Se equivocó el tiempo
y llovió a destiempo,
pilló desorientado al reloj de la estación del metro,
Si lo hizo aposta lo siento
por aquellos que venden paraguas
por los niños que van al colegio,
por los barcos y los marienros
en el puerto esperando que lance señales el cielo.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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