sábado, 3 de febrero de 2018

POESÍA: H2O RENACUAJOS Y SAPOS EN SU SENO

La nube es el aviso.
cierto o no cierto,
el agua contenida en su cuerpo
cuando llega sirve de alimento
a los campos sedientos,
ebrios de falta de agua,
la negación es solo eso,
la nube que pasa
y el agua huyendo,
camino de otros lugares
donde depositar su carga de alimento,
H2O, renacuajos y sapos en su seno.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: FRÍO, DOLOR Y DESESPERO

Sube el frío, se convierte,
en el enemigo de aquello de lo que huimos,
el frío siempre unido
al dolor y desespero,
no he visto con el frío al poeta escribir poemas de amor,
los corazones rotos son fríos,
la frialdad de un beso,
fría la muerte,
los deseos,
podríamos hablar de la frialdad del momento,
de la conversación segada por una frase fría,
del aleteo frío de las aves huyendo,
tanta frialdad para este instante,
en que el cuerpo va pidiendo, un poco de calor,
un poco de alimento,
aunque solo sea con las brasas en las que se arde en el infierno.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: TODO SOBRE HITCHCOK


A saber "los pájaros"
son testigo
del terror que sentí
al sentirme invadido
por plumas y picos
de aves que migraban a mis ojos, su nido.

Todo lo vi
a través de una "ventana indiscreta",
abierta en la roca de un abismo.

"Vértigo sentí"
lo juro,
me sentí "encadenado"
como una soga trenzada de esparto a un cubo
sobre el pretil de un pozo
esperando entre "sospechas"
ser lanzado al vacío.

La "psicosis" del ser humano
hacia lo desconocido
es una "sospecha"
de lo mucho que sufrimos.

Será la culpable, me pregunto,
de ello, el destino
del "hombre que sabia demasiado",
casi "cortina rasgada"
los miedos en mi son infinitos.

"Atrapa a un ladrón",
así se oyó,
fue un grito indefinido,
que ahuyento
sin haber testigos
a "Marnie la ladrona"
que corría entre alaridos
de los perros de la noche
en esos días sus enemigos.

¡ Oh "Rebeca",
que castigo!
el haber visto
a Marnie huyendo
y a ti sufriendo de lo lindo,
en la pantalla de un cine,
en un rayo de polvo revestido
que cruzando el espacio estallaba
sobre una pared que se sentía el ombligo de un asesino.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: A LA VEJEZ VAN LAS AVES QUE NO HUYEN DE SU DESTINO

A la vejez van las aves que no huyen de su destino
allí se juntan,
ellas guardan en sus altos nidos,
los secretos de los páramos que no han sido invadidos
por ojo, alguno.

Como si la vejez no fuera
el trino de los gorriones en la torre
sintiendo los latidos
del corazón que habita en el interior
de una esfera con sus horas, segundos y minutos,
van también a ella quienes se sienten heridos,
por la vida que no disfrutaron,
por el tiempo que perdieron en discutir sobre asuntos ambiguos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: ES COMO DECIR LA PALABRA ACERO

Es como decir la palabra acero
cuando hablamos del frío,
tan duro el tema,
me explico,
caen las tardes,
caen sus frutos,
caen las sonrisas,
hablamos del destino,
inocente él
se siente nuestro amigo,
su dureza templa,
es el látigo,
casi siempre el testigo
de la caída de las hojas
en los otoños primerizos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: SOBRE LAS ROCAS QUE DIGO

Sobre las rocas que digo
ellas son testigo
de los pesares de los seres humanos,
de los inviernos duros,
allí donde están anuncian el frío,
la soledad de las almas,
el rumor de los caminos
por donde pasan los humanos
explorando el infinito
de las tierras fértiles,
de los caudalosos ríos,
de las selvas frondosas,
de los valles fecundos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL PAN Y EL TRIGO

Pan en todos los días
él cogido
a la cresta de una ola,
al combativo destino
de los campos abiertos,
sin trincheras ni enemigos,
solo el viento azotando
la cintura del trigo,
su porte esbelto, sus ojos vivos,
son el alimento preferido
de las primeras aves migratorias
que rondan sobre los campos haciendo círculos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio 

POESÍAS: DE POEMAS SE LLENÓ EL OLIMPO

Construyó un poema
con almenas y murallas,
con fantasmas incluidos,
sílabas de centinelas,
palabras rompiendo el ritmo
de las noches encantadas
en que los juglares lanzaban sus cánticos interpestivos.

De poemas se llenó el Olímpo,
así los dioses se sintieron grandes
e hicieron sus pinitos,
unos escribiendo sobre la luna,
cayó el sol rendido
ya la noche negra invadiendo los espacios
en los cuales el rey era el búho.

Autor: José Vte. Navarro Rubio 

POESÍA: WATERLOO

No fue en Waterloo
donde cayó Napoleón,
por Mont Saint-Jean,
Braine-l'Alleud
y Plancenoit,
por allí ocurrió,
una batalla.
allí perdió Napoleón
y abdicó.
Huyendo,
fue Puigdemont,
tras Napoleón,
que a Santa Elena desterrado marchó.

Autor: José Vte.Navarro Rubio






POESÍA: EN TROYA

El oráculo predijo la caída,
en Áulide se vio el futuro.
El nido fue la escusa
la serpiente el frío cuchillo,
la panza de un caballo
en su interior el destino,
la espada, las flechas, el fuego,
el puñal asesino,
la boca abierta de un sicómoro
engulléndose a los enemigos,
Calcante tuvo la culpa
pues predijo a su gusto
la victoria sobre los troyanos
y la muerte de todos sus hijos


Autor: José Vte.Navarro Rubio



POESÍA: LA VUELTA

Volvemos, tenlo por seguro,
en las mañanas se vuelve a lo mismo,
a los principios de los días,
tan repetitivo,
que las horas son iguales,
así los segundos y minutos.

Es el deseo el que nos lleva
a ser diferentes,
a andar otros caminos,
la fuerza de la vida
es el modo imperativo,
ese que ordena y manda
sobre lo que somos y fuimos.

Se oyen ruidos,
el orden cambia
pero el resultado es permisivo,
la luz a la hora de siempre,
el frío.

Autor: Jose Vte.Navarro Rubio

POESÍA: EL VUELO

Ya volamos sobre lo que somos,
para vernos partimos,
así sabemos que hemos sido nosotros
los que nos hemos ido.

En el camino de la ida
nos vemos tal como fuimos,
en la llegada nos arrepentimos
y a la vuelta corregimos
todo aquello que desde fuera es mal visto.

Así son los sueños
con ellos dormimos
y al despertar sentimos
que algo nuestro voló
y volvió a su destino,
investidos de misterios
los sueños no se olvidan y son repetitivos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

viernes, 2 de febrero de 2018

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 66

Tanto da de si el poema
que quien lo escribe
lo lleva consigo siempre.

