Por favor atiendan,
echen la siesta,
pues
ella llega
para cuando
se nublan las veredas
que recorren las altas tierras
de nuestras pobladas cabezas,
por favor,
sepan
que solo cunde el pánico
cuando uno se despierta
y ve a su alrededor
aquello que más le molesta
Autor: José Vicente Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario