Gamuza,
buena seta,
su color blanco por dentro y por fuera
me recuerda
las blancas fachadas
de cal de mi tierra.
Nace pegada a la tierra,
tronco que la sujeta
y eleva
el sombrero que se expande
entre las coníferas
como si fuera de ellas
el sol que desde lejos
calienta la tierra.
Ya sea
en los otoños e inviernos,
la tierra cubierta
de verde hierba
sale ella
y tan en su ímpetu se muestra
que a los ojos
de quienes las recolectan
son de extremada belleza.
Será por eso
no les quepa más pregunta que esta,
que así acaban en la cesta
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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