El poema no es la excusa
ni si quiera el motivo
que anima al  poeta
a interpretar a su gusto el mundo.

Por el poema se vive.

En continuo asalto
se hace combativo
y así el crece,
alza su ritmo,
hasta ese punto
en que la vuelta atrás
es casi un insulto.

Autor: José Vte. Navarro Rubio


POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 65

No hay en el poema otras cosas
que sueños invertidos
por alguien que juega,
aunque solo sea
para que estos sean leídos.

Es un feo asunto,
marcar las sendas y los ritmos
por donde el poema debe correr
por unos segundos.

Es tan feo el asunto
que de los poemas huyen
en las soledades de las noches
las palabras y los signos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 64

Tal podría ser,
así comienza este asunto,
de palabras colocadas
cada una en su sitio.

Se ven llegar,
creo que forman parte
de este turbio asunto
de crear poemas
a buen ritmo.

Son tan caritativos,
agradecen desde un principio
el estar ahí,
el ser competitivos,
el poder asomarse a una ventana
para enseñar su tipo
al enjambre de comedores de versos
aun sin apetito

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 63

En las noches recorro los desiertos del mundo,
los lugares apartados,
Tantos silencios juntos,
los de todos los siglos
sentados a las puertas de las chozas y casas,
esperando a que alguien salga
aunque solo sea para rendir cuentas
y avisar que todo continua como al principio.

Tu estarás allí un día
la nada habla a su parte más ocura
le recuerda que significa la palabra miseria
y se lleva consigo
sus soledades hasta esos lugares
apartados del mundo
en el cual los seres humanos
rinden cuentas desde los principios de los siglos,
solo por el hecho de no formara parte de esos pueblos elegidos,
por los dioses de los hombres, construidos a su gusto.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 62

Más no queriendo
escribo,
en esta mañana
copos de nieve
 se me escapan entre los dedos
y en la pagina desierta
que iba escribiendo
unas lágrimas me piden
que vuelva a ser quien debo,
el poeta de los versos,
el lanzador de dardos,
el inquieto transformista
que sin salir del gheto
de los poetas desconocidos
vive con la poesía dentro

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 61

Yo soy poeta
de la generación de los que que murieron,
de los románticos
devoradores de versos,
del 27
en su intento de saltarse la guerra
con una pértiga de acero,
poeta de la guerra,
también creo,
de la vanguardia
 en los infiernos
allí cené con ellos,
de la post-guerra
continuo siendo
lo que se dice un niño entero,
soy de los poetas actuales
que creen en lo que están haciendo,
ya queda menos
para solo ser poeta sin nacimiento.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 60

Mi hoja de ruta
va entre cerros,
alejada de la carretera,
lejos
de los infernales lugares
donde crecen los desencuentros,
por ejemplo
de las guerras,
de las ,miserias que matan,
así sin huir
voy construyendo
mi tabernáculo lleno de versos limpios
que nacieron
en la ribera de unas páginas,
una tras otra
mi vida dentro.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 59

A estas horas no duermo,
me falta una costilla,
comí un mal alimento,
la manzana podrida,
sigue siendo
como el pecado
que hace de uno un esclavo al servicio eterno
de aquellos que solo persiguen
seguir leyendo
la palabra de un Dios
que fue al encuentro
de su pueblo y lloran por ello,
olvidándose de esos otros pueblos
que siguen buscando al Dios
y solo encuentran rezos.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

jueves, 1 de febrero de 2018

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 58

Orfebre no es un oficio
es un talento,
la voz del viento,
la verdad que hiere,
el viejo empeño
del ser humano
por imponerse sobre el resto
de lo que habita en el universo

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 57

No niegues, siento,
no digas, creo,
no importa
el contexto,
es en el contenido
donde reside el talento,
la envoltura es más o menos
algo parecido a la piel que se arranca cuando se desolla vivo un conejo

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 55

La palabra grave es el tormento
ese que vive dentro
de todo verso.
No hay un poeta,
a cientos
los poetas cuidan de sus versos,
y dulcifican los textos
tanto o más de lo que es correcto.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 56

Sentirás el deseo
y la ira te irá por dentro
y romperás el espejo
allí donde convergen
la carne  y el reflejo.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 54

¿Y si no fuera aquello
la perversión del deseo?
Tras lo que los ojos ven
hay encuentros
de la luz
con aquello que se llama entendimiento,
el músculo ejerciendo
su oficio de administrador de esfuerzos
y el ojo temiendo
que la luz de sus pupias
no sean solo un reflejo
de lo que otros sienten
y de lo que en él ha muerto.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 53

Y así comienzo esto
con la primera palabra,
con el primer beso,
agua derramada sobre una página
en un tintero
esencias de rosas
con las que perfumar el encuentro
de un abecedario con un cerebro.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 52

La desnudez del poema
y la mano temblando sobre ella,
el verso inquieto
y la tranquilidad de las aguas
convertidas en parte de su cuerpo,
como siempre aparece el tiempo
testigo directo de lo que hacemos,
como siempre cuando se habla de versos
terminamos por ponernos tiernos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 50

En el poema hay vida,
en el poema hay empeño,
en el poema las lágrimas
son el reflejo
de los ojos de un niño
pidiendo un caramelo.
Lo profundo es esto, sin usura,
y sin otros impedimentos,
se llena el poema de versos
y avanza en aquello
de hacer feliz a quienes leen y encuentra dentro,
esa sal de la vida,
casi un profundo lamento,
el de dos pueblos que van al encuentro
de un mismo fín
por caminos que no se encuentran en ningún momento.

Autor: José Vte Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 49

Con el blanco la textura,
honor en ello
del nacimiento de un pueblo
como si fuera la candidez de un niño
en aquellos lugares
casi desiertos
de una geografía quijotesca
entre cerros
que tocan las nubes
que se llenan por dentro
del blancor de los reflejos
de un sol inmenso,
el de las altas, planicies y cementerios.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 51

La lluvia caía
era aquello
de llamar por su nombre
a lo que nos viene del cielo.
Basura espacial
rompen el encanto de todo aquello
que tiene que ver
con fabricar versos
con motivos variados,
entre ellos,
las nubes y la luna,
el sol y el firmamento,
las constelaciones y vías,
la Apia lejos,
con sus catacumbas,
cipreses y enebros,
y estatuas de mármol empalidecidas por el tiempo.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 48

La página estaba sujeta del verso,
de la página caían poemas
era casi un aguacero
de tantos y tantos versos
que ya no podía el en esto maestro
seguir escribiendo
otras cosa que no fuera,
en el espacio se lee: Voy cayendo.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 46

Si dicen que caí
no es el título de ninguna novela
o película de cine negro,
es que caí del infierno,
es que volví
con el cuerpo transformado
en cuervo
para anidar en el tejado
allí donde los soles duermen
y el ave se alimenta de nuestros recuerdos.

autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 47

La vida no es acariciar sonrisas que no sientes,
tan solo los besos trasladan los sentimientos,
hay que estar muy ido para no entender de que va esto,
va de poesía
casi un eterno encuentro
de la voz ronca del destino,
del alma del poeta,
de los celos de la literatura,
de los mal entendidos consejos,
del dios de los mares y del resto de dioses
que habitan en las almas de los seres humanos muertos.
No entiendo
otra cosa que no sea componer versos
que leen las alondras en los aleros de los tejados,
que leen los desencantados del mundo,
los hay a cientos,
entre ellos el contador de cuentos
en las noches transformado en lector de niños, casi maestro.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 45

Ya hablamos sobre esto,
es cierto,
la vida del poeta,
su trayectoria,
sus versos,
el esmalte de las uñas,
la raíz cuadrada
y de todo esto
solo queda,
como si fueran cenizas en un cenicero,
el amor del poeta
por todo aquello
que tiene que ver con la vida y con lo más concreto sus sentimientos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 44


Un Tedio, desolado por crueles esperanzas
Cree aún en el supremo adiós de los pañuelos,
Aunque, tal vez, los mástiles que invitan huracanes
Son aquellos que el viento doblega en los naufragios
Perdidos, sin mástiles, sin mástiles ni fértiles islotes…
¡Mas, oh corazón mío, escucha la canción de los marinos!


Stéphane Mallarmé - Versión: Salvador Elizondo


La cruel venganza porque no decirlo,
el perdido combate,
así como las alondras cantan
se intuye la batalla
de la soledad palpable
y del cruel enemigo
que con sus guantes
recoge los restos
que sobre el suelo se sienten
como los guijarros parte
de la calzada sobre la que se oye
el sonido de unas botas
y el ruido de unos sables,

Autor: José Vte. Navarro Rubio


POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 43

La nada entre vientos
es una cosa diferente,
mascara de tejido de seda,
lana de ovejas del Ayamonte
cuando el aire
trae sonidos a guitarras de hilos de estambre
se oyen melodías casi salvajes
como si el mundo fuera impuro
y la rosa de azafrán colgara
de un hilo de cobre
secando su encanto,
olor penetable
hasta el alma del poema,
allí donde un cardo echa garras que arañan los renglones
sobre los que discurre la tinta,
azul o negra,
las dos sirven al fin para el cual Dios las hizo utilizables.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 42

Que si el poema tiene hambre,
en sus brazos el amor deshace
el color de las margaritas,
la voz arrogante
del segador de sueños,
cuando se siente atraído por el ladrido salvaje
de la luna llena,
perro salvaje,
que mira hacia la tierra
y la vé tan distante
que el perro huye
entre montañas y volcanes.
El sol como testigo se ofrece
a ser amable,
amigo de compañía
hasta que la muerte los separe.

Autor: José Vte.Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 41

Que no ladra el perro
en su entender
se siente atraído
por los silencios que habitan en su alma salvaje.

Será que no tiene hambre,
que paseado y distante,
el perro duerme entre enjambres
de abejas de trato agradable,
dulce paladar el suyo
la miel es su alimento incansable,
del perro sus ronquidos
no duerme en esta noche ni el aire.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 40

La alquimia como testigo
el hombre se abre
enseña sus pupilas
se dilata su frente,
es el amor pedido
lo que en su interior arde
la culpa la tiene una tea,
quien sabe
si más allá de los bosques de hojas perennes
hay valles
donde dar descanso a las preguntas
que no se pueden
responder, ni se quiere.

Autor: José Vte.Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 39

Mata el poeta el tedio
por eso en mi el interés renace
como flor del poeta
a la que hay que dar de comer aparte.

El tedio y su uso
una hecacombe,
la memez de la palabra,
el tiro del cobarde
en las sierras de las sienes,
plateada memoria la que la acoge,
el tedio respira aire
mientras alguien,
un poeta de escuela muerta,
la vanguardia es un arte,
se lo pone en las espaldas
y con él emprende  un apagado combate.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 38



De profundis

Existe un campo de rastrojos donde cae una lluvia negra.
Existe un árbol pardo que se alza solitario.
Existe un viento que susurra entre chozas vacías.
Qué atardecer tan triste.

Versión de Helmut Pfeiffer


Los páramos de la noche y de los días
siempre páramos
con sus campos valdíos
con sus estancias inhabitables,
charcas insalubres
donde duermen los juncos
que sirven de cintura a los ángeles.

Cuantos páramos
para que el Señor del Castillo
saque a paseo su ave,
el voraz halcón
de bello plumaje
con su mirada de felino,
con sus garras afiladas con un sable,

Cuantas noches a través de los ojos de los buhos
anduve por aquellos parajes
cerca de un río seco,
así se secan las ubres de las vacas en los apacibles pastos de los montes.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio


Trakl se consideraba el continuador y sucesor de Hölderlin, cuyo estilo asimila y moderniza dentro de la estética del expresionismo, pero en él también influyeron Novalis y Rimbaud. En él aparecen los temas del expresionismo salvo el mundo del trabajo y la ciudad: la descomposición del yo a causa de la sociedad moderna, la angustia, la locura, el suicidio, la muerte, la vejez, la ruina, la enfermedad: «Todos los caminos conducen a la putrefacción negra». El hombre está en el centro de sus representaciones y no tiene sino un destino: pudrirse. Esta visión escatológica y apocalíptica, se desarrolla en un mundo sin Dios o donde Dios ha muerto según pregona Nietzsche, de quien Trakl asimila el nihilismo, otro tema expresionista. La vida está vacía de sentido. "Yo no he nacido sino a medias", escribió.

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 37

En la rama tendido el abrazo
y sobre la rama vigilando
el buho,
ojos de vidrió, corazón de barro,
sus alas de hojalata van volando
de rama en rama, de árbol en árbol,
hasta allí donde llega en las mañanas de un mes de marzo,
los hielos con su temple,
las tijeras podando,
del duro tronco, sus brazos,
de las verdes ramas,
aquellas que solo sirven de reclamo
al buho que en el árbol habita,
al mochuelo que piensa que él es el amo.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

miércoles, 31 de enero de 2018

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 36

Abrazos en la noche
bajo la vieja encina, llorando,
en el monte origen de tu vida
entre verdes matas de amapolas,
ramas de enebro, sésamos,
a solas con el misterio
de ese origen de la vida,
tan peleado
por quienes solo querían
que lo que habita sobre el mundo fuera
como una estatua de barro
moldeadas por una mano,
siempre la misma,
ella santa y él tu amo

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 35


O a la muerte se le llama crimen
o llega tras un calvario,
siempre triste,
así no la han pintado,
uno piensa en el alivio
de quienes esperando a la muerte
detrás de las vueltas de un camino
se dan cuenta de que esta no lleva en su interior malas intenciones.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

Es más fuerte, si es vieja la verde encina; más bello el sol parece cuando declina; y esto se infiere porque ama uno la vida cuando se muere.
» Rosalía de Castro

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 34

Ya de joven las campanas eran
así como la voz del padre de familia,
la quinta esencia,
pensamiento del poeta
al escribir su retalía
de poemas sueltos
a los vientos de los días
trayendo agua, así es la melancolía.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 33


               I
No tienes mujer la culpa,
todo vino
de aquella costilla,
el ejemplo no ofrece dudas.

              II
En sus soledades soñaba
falsas aventuras
con un falo
sin punta,
con una mujer que en sus ojos vivía
como si fuera su pesadilla,
fruta prohibida, su Eva, en el vivía.

              III

Ella era, decía el poeta, Felisa,
si la quiso
fue cosa suya,
ahí queda,
el mineral gastado
que disuelve el secreto de los hechos (1)



(1) Nueve poemas a una mujer, que hizo de su nombre lluvia (Leopoldo María Panero, "ORFEBRE")

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 32



Hay que tener mentalidad de invierno
para mirar la escarcha y el ramaje
de los pinos cubiertos por la nieve;
y hay que haber soportado mucho frío
para ver los enebros congelados
Wallace Stevens



Así y todo el poema suena a niñez perdida,
tan alejado el aroma de los pinos,
y los ramajes
y la textura de la nieve en las noches caídas,
uno solo ve
la caída de los años,
casi las lagunas del pasado
y el presente
de ese momento en que se juntan 
la aventura con lo real y nacen las dudas.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 31

La república de las letras,
una idea, me quedo con la república,
no hay ambigüedad
no saca punta el sacapuntas,
el lapicero sin mina
y la luz del día
sobre las aguas
algo así como un brochazo de pintura,
hombres caídos
y una bandera y el que jura
ser fiel a unos colores,
ser fiel a la punta
de un lapicero sin mina.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 30


Lo no visto, le cegó un rayo la vista

Lo que piensas,
dejó de pensar el día
en que en sus manos murió una idea mal parida.

Quizás
siempre es una dua

Con el sí
siempre se afirma.

No, es la negación
en una frase ambigua.

Ojala, exclamación. Casi una aventura.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 29

Volver a lo mismo a la palabra,
trilla, deconstrucción (1),,,,,,,,,,,,
y no encontrar traducción alguna,
de ese tesillo
calle de las tercias,
cascabel de ganado, dula,
por allí en aquellas tierras se acostumbra
a cavar las hortalizas con escabillos y legonas,
el sudor cayendo entre surcos que indican
las corrientes positivas de la vida.


Autor: José Vte. Navarro Rubio


(1) Jacques Derrida (El-Biar, Argelia francesa, 15 de julio de 1930 - París, 8 de octubre de 2004) fue un filósofo francés de origen argelino, conocido popularmente por desarrollar un análisis semiótico conocido como deconstrucción. Es una de las principales figuras asociadas con el posestructuralismo y la filosofía posmoderna

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 28

Estigma,
hundió la mirada,
se sintió fiera herida,
de los suyos sabía poco, se le juntaban las rimas,
de aquel poema muerto no salió nada,
ni fumata, ni aventuras,
la piel tan sufrida
y las vísceras en su interior podridas.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 26

En aquellos aposentos de la locura
donde fui el rey que sin reina domina
el mundo de las sombras
casi las catacumbas
de quienes lloran por un muerto,
aquel que vive una tortura,
el opio que se fuma
en camastros, en camas juntas,
las manos de los pacientes aprietan y escupen saliva.

Autor: Jose Vte Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 27

El poema se come el aromas de los bosques,
destila las ideas de las raíces,
suaviza el viento que peina las frutas dulces.
El poema es el grito del salvaje,
en su papel de hombre
liberando sus excrementos
para goce
de tertulias de intelectuales.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 25

El cielo es la luz
y el mar su imagen
hasta ellos los desiertos,
e ellos los mares
se lamen sus heridas allí donde las dunas se extienden.

Autor: José VTe. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 24


Dicen que hay ratas en las alcantarillas,
dice que alguien las guías,
que un pacto,
que un ruido en una segadora
asegura
que el grano salga fértil
para que las ratas se alimenten y crezcan fuertes y duras.

La sabiduría del hombre
es poca
comparada con la de la araña y ardilla
una tejiendo su red donde hace la captuira
y la otra subiendo hacia las alturas
para alimentarse de los frutos de un árbol que le sirve de comida.

El alimento no justifica
el papel del comensal (1)
pendiente de saciar su hambre a costa de quienes sufren injusticias.


Autor: José Vte. Navarro Rubio






(1) Martin Heidegger

(Messkirch, Alemania, 1889 - Todtnauhaberg, actual Alemania, 1976) Filósofo alemán. Discípulo de Edmund Husserl, su indiscutible preminencia dentro de la filosofía continental se ha visto marcada siempre por la polémica, sobre todo la de su adhesión al régimen nacionalsocialista, manifestada en el discurso que pronunció en la toma de posesión de la cátedra en la Universidad de Friburgo (1933).

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 23

Teñida de sangre la luna
se eclipsa,
quizás su parto
sea como una locura
la del ser humano que mira
y se ve
en su cara oculta
como el neonato que mira a su madre
con una especial ternura

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 22

Cerca del lago vive la memoria
se mira en las aguas estancadas,
se observa, vigila,
la llegad del inviernos,
las sombras traídas por la luna,
la noche con su encanto,
el pío, pía,
en la casa de la ensenada,
junto a la barca de corteza de .álamo india,
una chimenea arroja de forma continua
las últimas bocanadas de un humo que señala la caída
del Dios de los mortales, el sol anima con sus rayos el día.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 21


Allí donde se arroja los excrementos en el cielo
se encuentra el culo del mundo,
las moscas son las guardianas
de las montañas de basura,
vertedero hasta el que se llegan
los poemas prohibidos,
El Decamerón figura, junto a otros libros,
no consumidos en la llama de la incultura.

Belzebú, señor que reina
en las inmensas lagunas
de la mente humano y cohabita con otros príncipes de las ciencias ocultas,
se me viene a la memoria,
para recordar en estas andaduras
que un sendero largo y de poca anchura
separa el mundo de los mortales y nos causa muchas dudas.

Autor: José Vte. Navarro Rubio 

Belzebú: El señor de las moscas, era el nombre de burla que le daban los judios a baal, dios pagano.

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 20

Tú culpable y yo asesino
de que muriera el cisnes
y en su muerte solo hubieran cánticos vikingos.
En la noche
las ramas esconden los secretos
del Dios Odín
casi un saco de vino
y en sus manos
cruel venganza
no quiere a sus hijos
una nave vuelve
lleva consigo
las plumas de un cisne,
los ojos moribundos
del príncipe de las Tinieblas
por aquellos lugares, un enemigo,
que emerge de las tinieblas
de un océano invicto
en que duermen las libélulas sueños épicos como el de los Nibelungos.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

La belleza es una noción que obseda a Darío en su época modernista. Rubén Darío (1867-1916), considerado por muchos como el padre del modernismo, escribió un poema titulado El cisne (1896) en Prosas Profanas. Los rasgos recurrentes de su poesía modernista son: el uso de la mitología, la recreación poética (transformación de versos clásicos como el soneto), el tema erótico o la figura del cisne. Su poesía fue influenciada por el parnasianismo y el simbolismo francés.

