Efímero es el descanso
pues siempre al otro lado
de la habitación
en la cual se encuentra uno vegetando
cual oso en un invierno
en la osera adelgazando,
hay un taburete esperando
a que uno se alce
y antes de salir andando
apunte en un cuaderno
aquello que irá realizando
a lo largo de la jornada
denominada labore: trabajo.
Autor: Jose Vicente Navarro Rubio
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