Callan las piedras
no hablan,
sus silencios son
como los cantos tristes
y los llantos de los poetas,
cuando sus versos se elevan.
Quedan,
con el tiempo
solo quedan,
las piedras labradas,
las historias que todos cuentan,
las leyendas,
y así sin lanzar al aire banderas,
los hechos que demuestran
la grandeza de los pueblos
entre ellos Cullera
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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