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 19

La mariposa es la vida,
así se intuye, así en la noche se oye su latido
el de los demonios
que caminan y van al encuentro de su enemigo,
el día convertido,
en un poema,
caja de mixtos,
en llama que solo se apaga
bajo el soplido
del viento alado,
del gemido de la rama rota
de aquel olivo,
en las paredes de un cementerio se oyeron gritos
de milicianos muertos
por sus asesinos.

Autor: josé Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 18

El poema vive
no es una silueta ni algo ambiguo,
crece entre las piernas
y se hace grande al abrigo
de las buenas sombras
de la creencia del ser combativo
en que el mañana,
será mejor que el pasado que intuimos
en las paginas de unos libros,
ayer fue mejor y mañana será lo que de sí un buen respiro.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 17

El papel tan sufrido,
la inquisición
y a un mismo ritmo
el hombre que se cree libre y lucha contra su destino.

No será el ruiseñor
en la alameda
pasto de las llamas que arden y de continuo
claman venganza
y piden justicia
y así de continuo
lloran los sauces, llorarán pues para eso fueron elegidos
como testigos del pasado
y en el futuro, algo más que el ave Fenix
resurgiendo de las cenizas, olvido.

Autor: José Vte. Navarro Rubio


El fénix (griego antiguo: φοῖνιξ​, romanización: phoînix, pronunciación: pʰó͜ɪ̀nikʰs (clásica), pʰˈyːnikʰs (koiné), ɸˈyniks (bizantina)) correspondiente al Bennu egipcio, es un ave mitológica. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto, en el norte de África. Muy presente en la poesía árabe (En árabe: العَنْقَاء Al- Anka).

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 16

La ira es "cuando los clavitos no coinciden con los agujeritos": Lacan, Jacques; Seminario 7 (1959-1960) ‘La ética del psicoanálisis’. Ediciones Paidós, Buenos Aires 1988.


Yo sujeto
y tu clavito
mi ira no tiene disimulo
así el clavo
contra él un martillo
y el individuo
en su ira
esperando la tregua para fumarse un cigarrillo.

Si uno nace
muchos son los peligros,
los de la ira
y en su conjunto el mundo,
unos a un lado
y los otros los perdedores
junto a un precipicio.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 15

Cogí el verso
así de diminuto,
sus palabras muertas,
su corazón herido,
alma de gacela,
perro hambriento perdido,
una princesa va al encuentro de su querido,
oda y paisaje,
ojala tumulto
de malas muertas y el príncipe escondido,
entre las hojas de un poemas,
epitafio, volvió después de un siglo.


Autor: José Vte. Navarro Rubio



POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 14

En la noche viven los gusanos en sus capullos,
son las mariposas las que construyen sus nidos
en esos lugares prohibidos
donde el deseo es algo más que un suspiro.

Canción de Rolando, casi un hilo,
entre peñas, ballestas, flechas y ronquidos
se baten los enemigos
de dos horizontes desconocidos
el norte que avanza,
el sur que se siente atraído
por la canción romántica, oro, plata,
no hay despercidio
en aquellos lugares por donde quintas de soldados se llenaban de gloria hasta el ombligo.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

“La canción de Rolando”, es el más antiguo de los cantares de gesta románticos. Ha llegado hasta los actuales momentos en un manuscrito de finales del siglo XI o inicios del siglo XII. Tiene un correlato histórico; la derrota del ejército franco del año 778. Consta de cerca de 4000 versos y tiene como tema central el valor y heroicidad de Rolando en la batalla de Roncesvalles

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 13


La vida es un silencio tras otro,
silencios malditos
ven digo,
y él se fue
y se llevó consigo
el rumor de los mares
y un testigo
la soledad como principio
en un estanque su figura pendiente de un hilo.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

En la mitología griega, Narciso (en griego, Νάρκισσος) era un joven muy hermoso. Las doncellas se enamoraban de él, pero éste las rechazaba. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta la había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Por tanto, era incapaz de hablarle a Narciso por su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!». Después de responder Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz.
Para castigar a Narciso por su engreimiento, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso

POESÍA: DESTRUYENDO A ORFEBRE 15

En tus manos el poema es una flor muerta
que pide vida,
en tus manos
ya no huelen las margaritas,ç
se murió la rosa
y la amapola se convirtió en excrementos de un conejo cautivo.

Si dices que eres poeta,
no lo digas
a los vientos del mundo
piensa en aquellos seres
que vivieron contigo,
tu padre en una biblioteca
y siempre detrás de él un libro

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 14

La calle vacía lo fue en tus días
ahora por ella corren unos niños
y ya las ventanas de tu casa se abren,
y ya la fuente no vomita olvidos
y la nada se ha contagiado de herpes
y una serpiente recorre tu espalda
entre gritos,
lamparillas de aceite en un vaso
y una figura de un perro cautivo
ladrando y pidiendo la paz del espíritu.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 13

El orgasmo no debe ser tu refugio,
tus soledades Leopoldo
son propias de tu espíritu,
tan lejano, tan olvidado, tan sin estímulo,
algo de locura hay en lo tuyo.

La oquedad es el silencio,
el cero absoluto,
sujetos a su yo
bebiendo de una fuente en el limbo,
el deseo como todo
y la vida en su saco sufriendo del eterno castigo.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 12


Poema Encargo de Ezra Pound



Id, canciones mías, al solitario y al insatisfecho,
id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores.
Id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.



A ERZA POUND, POR LO QUE NO HIZO

Por lo que no hizo
quizás lo mejor fuera el olvido,
la locura le salvó,
el se hizo sus propios enemigos,
la humanidad como testigo
de que en el ojo del buey
hay un horizonte profundo,
de aguas que avanzan,
de mares inhóspitos,
quizás tu sepas de la vida algo más que el horno donde la carne se quema y muere el espíritu.


Autor: José Vte. Navarro Rubio 


EZRA POUND

(1885-1972)

Ezra Weston Pound nació el 30 de octubre de 1885 en Hailey, Idaho (Estados Unidos), hijo de Homer e Isobel Pound, con quienes se trasladó a Wyncote, Philadelphia, localidad en la que su padre trabajaba para la Fábrica de Moneda estadounidense.

Acudió a estudiar a la Universidad de Pennsylvania, en donde se instruyó en lenguas románicas.

En el año 1908 dejó los Estados Unidos para viajar por Europa, instalándose en Londres, capital británica en la que vivió hasta 1920 y en donde fundó la corriente literaria del imaginismo que abandonó posteriormente por el vorticismo, tendencia mostrada en la revista “Blast”.

