En una noche tranquila
me llegan
por el asfalto pasan
los aullidos de las gatas
que en los riscos de la falda
de una montaña
entre que miran la luna
y sienten las garras
de los felinos que las atrapan.
Noche de luna parda
con nubes que llegan y marchan,
con la mar en calma
y música fresca de juventud enamorada
dando la lata.
Autor: José Vicente Navarro Rubio
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