Noche esta profunda
en la que no se oye
alma alguna
que no sea el tic tac de un reloj
que marca las horas
sin que nadie le diga
para que sirven
y que hacer con aquellas
cuando los seres humanos dormitan.
Todo anima
a entrar en la noche
y en su seno
ella huidiza
salpimentar las estrellas,
pintar de azul la luna,
jugar con las aguas del mar
allí donde mansas se avistan
y pasear sin rumbo
hasta que salga el día.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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