En su periodo inglés coincidió con importantes escritores como James Joyce, T. S. Eliot o D. H. Lawrence.

En Europa ejerció el periodismo, siendo corresponsal de publicaciones como “The Little Review” o “Poetry”.

En 1914 contrajo matrimonio con la artista Dorothy Shakespeare, matrimonio que no frenó sus anhelos amorosos por la violinista Olga Rudge, con la que tuvo un hijo.

Tras una temporada en París, ciudad en la que entabló amistad con Ernest Hemingway, Ezra residió a partir de 1924 en la localidad de Rapallo (Italia), en donde simpatizó con los postulados fascistas, apoyando las ansias de expansión de Hitler y Mussolini en la Segunda Guerra Mundial, con quienes compartía una especial aversión por los judíos.

Cuando concluyó el conflicto bélico, Pound fue juzgado por traición e internado durante doce años en un manicomio de Washington tras serle diagnosticada demencia.

Su obra poética, con títulos como “Personae” (1909) y “Cantos” (1925) (libro conocido también como “Cantares”), se caracteriza desde una óptica renovadora por la comunión entre tendencias vanguardistas y su querencia por la cultura clásica y el denominado “dolce stil nuovo”. 

Su trayectoria literaria también incluye diversos e influyentes trabajos críticos y labores de traducción, entre ellas del filósofo chino Confucio.

Falleció en Venecia el 1 de noviembre de 1972. Tenía 87 años.

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 11

Y no comió de la rosa
y no masticó del silencio,
ni el fauno era amigo de sus palabras
ni el poema murió en su empeño
de ir a por la libertad,
no hubo nada de eso,
la camisa de fuerza lo sabe,
tejió un nudo en su cuello.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 10

Si solo fuera la amapola y la rosa
las flores de mi jardín
estaría loco, así vi
el alma de quien añoraba a la rosa
y se olvidó en su lucha por vivir
de esa amapola herida
en una tierra de nadie
que el poeta quiere compartir,
con su locura, en ese jardín
con dos flores, uno se atreve a decir
que por allí el poeta reina con voz cascada por la absenta que destila la matriz
de la madre tierra en aquel jardín


Autor: José Vte. Navarro Rubio


Es una planta de ciclo anual que puede alcanzar más de 50 cm de altura. Posee tallos erectos y poco ramificados con finos pelillos.

Las hojas, que nacen alternas a lo largo del tallo, sin peciolo, son pinnadas y muy dentadas en los márgenes con una única nervadura central.

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 9



¿Será que hoy el Tapacurá,
como lago latifundio que es,

falso vacío de alma llana,
puede, como caña mucha,

dar el alma que lo mira
lo que da el cañaveral?

Joao Cabral de Melo



A JOAO CABRAL LO CONOCÍ EN UN POEMA DE LEOPOLDO MARÍA PANERO

Por mi memoria pasan ríos,
gargantas matando silencios
y desiertos plagados de langostas.

Tras el espacio, las hundidas palabras
de las aguas, ellas,
muertas en un estanque
con esa vida que se alarga
más allá de su barriga
para regar entre los dientes de la muerte
las piedras convertidas en fruto.

¿Tú querida tierra que hiciste?

¿Por qué no levantaste el vuelo
de los serafines y arcángeles
y con ellos blandiendo un sable
rociaste de muerte el hueco donde reina el silencio?

¿No sé si el río
relame sus heridas
junto a la puerta de mi casa?
Acaso todo ya sea como la nada,
esa última palabra anunciando que has muerto.

Autor: José Vte. Navarro Rubio



AJENJO Es una planta de intenso aroma y sabor amargo, de la qi debe hacerse un uso moderado por ser muy fuerte

Joao cabral de Melo:Su poesía, que va desde una tendencia a la poesía popular surrealista, pero caracterizada por el rigor estético con poemas confesionales ,aversión al riesgo y marcada por el uso de sonoras rimas, inauguró una nueva forma poética en Brasil. Hermano del historiador Evaldo Cabral de Melo y primo del poeta Manuel Bandeira y el sociólogo Gilberto Freyre, João Cabral fue amigo del pintor Joan Miró y del poeta Joan Brossa. Miembro de la Academia de las Artes Pernambuco y de la Academia Brasileña de Letras, fue galardonado con varios premios literarios. Cuando murió en 1999, se especuló con que era un fuerte candidato para el Premio Nobel de Literatura

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 8

La casa fue testigo
del deseo del poeta
por salir de aquel laberinto,
enfermizas las paredes,
el jardín sin olivos,
ya la fuente seca,
ya los ojos de aquel niño
agujereados por el destino,
la tierra ante todo,
en las manos un escabillo,
así se cava
se conviete uno
en el sepulturero que se entierra así mismo.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 7

Un Dios guía
al ocaso
a unas sombras,
al reino de lo posible
con peces voladores
en un océano profundo
devorador de hombres, mujeres y niños,
ya las pateras con sus panzas abiertas
pariendo dolor y grito,

El excremento no existe,
es el diluvio,
la esencia de la nada
en ese su quinto elemento
que no encontrará su destino.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA:DESTRUYENDO A ORFEBRE 6.

A un Dios temió el poeta
al Dios que vigila,
ese que está dentro de uno.

Y al dios clama
y por el se siente inseguro,
peca y vuelve
hasta ese punto
donde el hombre se hace siervo
y necesita de Dios
para continuar su periplo
por las tierras de la nada,
donde vive lo inseguro,
el día a día
de quienes en el desierto del medio dia
se alimentan de la sangre del cerdo,
impura ella
como sus pensamientos lascivos


Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: DESTRUYENDO A ORFEBRE 5


¿Quizás entre las peñas esté el secreto del Dios que buscas,
quizás allí se haga realidad el mito de la muerte
y de la resurrección del Hijo?

Pero no pudo el alfanje,
su curvez
hundir su punta
ni cortar su filo
el silencio
ni la tez del barro,
ni los ojos de quien mirando
ve, otro mundo,
con sirenas durmiendo
en los bancos fríos
donde caen los silencios,
tan repetitivos,
tan fríos,
como esa nada,
cuarta nada que describo
en cada poema, en cada suspiro,
un fauno que come
y yo su amigo
librando mi alma del olvido

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

El Alfanje es una espada de hoja ancha y curva, con filo en un solo lado (o contrafilo en su último tercio). Etimológicamente la palabra Alfanje es un tipo de sable corto de ascendencia musulmano-oriental que se adoptó y modificó tanto en la península como en otras zonas cristianas del mediterráneo. En España el Anfanje deriva en otros términos similares como alfanjón, alfanjonazo y alfanjete, terciado o chafarote.

