Decir Teia
y en ello luz y brillo
y así
su madre,
Mireia,
y su padre,
Ximo,
los tres juntos.
Ellos unidos,
tal cual
el frío
como castigo,
en un día,
horas y minutos,
entre esperas
como quien
se siente atraído
por ese sol,
casi Dios investido,
del nombre Teia,
con el cual se vino al mundo.
Autor: Jose Vicente Navarro Rubio
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