En el río la barca enfila
la desembocadura placida
casi las aguas dormidas
siempre las mismas
adornando el río Júcar
de punta a punta.
Entra la quilla
ya el agua mantequilla
y rompe la piel cristalina,
el aliento de los peces,
la luz dormida
que en sus ansias de vida
busca la superficie de una corriente tranquila
en Cullera sepultura.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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