Fragilidad en su figura,
desnutrido cuerpo,
desamparo,
lamento
de quien en el suelo,
piernas encogidas,
mirada perdida en el firmamento
se protege del frío
durmiendo
en la puerta de un cajero,
en una ciudad cualquiera,
Valencia por ejemplo.
Se ve
en los ojos de los transeúntes
a sus trabajos acudiendo
miedo, recelo,
al pasar junto al pobre sin techo
como si el cartón
en el cual se explica su lamento
fuera una pistola puesta en el pecho.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
sábado, 2 de febrero de 2019
POESÍA: TARDE DE FIESTA CON IMMA, MAESTRA.
Tarde de fiesta
y la tarde
tan atenta
se viste de ella.
En el corazón que bombea
se condensa
una historia
que irrumpe con fuerza
de una vida tan plena,
que la sala entre gritos y canciones revienta.
Suena,
casi rompe
la silueta
de la luz que entra
por los ventanales de una sala
ya de fiesta
la música
y con ella
comienza
el transito que lleva
hacia otras fronteras.
Todo es una fiesta
explosión de emociones
casi acuarela
de colores que se abren en el jardín de la inocencia
de lo que queda
el cariño de quienes se entregan
para que ella,
Imma,
toda la vida como maestra
tenga
el homenaje de quienes le muestran
la amistad que se procesa
por quien es su compañera.
Uno se queda con la boca abierta,
a uno le aterra
la visión incompleta
de lo que se llama "la edad tercera",
pero no es el caso de ella,
por su cabeza vuelan
tantas ideas
que la tercera
es una marcha larga
que si se aprieta
lleva
hasta allí donde se divisa un horizonte sin fronteras.
Enseñanza y pública,
¡ole!
esa es la grandeza
de los maestros y maestras
que con su trabajo se entregan
a la gran tarea
de construir una etiqueta
que honra a quienes la llevan
siempre puesta
tal mensajeros anunciando
su grandeza.
"No puedo enseñar nada a nadie,
solo puedo hacerles pensar"
tal Sócrates,
este fue, en el caso de IMMA su lema.
.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
domingo, 27 de enero de 2019
POESÍA: LOS PUENTES DE LAS AUTOPISTAS XV
Se juega el acróbata la vida,
se la juega la ardilla,
el pez león,
la cebra rayando las llanuras.
El ser humano todavía
de la cueva al abrigo, palacito, aldea, ciudad cosmopolita
sueña,
tal se dice
juega todavía
a encontrar la llave que le lleve a esas vistas
de un nuevo mundo, con mucho sol
y pocas lluvias.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
se la juega la ardilla,
el pez león,
la cebra rayando las llanuras.
El ser humano todavía
de la cueva al abrigo, palacito, aldea, ciudad cosmopolita
sueña,
tal se dice
juega todavía
a encontrar la llave que le lleve a esas vistas
de un nuevo mundo, con mucho sol
y pocas lluvias.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
POESÍA: LOS PUENTES DE LAS AUTOPISTAS XIV
Contar historias es entretenido,
así hablar sobre el jadear del aire
tras una corriente de amor
en un bosque de árboles dormidos
forma parte de la rutina
de la vida de un escritor.
Es divertido
echar la culpa de los desatinos
al último movimiento
de las fichas de ajedrez
en una partida
disputada
entre quienes aspiran
a ser denominados "ajedrecistas"
La luz de una lámpara incandescente
ya no es nada
si no hay en su interior
ese gas llamado neón que nos ilumina,
nada
y así todo acaba.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
así hablar sobre el jadear del aire
tras una corriente de amor
en un bosque de árboles dormidos
forma parte de la rutina
de la vida de un escritor.
Es divertido
echar la culpa de los desatinos
al último movimiento
de las fichas de ajedrez
en una partida
disputada
entre quienes aspiran
a ser denominados "ajedrecistas"
La luz de una lámpara incandescente
ya no es nada
si no hay en su interior
ese gas llamado neón que nos ilumina,
nada
y así todo acaba.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
POESÍA: LOS PUENTES DE LAS AUTOPISTAS XIII
En el empeño de subir hasta lo más alto,
de quitar asfalto a los caminos de la vida
en ello está
aquello que anima
a no hincar sobre el suelo las rodillas.
Con la edad
uno más otro
todos juntos,
casi una pesadilla,
las montañas se miran
como el lugar último,
quilla,
de un barco que se aproxima
a una lejana, póstuma bahía.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
de quitar asfalto a los caminos de la vida
en ello está
aquello que anima
a no hincar sobre el suelo las rodillas.
Con la edad
uno más otro
todos juntos,
casi una pesadilla,
las montañas se miran
como el lugar último,
quilla,
de un barco que se aproxima
a una lejana, póstuma bahía.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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