POESÍA: DESTRUYENDO A ORFEBRE 4


¿Y el león?
Y por ti corriendo la vida
tal sal y azúcar,
tal cuajo de levadura
fermentado la masa
de la que sale la vida

Y tu diosas tan divina
en los orígenes vida,
y con el tiempo la muerte,
que engendra el mal
y a los hijos de la muerte
los que viven en perpetua guerra
para hacer inmortal tu nombre y la del poeta,
aquel que hablaba
de la flor de oro cortada
e iba al encuentro de un hijo
que tu acunabas entre batallas y batallas.


Autor: Jose Vte. Navarro Rubio


Astarté (en fenicio 𐤀‏𐤔‏𐤕‏𐤓‏𐤕‏ [ʔštrt], ʾAshtart) es la asimilación fenicia-cananea de una diosa mesopotámica que los sumerios conocían como Inanna, los acadios, asirios y babilonios como Ishtar y los israelitas como Astarot.

Representaba el culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad, así como la exaltación del amor y los placeres carnales. Con el tiempo, se tornó también en diosa de la guerra y recibió cultos sanguinarios de sus devotos. Se la solía representar desnuda o apenas cubierta con un fino cinturón, de pie sobre un león

POESÍA: DESTRUYENDO A ORFEBRE 3

Juró el lobo destruir
y destruye
aquello que pilla,
al hombre solitario
que se ayuda del aullido del lobo
para hacer realidad su vida.

Y habita el lobo allí donde las pisadas
sobre la nieve blanca le indican
que alguien le sigue para matar a sus hijos.

Lobo es en su desespero
nacido para seguir al hombre que peca
hasta ese lugar donde los pecados ya no pesan,
donde la muerte destruye las ideas
y se lleva los pecados
a los estómagos calientes
de las ballenas que transitan
lejos de los lobos y de su atracción por la luna.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: DESTRUYENDO A ORFEBRE 2

En los versos se invoca a la muerte
y en los versos la vida renace
en forma de silaba
tan atrayente
sobre la piedra en la que comen las palabras
que Satán el padre que mata los amaneceres se siente cogido
a un reloj que le indica
que la desnudez de la piedra también es poesía
como el Sacrificio de Abraham, su locura,
ante un Dios convencido de que no le quería.

La piedra y la sangre son una alegoría
del buen hacer de los dioses
cuando prueban a sus hijos.

Autor:JoséVte. Navarro Rubio

POESÍA: DESTRUYENDO A ORFEBRE 1

Ni destruyendo a Orfebre tengo por seguro
que las últimas ranas dejarán de saltar las vallas
donde viven
en tus ojos
rosas que lo ven todo.

Ni se si acaso dejaras de existir,
ni así,
ni por todo lo dicho,
por esas ranas que tu  alimentaste,
por esa plaga que salía de tu boca,
cada vez que ibas a la búsqueda de la tierra prometida.

Tu madre como origen de todo
hasta de tu poesía,
tanta rosa para nada.

Eran cuatro las nadas y te dejaste una,
la más limpia,
sin excrementos,
sin escrituras,
sin lineas en un poema,
así la nada que buscaste
quizás sea la última,
esa cuarta nada
en la que habitas,
en un jardín con rosas,
atadas al corazón de un cisne
tan negro como la noche misma.

Quizás hayan otras nadas,
pero de estas no se escribe
están maldecidas.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

martes, 30 de enero de 2018

POESÍA: HABLANDO, POR QUÉ NO, DE LAS ESTRELLAS

No dan más luz las estrellas por estar cerca.
Aunque la mano se extienda
no tocaras las estrellas
no oirás de sus historias bellas
en otras bocas que no sean
las de los contadores de cuentos,
los segadores de leña en las verdes praderas
allí por donde los aviones vuelan.

Autor: José Vte, Navarro Rubio

lunes, 29 de enero de 2018

POESÍA: AHORA SON LOS 11 DE LA NOCHE


Que hacer en este instante
ya la televisión apagada
y las 11 de la noche
sometida al tormento
de morir lentamente.

Un reloj marca las horas,
de repente, se las come,
las horas corren,
en la esfera del reloj
una varilla se mueve
como si fuera unos dientes
mascando calmantes.

La esfera  del reloj
cada vez más grande
conforme me acerco
su silueta me invade
de temores ascendentes
como la varilla del reloj
estoy cegado por las 11
¿por qué esa hora me atormenta?
solo son 11,
el relojero decía
que más que las horas
aquel reloj marcaba el destino de las gentes.

Se movía la varilla
a ritmo de Coyote, anunciaba baile.

No volverán esos instantes
a las 9 la cena,
a las 10 café con leche,
a las 11 los serenos
se movían entre los coches
como si fueran serpientes.

El reloj no sabe
que su destino depende
de dar vueltas y vueltas
en todos los instantes
de la vida de las personas
a quien las 11 son algo así como la hora en que la luna se pone elegante
para recibir a los luceros
y para marchase de fiesta por el levante.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio




POESÍA: ALLÍ NUEVA YORK Y YO POR AQUÍ

Habita la ciudad en mí,
dentro se lleva
con ella se puede salir
sin necesidad de transitar por las calles
ni de convivir
con otra cosa que no sea
la ciudad que habita en mí.

En mi interior los rascacielos se suelen repartir
por las piernas hasta subir a la cabeza y allí
las palomas contemplan la bahía a la cual llegan los barcos
y al partir
se les ve dejar tras de si
olas que sobre las escolleras se suelen partir.

Nueva York se vino a vivir
a este interior mío
aquí la ciudad me vomita sus ganas de servir
de amante de los enamorados, de madre feliz.

Poetas corren por sus venas,
Lorca, Adonis,
Quizás la ciudad no sepa
de otro amor que no sea a diario morir
como la llama, como la raíz
del árbol que vino a sucumbir
bajo el hacha, siempre así
los corazones se parten. La ciudad muere
y el poeta se siente infeliz.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL VERBO FUE HECHO CARNE

¡Escribir!
No todo consiste en escribir,
hay otras cosas
por ejemplo salir,
disfrutar de los paisajes,
convivir,

La palabra, el verbo, Dios.
No puedo elegir,
sin palabra el verbo
no puede existir,
Dios es algo asi
como el Verbo, la palabra
que se debe seguir
en la Biblia aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EN UN DÍA GRIS

Un día así
no es bueno repetir
tu,
le dice el viento al sol,
que haces por aquí.

Gris de pantalón,
el día gris,
del cielo colgando,
se puede repetir.

