sábado, 28 de julio de 2018

POESÍA: AUNQUE SOLO SEA UNA ESPINA

Que quede algo de mi sobre la tierra
aunque solo sea un espina
el dolor pasajero, la frescura,
de la rosa con su tallo,
del arbusto en la ribera de un río de aguas crecidas.

Que no se vaya el poeta solo
que quede su poesía
entre aromas a todo aquello
que en su momento fue
como la levadura
que convierte el agua y la harina
en el pan de cada día.

Que nadie llore,
solo sonrisas,
la de la luna con la que dormimos,
la del sol que nos llena de luz y vida,
la de los astros con sus nombres, planetas y vías,
que nadie llore,
solo alegrías,
que las lágrimas son caras
y cada una
vale el precio en oro de todas las vidas.

Dulce aroma
es el que sentimos
en este señalado día
en una playa repleta de turistas
como amapolas en un campo de aquellos de Castilla,
ababoles y mira
como la canasta se llena
camino de un pueblo tan blanco que maravilla.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EN CULLERA Y ENTRE TORREONES

Tosca la piedra
la muralla se abre
allí donde el precipicio es algo así como un largo viaje.

Con sus torreones
se protege
el pueblo de quienes quieren
de Cullera sus posesiones,
ya ellas doncellas,
ya trigo, ya carne, pescado, harina, simientes.

Pueblo de costas
cullera sabe
que tras cada ola,
que tras cada mar atrayente
hay un bajel
con sus gentes
cayendo por la noche
sobre la arena que arde
para ir hasta allí donde un pueblo se siente
piel de  lobo, en su corazón hambre,
por hacer notar su valía
en esos días de combates.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EN CULLERA LOS CIELOS ARDEN

No hay tesoros,
solo la muerte,
la esclavitud del que somete,
el miedo que se abre
en la panza de un territorio
entre montañas, río, mar y llanuras lacustres con sus fuentes.

Como la quiero,
decía su gobernante,
tan querida Cullera,
los cielos arden,
ya la sierra es de arbustos
algo así como estéril bosque
en el que anidan polladas de aves.

Si solo fuera la muerte,
ella es la que viene,
de negro
y siempre por la noche
para cuando el río se confunde
y en sus praderas de verdes árboles
espadas curvas
y cascos revestidos de telas de Oriente
vigilan y esperan
que llegue el eclipse,
sin luna el acero es más noble
y su tajo tan certero que las cabezas cortadas se cuentan por centenares.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: CULLERA Y SU ISLA DE LOS PENSAMIENTOS

En el ocaso la ciudad muere
¿cuantas muertes?
nadie lo sabe.

Cullera sobrevivió
al pirata que la acosaba
al vividor
al prepotente
hombre este
de bajeles que en el mar combaten
por algo que les mueve
la fe de su Dios,
la fe de quienes
quieren de otros pueblos
sumisión y orden.

En noches frías
con vientos de poniente
se oye el rugir de la mar
sobre las rocas
de un islote
allí donde una isla
se alza solvente,
de los Pensamientos, se llama,
se le conoce
por aquello de ser puerto fuerte
al cual llegan los barcos y salen.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: VOLVÍ A CULLERA Y A SU PLAYA DE VIENTRE PLANO

Volví a la playa de vientre plano,
a las fauces del tirano
dormido en la arena, esperando,
la llegada de las doncellas,
mujeres con sus tocas y greñas al viento descubiertas.

Solo vi la playa con su arena,
pies de barro sobre piernas fuertes,
el silbido de un déspota en su barcaza de madera,
el pueblo a lo lejos esperando el combate,
hombros todos cogidos de color por los vientos fuertes,
sal de un mar atrayente
en el cual los pescadores sacan provecho cuando la suerte
está de cara,
así viví el instante,
de unos tiempos perdidos
no escritos ni sujetos a más censura que la que uno se impone,
así Cullera vuelve a sus orígenes y a ese entente
del hombre que ve en la mar su yo más sobresaliente
y la mujer, 
ella siempre
a través de unos barrotes
mirando al frente, allí, de donde vuelven
quienes salieron de madrugada para regresar de noche.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

miércoles, 25 de julio de 2018

POESÍA: EN SU HERIDA EL ALMA

Que sentido tendría,
si ella no fuera como tú
la piel morena, hermana,
si ella sufriera,
si ella como la almendra amarga
en la rama de su árbol esperara la zarpada
del animal rencoroso, la alimaña,
y tú no hicieras nada.

