de historias vivas,
por sus calles a la búsqueda de nuevos encuentros en cualquier esquina.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: OTRA VEZ DE VUELTA LAS GOLONDRINAS

Otra vez de vuelta las golondrinas
anidando bajo el techo de los porches
allí donde un saliente se puede convertir en hogar tierno,
ellas me visitan.

No tienen carnet de identidad
son ciudadanas del mundo
y sabemos de su edad porque vuelven
trayendo su alborotado plumaje
recubierto de los vientos de los mares,
de las sonrisas de las nubes
anunciando lluvia, tal cual cae
ya las golondrinas se refugian en los altillos de las casas
al amparo de la mano que todo lo coge
y de las otras aves asesinas
tan bien preparadas para proporcionarse ellas mismas comida.

Allí en la calle que iba al Pocillo había un nido de golondrinas
quizás todavía ya pasada toda una vida
allí estén de vuelta como en aquellos otros días
esperando la voz del arriero con su recua saliendo al campo
o la mía
camino de la escuela y jugando a ser algún día
poeta de lunas perdidas, arquitecto de estructuras de papel mojadas en arcilla.

Quizás ellas se preguntan:

¿Donde está el poeta?
¿Que fue de su vida?
¿Volverá?

Nuestras vidas son como las de aquellas golondrinas
siempre dos y sin prisa
esperando que lleguen tiempos de holganzas para criar a sus criaturas.

En mi casa hay tres nidos
y en ellos se visitan tres parejas de golondrinas
en esta primavera, 12, de ellas 9, son tan pequeñitas
que cuando asoman sus cabezas pequeñitas de tan pequeñas que son dan risa.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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