Se vende el día
es fácil de adquirir
con él se puede sufrir,
con él vivir
es algo así
como llevar a cuestas un costal de recuerdos,
la muerte es de todos los colores el gris
el que más le va,
por eso nadie la quiere compartir.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: LA FELICIDAD NO ES ETERNA

No es suficiente
con escribir el nombre de los muertos
sobre sus tumbas,
la vida es algo más que una despedida a la puerta de una iglesia,
El tiempo es
aquello que vivimos
así la vida tiene sentido,
esto viene a cuento
de que la felicidad no es eterna.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

domingo, 28 de enero de 2018

POESÍA: SUMANDO AÑOS SIN SECRETOS

Escribir es cierto
sobre lo concreto
y diario
sobre todo aquello
que cabe en un puño
y hacerlo
ahora que hemos vuelto
al origen de lo que somos,
todo tan pequeño,
cada vez más
conforme los años van creciendo
y nos vamos acostumbrado
a escuchar golondrinas
hasta en los más duros inviernos

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: CON LAS NOCHES JUEGO

Así por dentro
la noche rompe corazones
se come el aliento
de quienes se besan
de quienes rodean su cuerpo.
No hay noche sin besos,
sin abrazos tiernos,
solo hay noches para quienes se aman y se encuentras inmersos
en una batalla que culmina siempre en una paz sellada a tiempo.
Con las noches juego
y así con ellas aprendo
a amar esos instantes en que los recuerdos
galopan a lomos de caballos salvajes con sus crines al viento.
Que fue así
y así lo recuerdo
en un instante tan pequeño
la tele anunciando una película
con grandes letreros.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: RAYOS Y TRUENOS

No hay preguntas recientes
pendientes de contestar,
no hay nada de eso que se llama
acabar una faena a medias en mi correo.

Hay muchas historias
en ese ordenador de mi trabajo,
resoluciones y ordenes, indicaciones y supuestos,
que yo voy trajinando
con un cuidado y celo
propio de un experto.

Abrí la página
en ella dentro
mi ordenador me mandaba ordenes
que yo iba leyendo.

Trasmitir forma parte de mi vida,
de un trabajo concreto
que uno desarrolla
con agilidad y rápidos movimientos.

Así llueva,
así caigan rayos y truenos
a la misma hora
en la silla y mesa
en la cual leo
lanzo mensajes que  otros van leyendo.

Un imperativo sin secretos
es el que guía los actos concretos
que a lo largo de la jornada se convierten en trabajo, sin sentimientos,

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: LOS CAMINOS QUE LLEVAN A LOS DESIERTOS

Solo es una lucha la que mantengo
con las soledades que van llegando
y se van al mismo tiempo yendo,
entre batallas y batallas, 
las soledades siempre perdiendo
aquello que se llama sus citas y encuentros.

Tanto tiempo  luchando
se ha hecho uno un experto
en masticar ideas,
casi  es cemento
el que separa al hombre libre
y el impuesto
por las soledades a contratiempo
por un vial que lleva a un desierto.

Autor: José Vte. Navarro Rubio



POESÍA: LA NOCHE ENTRA POR UNA VENTANA ABIERTA

La noche entra
por una ventana abierta
y lo hace poco a poco
como si le pesaran las horas de espera
desde que sale hasta que se marcha, 12 horas, así suena.

Si la noche no entrara,
si la ventana tuviera rejas,
uno sería un prisionero en su celda.

Como noches con lentejas
y vomito días envueltos en papel de seda,
así camina el día,
así la tarde entra
anunciando noches, en una pecera.

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL PERRO Y SU LADRIDO QUE EN LA LEJANÍA SUENA

El ladrido del perro
suena a lobo domesticado a base de llenar de comida su alacena.

Vive el perro
y se acomoda a aquello que a duras penas
tiene que ver nada con su vida en una perrera.

Humanizado el perro
se desespera
cuando le falta el agua,
cuando la comida no le llega,
por eso ladra el perro,
por eso me llegan
sus casi aullidos
como si fuera un lobo que busca la puerta,
para irse a la montaña,
para construir su lobera,
para ser enemigo de sus amigos,
para romper esquemas.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: COCIDO DE GALLINITA CIEGA.

Con el caldo llegó el cocido
todo envuelto en sus sabores,
la carne, los garbanzos,
las patatas, arroz y si uno espera
con limón sabe a una cosa nueva.

El caldo trabado
es como la esencia,
bouquet de un buen vino,
caviar con fresas.

La carne bien cocida
suelta sus esencias
y dentro de la olla,
nacen amores de leyenda.

Patatas y garbanzos
se desafían a tiros
y con bayonetas,
quien resista será el héroe en un campo de batalla sin trincheras.

En la boca se expande,
el sabor llega
hasta allí donde uno quiere si se deja

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: LLOVÍA LENTAMENTE ALREDEDOR DE UNA ESFERA

Llovió aquella noche
en que los sueños dormían
y lo hizo lentamente
atravesando la atmósfera para caer, otra vez, lentamente.

Desde la cama se oía
el sonido del agua al caer sobre las baldosas,
allí las plantas se consumían tranquilamente
esperando ser auxiliadas en su socorro permanente.

El viento hizo acto de presencia
y se llevó la fiesta,
el auditorio vacío
en la cama volvió la espera.

Si la lluvia vuelve estaré ahí
pegado a la cabecera
esperando su sonido a música de opereta.

Cae lentamente,
se infiltra por las grietas de mi memoría
tal vez no vuelva la lluvía
y mi cabecera este en otra parte
mientras uno espera
la lluvia por la noche, el viento cuando arriesga,
la espera.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: ENTRE BESOS ABANDONADOS A SU DESTINO

Aquel día no hubo nada,
ni un primer beso entre el sol y la luna,
siguió el científico,
en su observatorio, cascarón de huevo,
mirando a las estrellas
y comprobó un día
que allí arriba había algo más que cosmos.

Su vida desde entonces es un perpetuo buscar
aunque solo sea una estrella perdida,
un beso abandonado a su destino,
el aullido de un lobo en un día de grandes nevadas.

Procuró vivir siempre asido
a la montaña en la que había construido su nido
y por ello se hizo famoso en aquello de descubrir talentos.

El es la ausencia de la vida,
el llanero solitario,
el soldado herido en mitad de una batalla,
el huésped que siempre paga  a la patrona,
el solo espera ver estrellas y dormir junto a soles

Autor: Jose Vte. Navarro Rubio

POESÍA: MIS ÚLTIMOS LIBROS LEÍDOS

-El del campesino que cosechaba luces.
-El del pobre que vivía por encima de sus posibilidades
-El del ahorcado que no encontró horca en el oeste americano.
-El del ciego que leía en la mano el futuro.
-El del jubilado siempre trabajando.
-El del enfermero suturando sacos de trigo.
-El del hombre del los brazos de alambre electrocutado por culpa de enchufe de la luz.
-El del payaso echando sermones en una iglesia.
-El del conductor de camiones transportando buenos días en su camión.
-El del hijo de la furia siempre llorando.
-El del cura que echaba pregones a los peces de un río.
-El del cantante mudo.
-El del mudo que hablaba demasiado.
-El del domingo que no estaba en un calendario.
-El del calendario sin días ni meses, solo con años.
-El de la voz de una soprano, vomitando vientos peligrosos.

Autor: José Vte Navarro Rubio
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