La luz es todo
tanto o nada
que el ocaso que se da paso a través de una pantalla.
La figura, estampa
de una casa
sobresale y queda fija en la mirada
al tiempo que se curan las heridas
que sana el alma.
Así la tarde avanza
entre claros y oscuros
hasta esa hora casi sagrada
en que la oscuridad se apodera de todo aquello que nos acompaña.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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