Y si el tiempo no pasara
en su herida el alma,
ella machacada,
en su senda que lleva allí donde un mapa se acaba
mientras ella siente la mirada
del hombre que le absorbe hasta las entrañas.

Aun así, no calles,
en ello, ella calla,
al sentirse desamparadas
por unas leches muertas
que arrebatan de las ramas
las flores más queridas aquellas que nunca serán olvidadas.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: YA DE BUENA MAÑANA

En brazos la  llevan
y alza la mirada,
descubre 
así la vida le llama
aquello que es nuevo 
y casi le espanta.

Ya de buena mañana,
ya,
como si el tiempo no pasara
la rutina es la que manda.

Bebés de día 
y noches,
y entre semanas,
bebés,
así se les llama,
tan dependientes
que su vida no sería nada
sin el cariño de sus padres,
que los aman.

Autor: José Vicente Navarro Rubio 

POESÍA: OJO CON EL DÍA Y EN LA MANCHA

Ojo con el día,
ajo y pasa
quien come
y en estas se marcha
camino de otras tierras
hasta la Mancha.

Ciudades de dominio
y de Sanchos Panzas
con sus molinos
y mesnadas,
rebaños de ovejas
y cuadras.

Cubos de pastor
en el horizonte 
casamatas
y en tierra de nadie
un Don Juan, 
y una estimada, 
Inés, 
su amada.

Corren malos vientos,
entre las carrascas
se esconde el azor y el águila,
a la espera,
sus ojos son como grandes ventanales abiertos que trasladan
el interior de unas vidas dedicadas
al vuelo rápido en las grandes explanadas
de las tierras inhóspitas
de un territorio cortado a filo de navaja

Autor: José Vicente Navarro Rubio  

POESÍA: ES EL RUMOR DEL AGUA

Es el rumor del agua,
espejo cóncavo
donde se miran, donde se alzan,
las olas, murmullos de otras atalayas.

Con las primeras sombras bajo las hamacas,
se sientan en la arena blanca
los arenques, las sardinas doradas,
los mejillones en sus balsas
se sienten llenos de cascadas de agua.

Un soplo, una música extraña,
avanzan las horas
en el reloj de piedra
del acantilado donde descansan
las gaviotas blancas
que vienen desde tierras lejanas.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

martes, 24 de julio de 2018

POESÍA: PASEA EL GATO

Pasea el gato
con su quilla de barco,
sus velas al aire
de pelos las maromas,
los ojos enamorados,
artista se siente
en lo alto de un quebrado,
mirada de miedo,
respeto malsano,
tal milano,
tal coyote,
tal rayo,
pasó por mi lado
encorvado,
en su catedral el amo,
Notre Dame a su lado
es algo así como un poblado de maderas, cartones y sacos.
Por la niñez de una niña
pasa un gato,
negro
que va jugando,
con sus bigotes rizados,
uñas clavadas en el tronco de un castaño,
corazón de león,
un gato enamorado
ronronea el pasado
de los asesinos de la historia
que ya olvidados
rien en las páginas de un diario

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: CUANDO SE DESCUBRE QUE HAY UN ESPACIO

Juega con sus pies,
no sabe 
lo que hace
ni lo piensa.

Descubre que existe,
que hay un espacio
en el cual hacer notar su presencia.

La mar a su lado
es como si supiera
que quien pasea
por la arena
está descubriendo
la belleza
del azul de las aguas
en un día de fiesta

En la playa
entre brisas pasajeras,
calores de cuarentena
batir de las aguas
sobre la arena
pasea Teía
en su primera salida
cerca
del mar
casi en sus manos una presa.


Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EN CULLERA Y EN ESTE VERANO

En las alturas,
sin amo,
ni princesa,
ni ejercito en su interior habitando,
en la montaña,
casi páramo,
junto a chumberas y pinos de ramas adornando
el cielo bajo el cual crece el tallo,
allí el castillo
se yergue desde hace años,
a la espera, está esperando,
que alguien se nombre castillero
y con espada en la mano
hasta las playas arrastre a ese ejercito bien armado
que a diario
lo toma y convierte en un teatro.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EN EL PIAR SE LE NOTA

En el piar se le nota,
le agobia el verano,
allí encalado
cual pelota siempre esperando,
que vengan en su búsqueda,
que la bajen del alto peldaño.

Por ser ave de primeras plumas,
por ser su primer verano,
vive sujeta al nido,
va arrastrando,
su niñez de ave entre espasmos,
ahora la luna,
después un rayo,
el sol que brilla
las nubes llorando.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: VERANO ENTRE BAÑOS

Desde siempre
así caminamos,
cuesta creerlo,
llega el verano,
con sus calores,
con sus rayos,
con sus aguas,
con sus descansos,
ya sean siestas,
baños,
bien relajados,
no fuera el caso
que otro año,
este pase
mientras nos preguntamos,
¿qué fue de él?
¿por qué los añoramos?
tan bien plantado,
de flores cual retablo
en Cullera el mar nos llama al baño.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: SUS VOCES SUENAN A ECOS LEJANOS

Son jóvenes y así se pasan el verano,
mitigando los calores
con el contenido de un vaso.

En sus días del verano
en una acera
se sienten llamados
por la llama viva, por el trago
de una botella, que en su interior lleva la furia de un caballo.

Sus voces suenan a ecos lejanos,
entre risas, entre abrazos,
luces de neón, escándalo,
en la acera unos gatos
miran con asombro, se sienten violentados,
por quienes a pocos metros les han quitado
el derecho al sueño, al descanso.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

domingo, 22 de julio de 2018

POESÍA: PARA CUANDO SE ACERCA LA LLUVIA

Para cuando se acerca la lluvia
se esconden las aves,
en sus nidos pian y advierten
a todo bicho viviente
de que el día no esta para lanzar cánticos alegres.

Duerme el perro
se siente
protegido en la casa
no nota
más peligros que aquellos que encuentra
al asomarse a una ventana y sentir el aire de Levante.

Así uno escribe
bajo un toldo se protege.
Del piar que oye
sabe
por donde estos vienen.

Sigue el perro en su empeño
de no salir a la calle
siglos de vida
de sus más lejanos parientes
en su interior son algo así como una brújula 
que les señala,
cual si fueran puntos cardinales
de todo aquello que no es bueno 
para su especie.

Autor: José Vte. Navarro Rubio 

POESÍA: SE OYEN VOCES

Se oyen voces,
en el interior de la casa
convergen
sonidos que suenan
a música de fiesta
en un castillo de piedra
con sus almenas
 abiertas
a la llanura extensa.

Llora Teia,
tiene hambre,
no espera,
en poco se concretan
sus vivencias.

Teia aprende
es tal su impaciencia
que los días ruedan
entorno a lo mismo
como si no existiera
más mundo
que el que toca ella
con su presencia.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EL SOPLO DE HERCULES

Subiendo, se atiende,
a lo que se ve
un espacio sujeto a la intemperie,
castillo de muchos siglos
con su ermita y duendes,
allí donde Cullera se siente
pueblo marinero con miras al norte, sur y oeste.

Con forme se asciende
tomo el aire en la pendiente
y sobre el rostro se plega
a la espera de que amaine
el soplo de Hércules, el beso de Helena a su héroe.

Ya el castillo tomado
en su patio convergen
turistas de muchos sitios,
historias que se comen
bajo el sol que cae y así todos beben
de la vida de los hombres y mujeres
de un medievo que bien contado sabe
a hogazas de pan, así dicho picatostes.

Autor: José Vicente Navarro Rubio
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