Cogí el autobús a la misma hora
ya el frío entrando
por el escote de la camisa
en mis huesos congelados.
Caían silencios a cántaros
en esa avenida
situada en un plano
que traslada a los vehículos
de un lado
a otro lado.
Anónimo
y como tal olvidado
viaja el huésped de la ciudad enamorado
camino de lugares
que lleva grabados
en su mente de ser humano.
Autor:José Vicente Navarro Rubio
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